Nueva Canarias, el partido que cogobierna en las islas pero no existe desde hace un año

Nacieron hace casi 20 años. Son los socios del PSOE en el Gobierno autonómico de Canarias. Su líder, Román Rodríguez, es el vicepresidente y además dirige la Consejería de Hacienda de las islas. Pero desde el año pasado no aparecen como formación en el registro oficial de partidos políticos. No existen oficialmente. Se trata de Nueva Canarias, una de las marcas locales insulares que hasta hace poco representaba el diputado Pedro Quevedo en el Congreso. Ahora, casi todo lo que envuelve a este caso sigue lleno de incógnitas.

Desde la organización, mantienen que todo es fruto de un problema administrativo y que va a resolverse. Pero el Tribunal de Cuentas no recibió su contabilidad para el ejercicio de los tres últimos periodos anuales, pese a que la normativa indica que deben presentarse antes del 30 de junio del año inmediatamente posterior al que se refiera. Lo que está claro es que se trata de una situación anómala que extraña ver en agrupaciones que siguen en activo. Más aún si gobiernan.

El 12 agosto de 2021, el Ministerio del Interior emitió una resolución, ratificada por la Subdirección General de Política Interior y Procesos Electorales, para informar de la "cancelación" de la formación. El motivo era no haber adaptado sus estatutos en tres años. Un requisito que periódicamente han de ejercer los partidos. O, al menos, notificar que los actuales continúan teniendo vigencia.

Un año antes, en 2020, Interior solicitó interponer una demanda contra el partido a través de la Abogacía del Estado tras advertir irregularidades. Pero la organización política asegura no haberse enterado de que todo esto estaba ocurriendo hasta esta última semana. Es más, mantiene que no fueron notificados de manera directa. Al menos, que ellos "tengan constancia". Así lo explicó su secretario de Organización, Carmelo Ramírez, en una rueda de prensa anunciada de urgencia tras saltar la noticia. En ello se basan para explicar que no utilizasen el tiempo establecido para recurrir el fallo y poder defenderse de las acusaciones.

Pero ahora ya no es solo una petición de Interior. Desde hace un año, la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 es firme al no haberse presentado recurso y el futuro de Nueva Canarias pende de un hilo. Sobre todo, con las elecciones de 2023 a la vuelta de la esquina. "Lo más curioso de este caso es que prácticamente todo el mundo se ha enterado por la prensa", explicó el decano del Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología de Canarias, Josué Gutiérrez.

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Las insólitas circunstancias en que se hizo público que un partido de gobierno no existe, al menos de manera oficial, han sorprendido incluso a los expertos. Es por eso que el órgano colegial prefiere no hacer valoraciones por el momento hasta conocer cuáles serán los siguientes pasos de la ya ex formación política y las entidades judiciales.

Desde la formación, no quisieron dar más detalles hasta terminar de esclarecer lo ocurrido, remitiéndose a lo dicho en la rueda de prensa para explicar que el partido supo hace apenas "días" y "no por cauces oficiales" la condición legal que arrastra desde hace un año. Sí dijeron que al día siguiente presentarían las cuentas atrasadas de los ejercicios de 2018, 2019 y 2020, justificándose en que habían pedido una prórroga del plazo que consideraron aceptada ante el "silencio administrativo" que dijeron haber obtenido del ministerio. A mediados de la semana pasada, fuentes del partido explicaron que la documentación aún "se estaba volcando" en los servicios telemáticos del Tribunal de Cuentas.

Por su parte, Interior se justifica en la sentencia que avala la "extinción" del partido en el incumplimiento de la ley oficial de partidos políticos. Concretamente, de uno de los puntos de su artículo 12, que especifica el "cese inmediato de toda la actividad del partido político disuelto" o habrá represalias legales. Precisamente Nueva Canarias comunicó haber tenido acceso a este fallo el mismo lunes en que informaron de lo ocurrido, pero a través de la sede electrónica y no hallando la famosa comunicación 'perdida' que debió haber llegado desde Interior.

Tres juristas coinciden en un mismo pronóstico: no hay marcha atrás

"Siempre hemos cumplido con todas las obligaciones legales", aseveró su secretario de Organización el día de la rueda de prensa, amparándose en una falta de estructura organizativa e infraestructura humana de un partido que "no funciona con liberados, sino con militantes". Para Javier Tajadura, experto en derecho constitucional y profesor titular en la Universidad de País Vasco, la situación es simple y llanamente "incomprensible". Explica que una marca que ya no existe, como es el caso de Nueva Canarias, no puede presentar ahora sus cuentas o, al menos, hacerlo "no tendría validez alguna" porque, más allá de que ocurra fuera de plazo, ya no son parte del registro de partidos que deben presentarlas.

En cambio, sí que pueden conservar sus cargos públicos, según el jurista. "Una vez que son cargos electos, incluso aunque el partido sea disuelto, no pueden perder el escaño", afirma, añadiendo que "estos puestos son suyos, y no del partido". En cuanto a la marca Nueva Canarias, que continúa siendo utilizada por sus miembros e incluso se expuso en la rueda de prensa del responsable de Organización, queda "vacía de significado alguno", pues no consta ninguna entidad legal bajo ese nombre.

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"Su opción más inmediata es la de volver a registrar la marca y presentar unos estatutos para crear un nuevo partido. Esto es algo que legalmente pueden comenzar a hacer desde ya, pero en lo que ya ha ocurrido no hay marcha atrás por finalizados los plazos: ni opción de recurso, ni derecho formal o material", reflexiona Tajadura, que ve aquí su única opción de poder concurrir a las próximas elecciones de 2023 como partido político oficial.

La oposición solicitó que sus miembros fuesen trasladados al Grupo Mixto, que aglutina a los cargos que no cumplen los requisitos para tener agrupación parlamentaria propia. Los cambios en la situación legal del partido lo dejan a las puertas de un futuro incierto. Otra cosa que no queda del todo clara es que Nueva Canarias asegura haber seguido recibiendo financiación en este último año.

Los partidos políticos electos reciben fondos para su funcionamiento, pero en este caso hablamos de una formación que lleva un año sin existir. Para Elviro Aranda, catedrático por la Universidad Carlos III de Madrid, la explicación podría residir en que aun no siendo ya partido político, sí continúan teniendo grupo parlamentario propio. "Los partidos y los grupos forman parte del mismo equipo, y a la hora de relacionarse entre ellos no hay prácticamente diferencia. Pero en términos jurídicos hablamos de figuras distintas", reveló.

Una afirmación con la que coincide otro catedrático, Abraham Barrero, profesor en la Universidad de Sevilla. Barrero explica que la financiación pública que reciben los partidos llega una vez obtienen representación electoral, no por el hecho de constar o no como partidos oficiales. Y, de momento, Nueva Canarias sigue teniendo grupo propio en el Parlamento. "Es la primera vez que un grupo con representación parlamentaria propia no tiene detrás a un partido político", señaló, advirtiendo de lo anómalo de esta situación.

De todas las dudas que presenta este caso, una de las principales es cómo lo solucionarán de cara al nuevo ciclo electoral. Los expertos coinciden en que no es necesario tener un partido para recibir financiación si se cuenta con grupo parlamentario. Pero una formación política sí es requerida para presentarse a las elecciones. Lo más probable, apuntan los tres juristas consultados, es que terminen registrando un nuevo partido. Aunque aquí también se plantean algunos problemas. Por ejemplo, el nombre.

"Incluso aunque la marca 'Nueva Canarias' no estuviese registrada y, por lo tanto, quedase disponible, cabe la posibilidad de que volver a registrarse bajo esa denominación sea visto jurídicamente como un artificio, una manera de esquivar la sentencia de extinción", meditó Barrero. Es decir, que podrían entrar de nuevo en otro bucle legislativo.

Su socio de gobierno, el PSOE de Canarias, evita pronunciarse de momento

En otros lados del espectro político canario tampoco tienen del todo claro cuáles pueden llegar a ser las consecuencias más inmediatas. En el PSOE, sus actuales socios de gobierno, explicaron a este periódico que por el momento prefieren no hacer declaraciones de lo ocurrido. Si Nueva Canarias no pudiera presentarse a las próximas elecciones, dejaría coja la coalición. Esta situación fue aprovechada por el PP para pedir el cese del vicepresidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, por pertenecer a la ya extinta formación. Lo reclamó el senador popular por Gran Canaria, Sergio Ramos, que cuestionó si el también consejero de Hacienda podía "seguir llevando las cuentas de todos los canarios" cuando "no es capaz" de presentar las de su partido.

Pero Rodríguez descarta dimitir. "Esto no afecta en absoluto al funcionamiento de las instituciones ni a la representación en ayuntamientos, cabildos y Gobierno de Canarias", afianzó, mostrándose ante los medios convencido de que lograrían restituir la situación y garantizando que "el espacio político que representamos seguirá siendo decisivo en el mapa político de Canarias". Y es precisamente eso, un espacio político, lo que en todo caso parece que podrá conservarse. Nueva Canarias, o al menos la marca que conocíamos, ya no existe.