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La afiliación a Vox del nº2 de los judíos españoles desata una tormenta en la comunidad
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SORPRESA ENTRE SUS INTEGRANTES

La afiliación a Vox del nº2 de los judíos españoles desata una tormenta en la comunidad

El diputado por Baleares Maxo Benalal, expulsado de Cs por presunta corrupción, se afilió por sorpresa al partido verde, comprometiendo la neutralidad de la FCJE y la Liga contra el Antisemitismo

Foto:  Maxo Benalal, en el Parlamento balear (Wikimedia Commons)
Maxo Benalal, en el Parlamento balear (Wikimedia Commons)

Un diputado del Parlamento balear, Maxo Benalal, es desde mayo del pasado año el secretario general de la Federación de Comunidades de Judíos Españoles (FCJE), principal órgano de representación estatal de los judíos en España. Benalal fue expulsado formalmente de Ciudadanos en las mismas fechas en que se convirtió en el número 2 de esa organización por la presunta apropiación indebida de 15.000 euros en dietas. El actual presidente de la FCJE, Isaac Benzaquen, le corroboró en el cargo a sabiendas de que estaba siendo investigado por corrupción y oficializó la decisión el 18 de mayo de 2021 en la época en que Benalal era suspendido de militancia por la formación naranja. Para sorpresa de muchos de sus compañeros, Benalal decidió motu proprio afiliarse a Vox hace unos meses.

El nuevo miembro del partido verde es también vicepresidente en España de una de las organizaciones antiracistas más prestigiosas del mundo, la llamada Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo, más conocida por las siglas de Licra. El presidente y número uno de Licra, el también judío de origen sefardí Isaac Levy, aseguró tener constancia de "los coqueteos de Maxo con el partido", pero no de que formara parte de él, como en realidad sucede. "El antisemitismo de Vox es muy lamentable, y todavía es más lamentable que algunos judíos estén votando a Vox, también en Barcelona, aunque más en Madrid. Me da un miedo tremendo porque, con la excusa de que son islamófobos, se están aliando con la derecha de Israel. Y yo no quiero esa clase de amigos", asegura Levy a este periódico.

"Van a utilizarte como utilizan a Garriga, 'el negro de Vox'. Van a convertirte en el judío de Vox''

"Pero un momento...", le espetamos. "Dice usted que no quiere usted esa clase de amigos. Sin embargo, el vicepresidente de la Licra, la prestigiosa organización que usted preside, es miembro de Vox. ¿No es eso una contradicción flagrante?". "Es cierto", responde. "Como digo, me he enterado de que Maxo Benalal congenia con Vox y le he llamado por teléfono para pedir aclaraciones", dice el responsable de la Liga Antisemita. Yo lo puse de vicepresidente porque, al ser diputado [de Ciudadanos, en el momento al que se refiere], pensé que podría ser de ayuda. Claro, se necesita tener una junta directiva. Luego, supe que coqueteaba con Rocío Monasterio y le llamé y le dije: 'Ten cuidado. Van a utilizarte como utilizan a Ignacio Garriga, 'el negro de Vox'. Van a convertirte en 'el judío de Vox''. Lo que dijo es que coqueteaba con ellos para conseguir cosas para los judíos. ¿Recuerdas cuando Abascal quería que se eliminara el supuesto de antisemitismo del delito de odio? Fue una metida de pata, ¿no? Pues Maxo levantó el teléfono y habló con Monasterio para que recularan. Sin embargo, oficialmente, no está en Vox”.

Con el carné del partido

Isaac Levy se equivoca. Benalal es afiliado del partido verde desde abril de este año y colabora con ellos en la Cámara autonómica balear desde mucho antes. Los problemas de Benalal con Ciudadanos comenzaron en 2021. Junto a sus ex compañeros Marc Pérez-Ribas y Jesús Méndez, protagonizó un motín contra la portavoz de su anterior partido en el Parlament, Patricia Guasp, a quien intentaron reemplazar por el propio Pérez-Ribas. Guasp fue relevada por sus correligionarios el mismo día en que la Mesa de la Cámara balear anunció que iba a investigar el cobro de las dietas de Benalal, quien percibió 36.000 euros en un solo año. El relevo de Guasp fue abortado por Inés Arrimadas y la dirección estatal de Ciudadanos, pero solo Benalal fue suspendido de militancia. El motivo no era la maniobra como tal, sino su aparente origen: el intento de enmascarar el supuesto cobro indebido de al menos 15 de los 36.000 euros que percibió en un único ejercicio parlamentario.

Foto: Fernando Paz imparte una conferencia en la sede de Alianza Nacional

En enero de este mismo año, la Oficina Anticorrupción del Parlament balear emitió una resolución en la que afirmaba haber detectado "irregularidades no puntuales y de cuantía significativa" en relación al cobro de las dietas. No precisaba el nombre del número 2 de la Licra y los judíos españoles, pero no había duda de que se refería a él. Tras su expulsión de Ciudadanos, Benalal retuvo su acta de diputado, pero como independiente. "Alguno de los problemas que tengo son mis posicionamientos sionistas", aseguró a la prensa balear tras conocer su expulsión del partido, en el intento de culpar a su condición de judío sionista de las acusaciones de “corrupto” que se le dirigen y por la que sigue siendo investigado. La única causa conocida por la que, en verdad, fue expulsado, es la supuesta apropiación de al menos 15.000 euros en dietas. Nadie le ha reprochado su condición judía.

Once meses después de los hechos descritos, el pasado 14 de abril, Maxo Benalal se afilió a la formación de Santiago Abascal. Según El Periódico de Ibiza, se dio de alta telemáticamente sin ninguna negociación previa con los responsables de Vox. Benalal justificó su decisión asegurando que había sido un “acto simbólico”, dado que ya había estado durante meses sirviéndose de ese partido en el Parlament de Balears para registrar sus iniciativas. Como diputado no adscrito, no puede presentarlas salvo que lo haga de la mano de una formación y optó por el partido verde. Ni siquiera descartaba completamente a mediados de este año concurrir por sus listas, lo que causó perplejidad entre los analistas políticos de las islas, no solo por el hecho de que Vox estuviera hipotéticamente dispuesto a incorporar a alguien investigado por corrupción, sino por los vínculos del diputado con la mayor y más prestigiosa organización judía española, la FCJE, hasta la fecha conocida por su transversalidad y por su ausencia de posicionamientos políticos explícitos al margen de las simpatías personales de sus líderes.

Foto: Moisés Hayón abraza a su hija Sarina en presencia de su yerno, Isaac, en la boda de ambos en junio de 2020 en la sinagoga de Torremolinos. (Arhivo personal de Sarina Hayón)
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De hecho, la Federación se ha desmarcado de forma reiterada de la organización sionista radical Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), presidida por el converso Ángel Más, debido a sus claros posicionamientos políticos en contra de la izquierda y por sus flirteos con Vox. Así, por ejemplo, la Federación de Comunidades de Judíos Españoles recordó durante las pasadas elecciones madrileñas que “defiende la libertad de conciencia y voto de sus afiliados y que otras opiniones en sentido contrario son solo responsabilidad de quienes las emiten”. Los responsables de ACOM mantienen un romance de alto voltaje con Vox en las redes sociales, que es a su vez correspondido por líderes del partido como Rocío Monasterio o el propio Santiago Abascal. La pasión filosemita que expresan los herederos políticos del franquismo es solo comparable en intensidad al odio que vierten públicamente sobre Podemos y Más Madrid, a los que acusan de ser “proiraníes al servicio de terroristas palestinos”.

Lo trajo Benzaquen

La FCJE es el principal órgano de representación de las comunidades de judíos españoles. Fue constituida el 16 de Julio de 1982 con el nombre de Federación de Comunidades Israelitas de España al amparo de la Ley de Libertad Religiosa promulgada dos años antes. En 2004, mudó ese primer nombre por el actual. Inicialmente, la Federación estaba dirigida por su secretario general, que es justamente el cargo que desempeña Maxo Benalal. En 2002, se modificaron los estatutos para que la máxima responsabilidad recayera en el presidente. El actual es Isaac Benzaquen Pinto, oriundo de Melilla y de 71 años, quien reemplazó en mayo de 2020 a Isaac Querub Caro. Este fue, de hecho, quien propuso a Benzaquen como su sustituto. Y Benzaquen fue quien incorporó bajo su ala a Maxo Benalal, a sabiendas de que era, en aquel momento, diputado de Ciudadanos investigado por corrupción, y vulnerando la que venía siendo una de las máximas de la organización: mantener la apariencia pública de neutralidad política y honestidad. Esta decisión fue ya contestada entre bastidores incluso antes de que Benalal basculara hacia Vox.

La propia página web de la FCJE llama la atención sobre la orientación antisemita de las primeras políticas franquistas, cuyo primer gobierno “cerró las sinagogas creadas entre 1914 y 1918 en Madrid, Barcelona y Sevilla e ilegalizó a las comunidades judías en la Península (no en Ceuta ni en Melilla, y por supuesto no en el Protectorado de España en Marruecos) hasta el final de la Segunda Guerra Mundial”. Debido a las presiones ejercidas desde la Federación, fue invitado a abandonar los órganos de gobierno de Vox el historiador negacionista Fernando Paz, quien llegó a figurar como cabeza de lista al Congreso de esa formación por Albacete. Otras investigaciones periodísticas han destapado la presencia de neonazis en sus filas. No obstante, el discurso oficial de sus dirigentes es inequívocamente proisraelí y filosemita, en la línea de lo que vienen haciendo el grueso de las formaciones ultranacionalistas europeas, que parecen haber hallado aliados de excepción en un sector de judíos que comparte su islamofobia. En Alemania, por ejemplo, miembros de la comunidad hebrea han mostrado su simpatía por el AfD, una formación que, de una forma velada, recoge parte de los valores identitarios del nazismo y algunas de sus fobias. Judíos suecos han brindado también su apoyo a un partido con orígenes abiertamente nazis como Democrats of Sweden.

placeholder Antiguo candidato negacionista de Vox por Albacete que les causó problemas con la FCJE, durante una conferencia con Alianza Nacional. (EC)
Antiguo candidato negacionista de Vox por Albacete que les causó problemas con la FCJE, durante una conferencia con Alianza Nacional. (EC)

En abril de 2019, un responsable de Asuntos Exteriores de la formación conservadora israelí Likud de Netanyahu, fundada por Menachen Begin y Ariel Sharon, llegó a pedir disculpas por haber respaldado públicamente al candidato de Vox en unas elecciones y haber calificado a esa formación como hermana de la suya en la Unión Europea. El prestigioso periodista israelí de origen hispanoportugués Henrique Cymerman se refería inequívocamente por esas mismas fechas a Vox como "partido de extrema derecha con matices neonazis". El propio presidente de la Licra española que incorporó a Maxo Benalal antes de, según afirma, ser consciente de su afiliación a Vox, dice no creer en la sinceridad del filosefardismo de Abascal y de los suyos, y menos todavía en el de Franco. Los ancestros paternos de Isaac Levy procedían de Melilla y los maternos, de Salónica, donde los aliados nazis de Franco exterminaron a miles de sefardíes. Durante el mes de agosto, El Nacional ha publicado una serie de reportajes donde se proporcionan pruebas adicionales concluyentes de la colaboración con el nazismo de la oligarquía franquista española en el País Vasco y del Gobierno del Caudillo.

Franco y el antisemitismo

"Lo de las simpatías de Franco por los judíos es una falacia", dice Levy. "Mis abuelos se escaparon de Grecia en el 33 o el 34 y se refugiaron en España y me contaban siempre que vivían escondidos porque tenían miedo. Es verdad que no los enviaron a campos de concentración, pero ahí estuvo hasta sus últimos días la obsesión del dictador por la 'conspiración judeomasónica'. Claro, hay una minoría que hizo negocios con él y que probablemente vivían mejor".

Otras fuentes judías de la Licra aseguran que la comunidad española sigue siendo plural y no un 'nido de fascistas', como algunos han insinuado. "ACOM se lleva fatal con la Federación. De hecho, probablemente, los detestan más que a los antisemitas porque han tratado de disputar su espacio desde que está Benzaquen. A muchos nos escandalizó que pidieran abiertamente el voto para Ayuso porque deslegitimaron a quienes defendemos la neutralidad de las organizaciones que nos representan o que dicen representarnos”. De hecho, nadie sabe exactamente a quién representa ACOM o cuántos miembros tiene, más allá de su activo presidente, Ángel Más, y de David Hatchuel.

Foto: Grabado clásico de un libelo de sangre. (Wikipedia/Schedel Weltchronik, 1493)

Con todo, Isaac Levy comparte ciertos puntos de vista con ACOM, en relación a cual es la mayor fuente actual de antisemitismo: "La extrema izquierda". Sin embargo, el presidente de la Licra no menciona de forma explícita a Podemos, que es "la gran bestia negra propalestina" de cierto sectores hebreos conservadores, mayoría indiscutida en España pero también contestada por hebreos progresistas.

Alberto Bendahan es el portavoz adjunto de la junta municipal del distrito madrileño del Retiro por Más Madrid. Su familia es de origen sefardita. De hecho, sus apellidos son bien conocidos en el mundo israelita. "Yo soy un judío laico que participa de la vida colectiva", afirma. "En la comunidad hebrea, hay disparidad de criterios, aunque es verdad que el sentir mayoritario es conservador. A mi juicio, lo que sucede en España es que la vida comunitaria está muy vinculada a la religión, a diferencia de Israel, donde sí hay un judaísmo laico. Y claro, los valores judíos, como los católicos o los musulmanes, son tradicionales y conservadores. La Federación lleva la representación de todos los judíos, lo que le obliga a tender puentes a derecha e izquierda. ACOM sale favorecida en la competición porque trasladan mensajes mucho más incendiarios. El verdadero drama de ACOM es que se arroga la representación de los judíos de España". Cuando realizamos la entrevista, Bendahan desconoce la presencia de un afiliado de Vox investigado por corrupción a la cabeza de la FCJE, como número dos y brazo derecho de Benzaquen.

La formación de Bendahan, Más Madrid, ha sido de hecho uno de los blancos preferentes de la organización de Ángel Más. "Se han enfrentado con el único partido que tiene una diputada judía. Cualquiera que haya indagado en la cuestión hebrea habrá descubierto que es un asunto complejo que no puede reducirse a buenos y malos. Hay una determinada izquierda que cae en la polarización que simplifica en exceso los mensajes", está dispuesto a admitir. “Yo lo que creo, por ejemplo, es que Pablo Iglesias es un intelectual y un agitador y en su faceta de activista, es verdad que simplifica muchos los mensajes. Sin embargo, estoy convencido de que tiene una opinión mucho más depurada. Cuando hizo el viaje a Israel se reunió con asociaciones de distintas sensibilidades, aunque los mensajes que traslade aquí puedan pecar de simplismo”.

Foto: Heba Iskandarani, una refugiada palestina que consiguió ser española por su antepasado sefardí. (Facilitada por Iskandarani a EFE)
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Bendahan se define también como "sionista de izquierdas" y cree que la definición de sionismo ha sido deliberadamente manipulada para equipararla a un imperialismo diabólico, en lugar de lo que, a su juicio, es en verdad: "El movimiento que reclama el derecho del pueblo judío a un territorio, una identidad y la posibilidad de organizarse libremente en paz y con respeto a otras identidades".

El miembro de Más Madrid sostiene igualmente que se ha tendido a reforzar "el mito del filosefardismo de Franco con vistas a dañar la imagen de los judíos y a construir esa imagen del hebreo como aliado de la extrema derecha".

Grave amnesia histórica

Otros judíos laicos que escapan a la etiqueta de conservadores como el sefardita Jonás Benarroch, portavoz de la asociación progresista Jcall, sostiene que la Federación ha sido siempre "demasiado partidista". "No estoy seguro de que sean tan representativos como dicen. Lo que creo es que tienen mucho poder e influencia. Al margen de eso, es difícil de entender que haya judíos en Vox. Supongo que guarda relación con alguna forma grave de amnesia histórica. Claro, también ha tenido una fuerte influencia el hecho de que, en el juego político de Israel y Palestina, la izquierda se haya posicionado claramente del lado de estos últimos. En España, que yo sepa, solo la Federación trata de mantener las formas apartidistas”. Tampoco Benarroch era conocedor de la presencia de un afiliado de Vox en la Federación cuando se le realizó esta entrevista.

"Es difícil de entender que haya judíos en Vox. Supongo que es amnesia histórica"

Benarroch considera que el nexo común de los judíos con Vox es la islamofobia. "No solo con Vox, sino con el PP", apunta. "También hay mucho juego de judíos cortesanos que quieren medrar en las estructuras. Y desde luego, el maniqueísmo de la izquierda no está ayudando mucho. En Israel hay un nicho de pacifismo donde caben muchos palestinos que no desean exterminar a Israel, del mismo modo que hay judíos de izquierda que discrepan con las políticas de ocupación. Estoy de acuerdo en que el sionismo no es intrínsecamente malo. El conflicto ha hecho difícil separar el concepto de Israel del de las políticas de los gobiernos de Israel. Es justo criticar algunas de las cosas que hacen esos gobiernos, pero hay un antisemitismo larvario que extiende la crítica hacia el propio derecho de los judíos a organizarse en un territorio. Por supuesto, no creo en la sinceridad del filosemitismo de Vox. Lo que les une con ciertos hebreos es la islamofobia. Los de Abascal ven a Israel como la punta de lanza de la lucha real contra el islamismo y algunos judíos... algunos judíos padecen una amnesia terrible”.

Quien sí está al corriente en la distancia de la incorporación de Vox a los organos de gobierno de la FCJE es Moshe Rozen. "Mirá, hubo un tiempo, incluso en Israel, en que había como un ánimo de vergüenza al hablar de las derechas: los derechistas se hacían llamar 'centristas' porque 'derecha' sonaba a fascismo", nos dice desde su país este israelí de origen argentino, trabajador de un kibbutz o granja colectiva. “Hoy en día, en Israel, esto se ha invertido: 'izquierdista' equivale a 'traidor' y ser de derechas es sinónimo de patriotismo. Netanyahu apoya y se apoya en Hungría y Brasil. Y de allí el paso a legitimar el neonazismo es más que breve. De todos modos, yo soy optimista: hay todavía buena gente con memoria que no van a rendirse a este clima de retroceso”.

Foto: Varios judíos ultraortodoxos rezan mientras se procede a la quema de pan con levadura en el barrio de Mea Shearim en Jerusalén. (EFE) Opinión
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Otro laborista israelí de origen uruguayo, Alberto Spectorowsky, cree que, "por supuesto", la incorporación de miembros de Vox a organizaciones como la FCJE "puede dañar la imagen de pluralidad. Hay que leer a los judíos liberales de Estados Unidos como Peter Beinart para entender su desesperación. No conozco mucho las organizaciones judías en España. Sin embargo, he sabido de un nigeriano a quien pretendían incluir en la lista de Vox. Es una estrategia cínica pero puede ser eficiente. De todos modos, te has metido en un asunto muy espinoso, especialmente, para los socialistas que apoyan a Israel porque están en un laberinto del cual no saben cómo salir y que, por ejemplo, ha producido una crisis de identidad entre los judíos liberales de Estados Unidos. La realidad es sencilla. Israel, por las circunstancias del conflicto, se ha volcado en posiciones de derechas. Tus amigos del kibutz tienen razón. La disputa política hoy en Israel es entre la derecha populista y la derecha conservadora institucionalista. La izquierda propiamente dicha está reducida considerablemente. Fuera de eso no podría decir que el Israel oficial apoye a la derecha radical europea. Lo que sí es seguro es que la derecha radical europea, aunque en algunos casos como el de Orban tenga atisbos antisemitas, se ha vuelto pro-Israel. Ellos creen que Israel es una especie de modelo de etnonacionalismo identitario, que es justamente a lo que aspiran. Con respecto a las comunidades judías en Europa y los Estados Unidos, la cosa está dividida. Es cierto que Marine Le Pen cuenta con muchos votantes judíos porque el nuevo antisemitismo, o por lo menos el más peligroso para las comunidades judías, es el que viene de la izquierda islamista o como la quieran llamar. Las derechas radicales han cambiado su foco del antisemitismo a la islamofobia. En el caso de Estados Unidos, hay un creciente apoyo a Trump. Israel se siente más cómodo con Trump. Nunca lo expresarían públicamente pero no me cabe duda que se prefiere a Trump”. El profesor retirado de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv asesoró al que fue ministro de Asuntos Exteriores y Seguridad, Shlomo Ben Ami, durante las conversaciones de paz con los palestinos durante la era Clinton, la llamada cumbre de Camp David 2000.

En relación a la presencia de un afiliado de Vox como secretario general de la Federación de Comunidades de Judíos de España, fuentes de esa organización aseguraron a El Confidencial que "la FCJE ha sido y sigue siendo una entidad transversal donde hay personas de todos los pelajes e ideologías. En ningún caso, eso afecta a la toma de decisiones porque éstas se adoptan por consenso y son el resultado del voto que emiten todas las comunidades. Y naturalmente, la Federación no está tomada por la ultraderecha".

Un diputado del Parlamento balear, Maxo Benalal, es desde mayo del pasado año el secretario general de la Federación de Comunidades de Judíos Españoles (FCJE), principal órgano de representación estatal de los judíos en España. Benalal fue expulsado formalmente de Ciudadanos en las mismas fechas en que se convirtió en el número 2 de esa organización por la presunta apropiación indebida de 15.000 euros en dietas. El actual presidente de la FCJE, Isaac Benzaquen, le corroboró en el cargo a sabiendas de que estaba siendo investigado por corrupción y oficializó la decisión el 18 de mayo de 2021 en la época en que Benalal era suspendido de militancia por la formación naranja. Para sorpresa de muchos de sus compañeros, Benalal decidió motu proprio afiliarse a Vox hace unos meses.

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