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La demanda de Moderna contra Pfizer por la vacuna del covid: "Copió sin permiso"
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EL FILÓN DE LA VACUNA LLEGA A LOS TRIBUNALES

La demanda de Moderna contra Pfizer por la vacuna del covid: "Copió sin permiso"

La compañía acusa a su competidora de desarrollar las dosis contra el coronavirus a partir de patentes que son suyas y pide una compensación económica por los daños ocasionados

Foto: La demanda de Moderna contra Pfizer por la vacuna covid. (Reuters/Dado Ruvic)
La demanda de Moderna contra Pfizer por la vacuna covid. (Reuters/Dado Ruvic)

Moderna acusa a Pfizer y BioNTech de plagiar sus "innovaciones" para desarrollar la vacuna contra el covid-19 "sin solicitar una licencia". La compañía, propietaria a su vez de otra vacuna, ha demandado a ambas empresas en Estados Unidos y Alemania y exige una compensación económica por una supuesta infracción de patentes.

"Moderna invirtió miles de millones de dólares", argumenta en la demanda presentada en Massachusetts, adelantada por el medio 'Stat News' y a la que ha tenido acceso El Confidencial. "Pfizer y BioNTech han copiado la propiedad industrial de Moderna y han seguido usando los inventos de Moderna sin permiso". Frente a esta acusación, BioNTech emitió el lunes un comunicado en el que avisa de que se defenderá "enérgicamente" porque la vacuna que ha desarrollado junto a Pfizer es "original".

Foto: Vial de la vacuna de Pfizer-BioNTech. Foto: Reuters

La decisión final queda ahora en manos de los tribunales, pero la guerra contra el covid-19 ya ha dado paso a la guerra de las patentes. A falta de ver cómo avanzan las demandas, El Confidencial ha consultado a diversos expertos en propiedad industrial y su resumen es claro: litigar también forma parte del negocio.

Una compensación con límites

Moderna no concreta en su demanda a cuánto debería ascender la compensación económica. A lo largo de 39 páginas, incide en que ha jugado un papel determinante durante la pandemia —"Moderna respondió a la llamada"— y, para mantener esa imagen, la propia compañía impone una serie de límites al posible pago.

El primero de ellos se centra en la promesa que lanzó en octubre de 2020, cuando se comprometió a no pasar factura por sus patentes mientras continuara la pandemia. La petición de una compensación económica choca con aquella promesa, pero ahora argumenta que desde principios de 2020 "la lucha colectiva contra el covid-19 había entrado en una nueva fase endémica" y, por tanto, considera justificado demandar a Pfizer y BioNTech. Moderna apunta para ello a 7 de marzo, fecha en la que comenzó a advertir de forma pública que ambas compañías deberían solicitarle "una licencia comercialmente razonable" para el uso de sus patentes.

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Con este razonamiento, la empresa establece que el cálculo de la posible compensación debe limitarse a lo ocurrido a partir del 8 de marzo y, al mismo tiempo, limita el territorio al que pretende extender su batalla contra las dos competidoras: "Moderna no busca una indemnización por las ventas de Pfizer y BioNTech a los 92 países de bajos y medianos ingresos incluidos en el Compromiso Anticipado de Mercado de Covax". La compañía se refiere así a la alianza de 190 países que conforman el Fondo de Acceso Global para vacunas covid-19 y, al menos por el momento, avisa de que no peleará por hacer valer sus patentes en los más pobres.

Una vez impuestos estos dos límites, Moderna deja el cálculo de la posible compensación en manos del tribunal de distrito de los Estados Unidos para Massachusetts, pero no duda en destacar las ganancias de Pfizer y BioNTech con su vacuna: "Pfizer informó de que ganó 7.800 millones de dólares en ingresos por la venta de [su vacuna] Comirnaty en los Estados Unidos en 2021, y Pfizer anunció recientemente que espera ingresos globales adicionales de 32.000 millones de Comirnaty".

Foto: EC.

Dado el dinero que hay en juego y sus protagonistas, la demanda ha acaparado titulares en todo el mundo, pero otras compañías también han acudido a los tribunales en los últimos meses para pelear por el filón de las vacunas. Maite Vázquez, socia de VC Biolaw, firma especializada en asesoramiento legal en la industria farmacéutica y biotecnológica, pone como ejemplo los casos de Alnylam Pharmaceuticals o Curevac, empresas que también han demandado a Moderna y Pfizer por las patentes.

"En ninguna de estas demandas hay una intención de parar la comercialización de las vacunas, solo se solicitan daños con la intención de cobrar 'royalties' y enriquecerse con la comercialización por el uso de las tecnologías patentadas", resume. "Al final la vacuna no es un invento de una empresa, es una secuencia, una cadena de investigaciones. Si hay un beneficio a ganar, como el covid, donde hay mucho dinero, todo el mundo le da vueltas para ver dónde aparece en esa cadena".

La gallina de los huevos de oro

Para blindar su posicionamiento en esa cadena, los expertos consultados señalan la importancia de proteger las patentes. En el caso de Estados Unidos, Moderna acusa a Pfizer y BioNTech de copiarle tres: la 574, la 600 y la 127. Todas ellas están relacionadas con el llamado ARN mensajero, la tecnología en la que se basan las vacunas de las tres compañías y que ha supuesto una revolución sanitaria en los últimos años. Las moléculas de ARN ya se están aplicando en el desarrollo de otras vacunas y en nuevos medicamentos, por lo que más allá de la posible compensación, Moderna busca marcar su territorio de cara a futuros productos.

"Aunque muchos dudaban de que esta tecnología pudiera usarse alguna vez para tratar o prevenir enfermedades, Moderna reconoció desde el principio que tenía un gran potencial", defiende en su demanda. "Sus fundadores son científicos que desafiaron el 'statu quo' y se arriesgaron a desarrollar esta tecnología no probada para tratar y prevenir algunas de las enfermedades y condiciones médicas más mortales. Se unieron para crear Moderna, un nombre creado a partir de 'modificado' y 'ARN".

Foto: Tecnología de ARN. (EFE/André Coelho)

La compañía se remonta así a su fundación en 2010 para presentarse como la 'madre' de esta tecnología y, frente al hecho de que otras empresas también llevaran a cabo sus propias investigaciones sobre el ARN mensajero antes del covid-19, incide en lo ocurrido hace ocho años: "En 2014, cuando surgió por primera vez un coronavirus que causó el síndrome respiratorio de Oriente Medio o MERS, Moderna creó una división que se centró exclusivamente en desarrollar vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas". Su mensaje es tajante: Moderna no solo ha liderado el desarrollo de esta tecnología, sino también su uso frente a los coronavirus.

De esta manera, la compañía trata de contrarrestar la defensa de Pfizer y BioNTech de que su vacuna es "original". Según sostiene en la demanda, ambas habían comenzado a "investigar una vacuna de ARNm para la influenza, pero carecían de la experiencia de Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para coronavirus y otras enfermedades infecciosas". Para reforzar esta idea, la demanda apunta a que en abril de 2020 las dos empresas habían reducido su investigación a "cuatro vacunas candidatas" y, aunque no todas ellas seguían la tecnología de Moderna, la que terminó por salir adelante sí que hacía un supuesto uso de las mencionadas patentes.

Expuesto este relato, la compañía pide una sentencia que declare que "la infracción de los demandados es intencionada" y, de forma paralela, fije una compensación por los "daños monetarios" que le han ocasionado desde el 8 de marzo. "Moderna solicita respetuosamente un juicio por jurado", concluye su demanda. Pese a ello, los juristas consultados apuntan a que la disputa no ha hecho más que comenzar y, antes de llegar a un juicio, las empresas tantearán un acuerdo o incluso contraatacar.

"Me aventuraría a decir que va a haber alguna contrademanda...", advierte Patricia Ramos, subdirectora general y directora de Patentes de Pons IP. "En estas patentes hay que tener en cuenta que no se dice cómo se iba a hacer la vacuna o cómo iba a funcionar, por lo que no hay una de 2010 que te permita ahora presentarte como propietario". A esto se suma que la patente es además territorial, lo que te obliga a ir país por país a la hora de litigar y, en el caso de Moderna frente a Pfizer y BioNTech, les empuja a llegar a acuerdos: "Litigios va a haber porque hay mucho dinero en ciernes. Lo único que entre ellos ahora tienen que jugar sus cartas".

Moderna acusa a Pfizer y BioNTech de plagiar sus "innovaciones" para desarrollar la vacuna contra el covid-19 "sin solicitar una licencia". La compañía, propietaria a su vez de otra vacuna, ha demandado a ambas empresas en Estados Unidos y Alemania y exige una compensación económica por una supuesta infracción de patentes.

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