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Rumbo dispar de España y Francia en el Magreb: París fraterniza con Argel, y Madrid, con Rabat
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Rumbo dispar de España y Francia en el Magreb: París fraterniza con Argel, y Madrid, con Rabat

El presidente Macron viaja a Argelia dentro de una semana, pero no perdona a Marruecos su espionaje con Pegasus. El Gobierno de Sánchez, en cambio, reduce su dependencia del gas argelino

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y el rey Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y el rey Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)
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España vive una luna de miel con Marruecos; Francia mantiene, en cambio, una tensa relación con el reino alauí. España está en crisis con Argelia; Francia atraviesa una etapa de gran cordialidad con su última gran colonia africana. La política exterior de los dos países europeos más implicados en el Magreb junto a Italia sigue desde hace meses rumbos muy dispares.

El Gobierno español se reconcilió con Marruecos después de que el presidente Pedro Sánchez renunciase a la tradicional neutralidad de España. Respaldó, en una carta enviada al rey Mohamed VI el 14 de marzo, la solución autonómica que propugna el monarca para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Desencadenó así una crisis con Argelia, cuyo cenit se alcanzó el 8 de junio cuando el presidente Abdelmajid Tebboune suspendió el tratado de amistad hispano-argelino.

Foto: EC.

La presidencia de la República francesa se enfadó con Marruecos —y con Israel— después de que, el 20 de julio de 2021, el consorcio periodístico Forbidden Stories revelase que uno de los móviles del presidente Emmanuel Macron, el de su primer ministro y los de 14 ministros habían sido objetivo del espionaje marroquí con el programa malicioso Pegasus.

Francia ha sido el primer país europeo que dio públicamente un espaldarazo al plan marroquí de autonomía para el Sáhara y lo reiteró el 22 de marzo. Su apoyo es un poco menos entusiasta que el de Sánchez, que en su misiva al rey describió la propuesta marroquí como “la base más seria, creíble y realista”. Para la diplomacia francesa, es solo “una base de discusión seria y creíble”.

Foto: Palacete del rey de Marruecos.

Las autoridades francesas nunca han reconocido públicamente el 'hackeo' de sus teléfonos, aunque sí lo han admitido en reuniones 'off the record' con periodistas. Hay gestos reveladores del enojo presidencial. Mohamed VI reside, casi sin interrupción, desde el 1 de junio en París y en su castillo de Betz (departamento de l’Oise), a unos 75 kilómetros de la capital. En contra de lo que solía ser habitual durante sus estancias privadas, Macron no le ha recibido en El Elíseo.

Varias personalidades con vínculos con Marruecos, entre ellas el exministro socialista Jack Lang, intentaron que Macron tuviera algún gesto con el soberano alauí. En vano. Ni siquiera le llamó para preguntarle sobre su estado de salud cuando, el 16 de junio, un comunicado redactado en París por su médico personal anunció que padecía covid.

Foto: Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)

El Gobierno español reveló en mayo que los móviles del presidente y de los ministros de Defensa y de Interior habían sido infectados con Pegasus en la primavera de 2021, pero no señaló a nadie y omitió precisar que también el de Arancha González Laya, ministra de Exteriores en aquel momento, fue atacado con un 'malware'. Las fechas del ciberataque coinciden con el punto culminante de la crisis entre España y Marruecos, con la entrada masiva de inmigrantes marroquíes en Ceuta.

Con su cautela, el Ejecutivo quiso, probablemente, evitar estropear una reconciliación que hasta ahora solo ha tenido una contrapartida: una disminución de la inmigración irregular que desembarca a España, aunque desde principios de semana se ha vuelto a disparar en Canarias con más de 700 llegadas. El 60% de los 'sin papeles' que ponen pie en España lo hace en ese archipiélago y procede del sur de Marruecos y del Sáhara Occidental, controlado por las autoridades marroquíes.

Foto: Sánchez y Mohamed VI en Rabat, en abril. (EFE/Mariscal)

La relación de Francia con sus antiguas colonias magrebíes empeoró en septiembre pasado. Gabriel Attal, portavoz del Gobierno, anunció una reducción del 50% de los visados expedidos a marroquíes (69.400 en 2021; 346.000 en 2019) y argelinos (63.650 en 2021; 274.500 en 2019) y un 30% a los tunecinos. “Es una decisión necesaria porque esos países no aceptan repatriar a sus ciudadanos” que Francia desea expulsar.

Este verano, los consulados franceses en Marruecos han denegado visados a exministros, altos cargos en ejercicio, hombres de negocios marroquíes que deseaban hacer turismo o visitar a familiares —hay 1,5 millones de marroquíes— en Francia. Estos rechazos son vividos como una auténtica humillación por las élites del país, a juzgar por sus comentarios en redes sociales. El Parlamento de Marruecos ha instado al Gobierno a defender “la dignidad marroquí”.

Foto: Llegada de inmigrantes a Lanzarote. (EFE)

La negativa francesa a otorgar visados Schengen incita a las élites marroquíes a llamar a la puerta de España para obtenerlos. En teoría, tras una denegación por un Estado firmante del tratado de Schengen, deben transcurrir seis meses hasta que el solicitante pueda iniciar los trámites en el consulado de otro país. Los consulados españoles son más flexibles que los franceses y conceden a esas élites el preciado documento de viaje.

Los que lo consiguen deben, en teoría, entrar en el espacio Schengen a través del país que les estampó el visado en el pasaporte. Los marroquíes hacen escala en un aeropuerto español y después prosiguen viaje a Francia. Este subterfugio permite a cientos —quizá miles— de marroquíes sortear la sanción francesa y causa malestar en el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, según fuentes diplomáticas.

La restricción francesa en materia de visados afectaba también a Argelia, pero con este país hay “progresos” concernientes a los argelinos que Francia desea expulsar, según señaló el ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, el 28 de julio. Con los argelinos, el país más inflexible es ahora, probablemente, España, aunque ninguna autoridad lo ha reconocido.

Foto: Protestas en Argel en 2019. (Reuters/Ramzi Boudina)

Los “progresos” de los que habla en ministro francés se enmarcan en una constante mejora de la relación entre París y Argel desde que en septiembre se enfadaron. Macron ha reconocido los crímenes perpetrados por el Ejército francés durante la guerra colonial en Argelia, pero en septiembre pasado tuvo un desliz y arremetió contra el sistema “político-militar” argelino que trata de sacar partido de una “historia oficial” que “no se apoya en la verdad”. Desató una minicrisis con Argelia, que llamó a consultas a su embajador, Mohamed Antar Daoud, que ahora está superada.

Prueba de ello es que el presidente efectuará, el 25 de agosto, una visita oficial a Argel. No ha viajado a Rabat desde 2017. El gas, la inmigración y la situación en el Sahel serán los tres principales temas de conversación con su homólogo Tebboune. Francia retiró el lunes sus últimas tropas de Malí, país fronterizo con Argelia, tras luchar durante más de nueve años con los yihadistas. Macron sigue los pasos del primer ministro italiano, Mario Draghi, que se ha desplazado a Argel dos veces en lo que va de año y que ha conseguido que Argelia sea el primer suministrador de gas a Italia, desbancando a Rusia.

Foto: Sede de la energética argelina Sonatrach.

Antes incluso del viaje presidencial a Argel, las empresas francesas están reforzando la relación energética con la antigua colonia. El Medgaz, el único gasoducto que une Argelia con España, sirve también para bombear gas a Francia. Sonatrach, el mastodonte argelino de los hidrocarburos, renovó en junio su acuerdo con la francesa Engie. El mes siguiente, de nuevo Sonatrach firmó un acuerdo, por importe de 4.000 millones de dólares, con la italiana ENI y la francesa Total Energies, para explotar conjuntamente durante 25 años el yacimiento de Berkine, en el sureste del país.

Las empresas españolas no han conseguido, en cambio, ningún contrato relevante en Argelia desde marzo y han perdido algunos que estaban apalabrados. El que fue durante décadas el primer proveedor energético de España ha visto reducidas sus exportaciones de gas en un 42% en los siete primeros meses de este año. Solo el 24,5% del gas consumido este año en España era de origen argelino, 20 puntos menos que en 2021. EEUU es ahora el primer suministrador de España, aunque su gas natural licuado, transportado en metaneros y regasificado en las plantas de la empresa Enagas, es más caro que el que exporta Argelia a través del Medgaz.

España vive una luna de miel con Marruecos; Francia mantiene, en cambio, una tensa relación con el reino alauí. España está en crisis con Argelia; Francia atraviesa una etapa de gran cordialidad con su última gran colonia africana. La política exterior de los dos países europeos más implicados en el Magreb junto a Italia sigue desde hace meses rumbos muy dispares.

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