Argelia veta que el mediador de la ONU en el Sáhara Occidental vuele en un avión español

Argelia vetó que el diplomático Staffan de Mistoura, de 75 años, enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, se desplace por la región en un avión del Ejército del Aire español, como ha sido habitual desde hace décadas durante las giras de otros emisarios de Naciones Unidas.

"Como ha adoptado una posición parcial" ante el conflicto, "España ha quedado descalificada y no puede ser asociada, de ninguna de las maneras, a los esfuerzos de reactivación del proceso político" tendente a encontrar una solución, señaló un alto cargo del Gobierno de Argelia. "El enviado personal no puede tener ninguna deuda con un país que ha renegado de su posición de tradicional neutralidad en la cuestión del Sáhara Occidental", añadió.

TE PUEDE INTERESAR

Argelia cierra la puerta a Sánchez mientras no deje claro que el Sáhara no pertenece a Marruecos

Ignacio Cembrero

Esta decisión argelina pone de relieve que, por ahora, no se ha producido ningún acercamiento entre Madrid y Argel pese a la disposición para viajar Argelia mostrada el martes pasado por el presidente Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa cerca de Berlín. La diplomacia argelina supedita el inicio de la normalización con España a que el Gobierno deje claro que no reconoce la soberanía marroquí sobre la excolonia española, un paso que Sánchez se resiste a dar para no enfadar a Marruecos.

De Mistroura llegó en la madrugada del sábado a Tinduf (suroeste de Argelia) para reunirse con el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y visitar alguno de los campamentos de refugiados saharauis en el desierto. Voló hasta allí en un vuelo regular de Air Algérie adaptándose a sus horarios. El veto argelino complica los desplazamientos de De Mistoura por la región, que después de Tinduf volará a Argel, para reunirse con las autoridades argelinas, y finalmente a Nuakchott, donde le recibirá el presidente mauritano Mohamed Ould Ghazouani.

Desde que fue nombrado por Antonio Guterres, en noviembre pasado, este es el segundo viaje a la región de De Mistoura. En 2 julio estuvo en Rabat, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, le hizo esperar largas horas antes de recibirle. Tenía previsto visitar después el Sáhara Occidental, pero ante las restricciones que le pusieron las autoridades de Marruecos, que controlan el territorio, renunció el 4 de julio a hacer ese desplazamiento.

No poder viajar a El Aaiún en las condiciones que él deseaba fue el segundo disgusto que experimentó De Mistura desde su toma de posesión. El primero se lo dio Sánchez al enviar, el 14 de marzo, una carta al rey Mohamed VI de Marruecos en la que se alineaba con la solución propugnada por Rabat desde 2007 para resolver el contencioso del Sáhara: conceder a los saharauis una autonomía limitada bajo soberanía marroquí.

Ese cambio de postura de España "complica su labor" como enviado personal porque ya no puede contar con el respaldo del Gobierno español al ser este visto, por una de las partes -el Polisario y Argelia- como un aliado de Marruecos, señalan fuentes diplomáticas no oficiales. A ojos de Naciones Unidas, España es la potencia administradora del Sáhara Occidental, aunque no puede ejercer ese papel. Así lo señaló, por ejemplo, el dictamen del jefe de la asesoría jurídica de la ONU, Hans Corell, en 2002.

Esa misiva de Sánchez al monarca alauí desencadenó la crisis con Argelia. Su presidente, Abdelmajid Teboune, llamó a consultas a su embajador en Madrid, Said Moussi, el 19 de marzo. El 8 de junio denunció el tratado de amistad entre ambos países que estaba vigente desde 2002 y, a continuación, se suspendieron las exportaciones españolas a Argelia.