Sánchez reclama a Bosnia que acometa las reformas para "desbloquear" su estatus de candidato a la UE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reclamado este sábado desde Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), un esfuerzo a este país para "acelerar las reformas" necesarias para que pueda aquirir el estatus de candidato a formar parte de la UE. "Deben recorrer esa milla extra para hacerlo posible", afirmaba.

El jefe del Ejecutivo, en mitad de su gira por los Balcanes Occidentales, ha reiterado el "apoyo total y profundo de España" a la integración de estos países en el club comunitario, y ha pedido a Bruselas que "afronte la ampliación con un sentido de urgencia". Mientras que Ucrania recibió la consideración de candidato hace poco más de un mes, hay países como Serbia que llevan 10 años esperando a superar este estatus —que tardó tres años en conseguir—, para ser miembro de pleno derecho de la UE

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Sánchez ha aterrizado en Sarajevo pasadas las 11.30 horas de este sábado, para cruzar la Mese Selimovica, conocida como la avenida de los Francotiradores desde el asedio de Sarajevo, que durante casi cuatro años paralizó y asoló la capital bosnia. En la sede de la Presidencia Bosnia, Sánchez se ha reunido con los tres integrantes de la presidencia colegiada de este país: Sefik Dzaferovic, Zeljko Komsic y Milorad Dodik.

Dzaferovic, presidente rotatorio al frente del mando tripartito, ha acompañado a Sánchez tras la reunión, en una comparecencia institucional sin preguntas. La gira por los Balcanes Occidentales, que aún debe pasar por Macedonia del Norte, Montenegro y Albania, tiene un común denominador: el apoyo de España al proceso de integración en la UE de los cinco países que el presidente debe visitar hasta el lunes.

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En esta larga carrera hacia el club europeo, que obliga a acometer importantes reformas a los estados que quieran postularse, Bosnia es el más rezagado de todos los países balcánicos que el jefe del Ejecutivo visitará en su gira. Presentó su solicitud de adhesión a la UE el 15 de febrero de 2016, pero todavía no se le ha concedido el estatuts de candidato.

Tras su paso por la Presidencia, Sánchez se ha trasladado hasta la Biblioteca Nacional de Bosnia, hoy además sede del Ayuntamiento de Sarajevo. La imagen de la Biblioteca destruida, y de su posterior reconstrucción, es una de las más icónicas de la guerra que siguió a la desintegración de la antigua Yugoslavia.

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Por la tarde, se espera que el jefe del Ejecutivo rinda homenaje a los 23 soldados españoles que perdieron la vida durante la guerra en este país, con una ofrenda floral en la Plaza del Rey, en Mostar. Hasta 46.000 militares españoles participaron en distintas misiones en este país desde la guerra. Esta etapa del viaje es, además, la que más "ilusiona" al propio presidente, que ya conoció en primera persona la realidad de este país entre los años 1997 y 1999, como asesor de Carlos Westendorp, entonces representante de las Naciones Unidas para Bosnia. Y es esta etapa, con un paseo por el mítico Stari Most, el Puente Viejo de Mostar, la que condensará una mayor carga simbólica y emocional.

Durante la mañana, como colofón a su visita a Belgrado, Sánchez se reunió con el presidente de la Asamblea Nacional de Serbia, Ivica Dačić. El presidente del Gobierno que gozó de un recibimiento con todos los honores el viernes, con más de 3.000 banderas de España —y otras tantas de Serbia— alfombrando kilómetros de las calles de la ciudad, afirmó que la guerra en Ucrania ha servido para tener claro quiénes deben tener acceso al club de los 27.

Y, aunque Sánchez explicitó el apoyo de España a las sanciones de la UE a Rusia en represalia por la invasión de Ucrania, frente a su homólogo y anfitrión, en segundo plano quedó el rechazo de Serbia a las sanciones a Moscú. Los "lazos", entre Rusia y Serbia son importantes, como reconocían desde Moncloa, pero en su visita quedaban prácticamente fuera del radar. Todo era agradecimiento, celebración, y promesas de integración europea.