Es noticia
Argelia cierra la puerta a Sánchez mientras no deje claro que el Sáhara no pertenece a Marruecos
  1. España
Exige una rectificación

Argelia cierra la puerta a Sánchez mientras no deje claro que el Sáhara no pertenece a Marruecos

El Gobierno se resiste a dar ese paso porque cree que el deterioro de la situación en el Magreb le impide ser equidistante. Antepone su relación con Rabat porque es quien más daño puede causar a España

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (2-d), es recibido con honores militares, durante su visita oficial en Argelia en 2020. (EFE/Pool/Moncloa/Fernando Calvo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (2-d), es recibido con honores militares, durante su visita oficial en Argelia en 2020. (EFE/Pool/Moncloa/Fernando Calvo)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Pedro Sánchez no es, por ahora, bienvenido en Argel. Las autoridades argelinas dejaron claro en las últimas horas que no se cumplen las condiciones para que el presidente del Gobierno efectúe un viaje a Argelia, tal y como expresó su deseo el pasado martes en una rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, en el palacio de Meseberg, cerca de Berlín.

“Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia”, dijo Sánchez, aparentemente deseoso de seguir los pasos del presidente francés, Emmanuel Macron, que la semana pasada visitó ese país, y del primer ministro italiano, Mario Draghi, que estuvo allí dos veces este año, la última en julio. Con sus viajes, ambos buscaban incrementar sus compras de gas para reducir sus importaciones de Rusia, entre otras cosas. Un objetivo conseguido.

Este jueves, en una entrevista en Cadena SER, el dirigente del Ejecutivo español ha admitido que están trabajando en las relaciones con los países vecinos como Argelia y ha abogado por intentar mejorarlas, pese a reconocer que no hay avances. "Estamos trabajando para que puedan reconducirse las relaciones con Argelia", ha apuntado.

Foto: Amar Belani, embajador encargado del Sáhara Occidental en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia. (APS)

Para que la visita se pueda llevar a cabo, “debe comprometerse a hacer una declaración clara, inequívoca e irreversible de la posición de España sobre la cuestión del Sáhara Occidental”, afirmó un alto cargo argelino después de escuchar a Sánchez. “Esa aclaración debe de ser conforme a la legalidad internacional y respetuosa con el estatus del Sáhara Occidental como territorio no autónomo”, puntualizó. “Debe precisar que España respeta la integridad territorial de Marruecos en sus fronteras legalmente reconocidas”, que no incluyen a la antigua colonia española. “Sin ella, no podrá ir a Argelia”, concluyó.

Parte de la prensa de Marruecos y algunas de sus autoridades han dejado caer que el presidente del Gobierno dio, en marzo, un paso similar al de Donald Trump, que en diciembre de 2020 reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara. El objetivo de Argelia es que el Gobierno español desmienta públicamente esa interpretación.

En origen, cuando estalló la crisis, las autoridades argelinas parecían dar por perdida la posibilidad de recomponer relaciones con el actual Ejecutivo español y trasladaban la impresión de estar dispuestas a esperar a que, tras unas elecciones legislativas, se formase un nuevo Gobierno. Aunque ha criticado a Sánchez, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, no ha dado, sin embargo, ninguna indicación sobre si daría marcha atrás arriesgándose a provocar la ira de Marruecos.

Foto: El presidente de Argelia, Abdelmajid Tebboune. (Reuters/Ramzi Boudina)

Pese al deseo manifestado por Pedro Sánchez de viajar a Argelia y las buenas palabras que pronuncia de vez en cuando su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el Gobierno no parece, por ahora, dispuesto a cumplir la condición del presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, para iniciar la normalización de las relaciones. Aunque no lo hacen público, el análisis que se hace en la Moncloa y en el palacio de Santa Cruz, sede de Exteriores, es que la relación entre los dos vecinos magrebíes se ha deteriorado tanto desde el verano pasado —Argel rompió hace un año relaciones diplomáticas con Rabat— que es imposible para un país del sur de Europa mantener una posición equidistante y cordial con ambos, según indican fuentes diplomáticas españolas no oficiales.

Preferencia por Rabat

Obligada a elegir, España ha optado por Marruecos, porque es un vecino más inmediato, es un socio comercial más importante y tiene más capacidad que Argelia de provocar problemas a través, por ejemplo, de la inmigración irregular a Canarias. Por eso, Sánchez envió el 14 de marzo una carta a Mohamed VI en la que se alineaba con Marruecos en el contencioso del Sáhara Occidental. Concretamente, brindó un respaldo más contundente al plan con el que Rabat busca solucionar el conflicto que el proporcionado por Francia y Alemania.

El análisis de la diplomacia española para justificar esa buena relación omite que España posee, a nivel bilateral y a través de la Unión Europea, muchos más medios de presión legales que los que están al alcance de Marruecos, la mayoría malignos, como el fomento de la inmigración irregular. Esta ha disminuido en Canarias desde que en marzo se produjo la reconciliación hispano-marroquí, lo que demuestra que es un instrumento que Rabat utiliza, según sus necesidades, para presionar.

Foto: Pedro Sánchez y el presidente de Argelia, Abdelmedjid Tabboune. (EFE/Fernando Calvo)

España podría, por ejemplo, recuperar el control del espacio aéreo del Sáhara Occidental, cedido provisionalmente por la empresa pública Enaire a su equivalente marroquí (ONDA), sumiendo así en el caos los vuelos que aterrizan en ese territorio e incluso los que lo sobrevuelan.

Esa carta de Sánchez al rey de Marruecos, en marzo, desencadenó la crisis con Argelia no solo por razones de fondo, sino de forma. En contra de lo que afirmó Albares el 18 de marzo, las autoridades argelinas no fueron informadas de antemano de su existencia, de la que se enteraron a través del comunicado de Mohamed VI redactado desde Pointe Denis (Gabón), donde estaba entonces de vacaciones.

Foto: Amar Belani, embajador encargado del Sáhara Occidental en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia. (APS)

Tebboune reaccionó llamando entonces a consultas a su embajador en Madrid, Said Moussi. Después tomó represalias contra España. El 8 de junio denunció, por ejemplo, el tratado de amistad bilateral, firmado en 2002, lo que puso fin en la práctica a las exportaciones españolas a Argelia, incumpliendo así otro tratado, el de asociación con la UE, suscrito en 2005.

Albares viajó entonces a Bruselas para quejarse por ese incumplimiento. Dos vicepresidentes de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, encargado del comercio, y Josep Borrell, responsable de la política exterior, hicieron gestiones con las autoridades argelinas, pero estas no han dado resultado alguno. Argel ha tenido la habilidad de no poner las sanciones que aplica a España por escrito, aunque en la práctica los operadores económicos argelinos saben que no pueden importar productos 'made in Spain'.

A diferencia de Marruecos, Argelia no ha utilizado, por ahora, la inmigración irregular para intentar doblegar al Gobierno español. El 2 de abril suspendió la repatriación de inmigrantes irregulares desde España —una medida que en su día Rabat también tomó—, pero no ha propiciado una oleada migratoria en las costas de Murcia o Almería. Un informe restringido de la Comisión Europea, con datos de Frontex (agencia de control de fronteras), desvelado por 'El País' señalaba que hasta el 10 de julio habían llegado a España 1.955 migrantes desde Argelia, muchos menos que durante el mismo periodo del año anterior.

Pedro Sánchez no es, por ahora, bienvenido en Argel. Las autoridades argelinas dejaron claro en las últimas horas que no se cumplen las condiciones para que el presidente del Gobierno efectúe un viaje a Argelia, tal y como expresó su deseo el pasado martes en una rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, en el palacio de Meseberg, cerca de Berlín.

Pedro Sánchez Argelia
El redactor recomienda