Feijóo se hace fuerte entre los votantes de Vox: casi un 30% le prefiere como presidente
El barómetro de julio del CIS acentúa el trasvase de voto del partido de Abascal hacia el PP: un 28% escogería la papeleta de los populares, 10 puntos más que en el mes de junio
Alberto Núñez Feijóo se irá este año de vacaciones con buenas sensaciones. El líder del PP ha ordenado a los suyos mantener la calma y no caer en una excesiva euforia, pero las encuestas dibujan una tendencia positiva que complica la tarea del disimulo en algunos mandos de la cúpula. Por primera vez desde 2018, el CIS situó al PP como primera fuerza política, cuatro puntos por encima de Sánchez en intención directa de voto. Génova mantiene la prudencia respecto a la 'cocina' de José Félix Tezanos, pero las 'tripas' del último barómetro del instituto público plantean otra conclusión: el trasvase de voto al PP no viene solo de Ciudadanos y del PSOE, sino que, en buena medida, procede también de Vox.
El partido liderado por Santiago Abascal cayó por primera vez al cuarto puesto del tablero político tras adelantarlo Unidas Podemos, cuyo éxito electoral dependerá en gran parte de la fragmentación de la marca y del impulso que logre Yolanda Díaz con su plataforma. Hace tiempo que Vox no compra la estimación de voto del CIS —el partido 'verde' llegó a querellarse contra Tezanos por malversación de fondos— pero, más allá de ese porcentaje, las entrevistas con recuerdo de voto resultan elocuentes respecto a la tendencia que se ha dibujado en el bloque de la derecha desde la crisis del PP y la irrupción de Feijóo en Génova.
El barómetro de julio revela que casi el 30% de los votantes que apostaron por Vox en las últimas elecciones generales prefiere a Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente del Gobierno, a tan solo 10 puntos de dar el sorpaso a Santiago Abascal, al que sigue viendo con perfil de presidente casi el 40% de sus electores. A la inversa, solo el 3,3% de votantes del PP prefiere al mandatario de Vox en Moncloa antes que a su propio líder (71,3%).
Según el CIS, el jefe de la oposición se ha consolidado como referente en el bloque de la derecha y ha ganado fuerza en importantes sectores del electorado de Vox, el desafío que Pablo Casado no logró alcanzar. De hecho, el porcentaje de votantes que en 2019 confiaron en Abascal, pero que ahora prefieren a Feijóo como presidente del Gobierno, ha ido creciendo mes a mes. En abril, nada más quedar ratificado como nuevo líder del PP, esa cifra se situaba en el 13,4%. Se incrementó tres puntos en el barómetro de mayo (16%) y siguió creciendo en junio (22,3%), a las puertas de las elecciones andaluzas. Por comparar, en enero de 2022, cuando al terremoto del PP aún le quedaban unas semanas para estallar, el porcentaje de votantes de Vox que prefería a Pablo Casado en Moncloa no alcanzaba ni el 10%.
El 'pinchazo' de Macarena Olona en Andalucía trajo consigo el primer varapalo de Vox en unas elecciones desde su irrupción nacional —aumentaron su representación en dos escaños, pero se quedaron muy lejos de sus previsiones—, mientras que el modelo de Alberto Núñez Feijóo quedó ratificado por una contundente mayoría absoluta de su acólito Juanma Moreno. El perfil político del gallego, pese a la distancia ideológica que le separa de Abascal en ciertas materias, gusta también entre los electores más conservadores, que aprueban con un 5,8 a Feijóo. El CIS revela también que el 56,2% de los adscritos a la papeleta de Vox tiene mucha o bastante confianza en el nuevo jefe de la oposición.
El estancamiento de Vox en Andalucía ha tenido su reflejo en el instituto público y, más allá del alto perfil del gallego, la última encuesta señala que si mañana hubiese elecciones, el 28% de los electores de Abascal optaría por la papeleta del PP, 10 puntos por encima respecto al mes de junio, cuando ese trasvase se situó en el 18,3%. En un hipotético adelanto electoral, el PP se alimentaría de la mayoría de papeletas de Ciudadanos —56,8%—, pero también abriría las puertas a votantes del PSOE —8,3%— y, en menor medida, del PNV —4,6%—. A la inversa, solo habría fugas significativas del PP hacia Vox, pero se quedarían en un exiguo 5,6% del voto.
En unas hipotéticas elecciones, el PP se alimentaría del 56,8% de votantes de Ciudadanos, del 28% de Vox y del 8,3% del PSOE
En la cúpula de la formación dirigida por Santiago Abascal, mantienen su escepticismo respecto al ritmo que marcan las encuestas, y defienden que lo sucedido en Andalucía no marca un precedente respecto a la tendencia de crecimiento que atisban en la esfera nacional. Pero el cambio de ciclo político inaugurado en Andalucía no solo ha reverberado en el CIS, sino también en recientes sondeos de casas demoscópicas privadas. Por ejemplo, la última entrega de IMOP-Insights para El Confidencial avala el moderado crecimiento de Vox —mejoraría su resultado en tres escaños— frente al impulso del PP, que incrementaría en 40 el número de diputados respecto a las generales de 2019.
Con todo, Feijóo seguirá necesitando a Abascal para llegar a Moncloa, y en esa necesidad reside precisamente la fuerza de Vox. Sin embargo, Génova cree que el 19-J marcó un precedente y puso encima de la mesa la posibilidad de lograr nuevos gobiernos autonómicos y alcaldías sin que Vox tenga cuota de poder, incluso aunque no se llegue a la mayoría absoluta. La máxima que mantienen en la dirección nacional es que si su marca logra sumar más que la izquierda, no permitirán a los de Abascal entrar en sus gobiernos. Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno gobiernan en solitario por cumplir con esa norma; Alfonso Fernández Mañueco, no.
Alberto Núñez Feijóo se irá este año de vacaciones con buenas sensaciones. El líder del PP ha ordenado a los suyos mantener la calma y no caer en una excesiva euforia, pero las encuestas dibujan una tendencia positiva que complica la tarea del disimulo en algunos mandos de la cúpula. Por primera vez desde 2018, el CIS situó al PP como primera fuerza política, cuatro puntos por encima de Sánchez en intención directa de voto. Génova mantiene la prudencia respecto a la 'cocina' de José Félix Tezanos, pero las 'tripas' del último barómetro del instituto público plantean otra conclusión: el trasvase de voto al PP no viene solo de Ciudadanos y del PSOE, sino que, en buena medida, procede también de Vox.