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Las 460 excavaciones y 60.000 fósiles de dinosaurios en Teruel que la hacen la meca de la paleontología 
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Análisis científico en Dinópolis

Las 460 excavaciones y 60.000 fósiles de dinosaurios en Teruel que la hacen la meca de la paleontología 

Teruel es en el centro de la dinosaurología desde hace décadas con Dinopolis como protagonista y tras hallar el rastro del mayor gigante de Europa, de 147 millones de años, 38 metros de longitud y 47 toneladas de peso

Foto: Dinópolis alberga espacios de investigación y estudio durante la reconstrucción ósea de los dinosaurios. (EFE)
Dinópolis alberga espacios de investigación y estudio durante la reconstrucción ósea de los dinosaurios. (EFE)

Hace más de 150 millones de años —que se dice pronto—, Teruel era el lugar donde habitaban una gran mayoría de los dinosaurios de la península. El clima monzónico del este peninsular era el idóneo: zonas costeras con dos estaciones, seca y húmeda, muy diferenciadas. Por todo ello, a día de hoy, la paleontología de medio mundo ha puesto la mirada en el territorio turolense para averiguar cómo vivían estos gigantes y cuáles eran las particularidades que lo hacen la meca del hallazgo de fósiles o icnitas (huellas fosilizadas) de estos reptiles extinguidos.

El protagonista de todas las investigaciones es Dinópolis, un centro impulsado por el Gobierno aragonés en el año 2001 y que es toda una referencia mundial. El análisis científico de los restos encontrados con una antigüedad de millones de años ha hecho de Dinópolis el gran centro científico y parque turístico de Europa sobre dinosaurios. Algo así como un Jurassic Park del Viejo Continente. En total, han sido más de 460 nuevos yacimientos de vertebrados en 45 municipios de la provincia turolense y se han recuperado más de 30.000 nuevos fósiles que, junto a otros tantos todavía por analizar, hacen un total de 60.000 fósiles incluidos en sus fondos documentales.

Foto: Una nueva especie de dinosaurio de grandes dimensiones es hallada en el Pirineo catalán (Instituto Catalán de Paleontología)

En contexto, la importancia de Teruel en el mundo de la paleontología se inició con el descubrimiento del primer dinosaurio de España y se consolidó con el descubrimiento del mayor gigante de Europa. En cifras, 10 de los 26 dinosaurios más reconocidos proceden de Teruel, donde el 28% de los nuevos dinosaurios españoles han sido hallados en esta provincia.

Este 'boom' de hallazgos e investigaciones sobre los dinosaurios sucedió de casualidad. Nadie esperaba que el inicio de esta aventura en busca de las huellas perdidas de los dinosaurios se iniciara con un aficionado a los fósiles al descubrir un hueso de diferentes dinosaurios en el pequeño municipio de Galve (Teruel). Ahí se abrió la brecha para crear toda una industria de la paleontología en la provincia y lograr que Teruel sea la meca de esta ciencia.

Teruel, la meca de la paleontología

Hace millones de años, diferentes especies de dinosaurios habitaron en territorio turolense y ahora están siendo objeto de investigación por paleontólogos de todo el mundo. No hay semana que no se descubra un fósil, pisada o resto de algún extinto dinosaurio para seguir sus huellas. Los estudios desarrollados en tierras turolenses se enmarcan en el final de Jurásico y la entrada del Cretácico. Precisamente, el estudio publicado en la revista científica 'Journal of Iberian Geology' determinó que el registro sedimentario del este de España se debe ceñir al tránsito Jurásico-Cretácico o en el Cretácico Inferior; y donde vivían los dinosaurios hallados más emblemáticos y popularmente conocidos, como el 'Aragosaurus', 'Losillasaurus' y 'Turiasaurus', que han sido hallados en Teruel. Un territorio que estaba formado por dunas eólicas y grandes llanuras de inundación, así como con una vegetación abundante y con gran variedad de ríos y lagos de agua dulce.

En la localidad turolense de Galve, donde todo empezó, se identificó a la primera especie de dinosaurio definida en España, el 'Aragosaurus ischiaticus'. O, también, se logró hallar el 'Galvesaurus herreroi', el más antiguo de Europa con sus 152 millones de años de antigüedad. Otro dinosaurio turolense es el 'Tastavinsaurus sanzi', descubierto en 1997 en Peñarroya de Tastavins y que, hasta la fecha, es el saurópodo del Cretácico mejor conservado del continente. Se encontró su cola completamente intacta: estaba articulada y sin ninguna fractura. El director gerente de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, reconoce que "la presencia de dinosaurios de tamaño tan diverso en tan poco espacio es muy relevante e inusual". Junto a ello, sabe de la importancia que tiene Teruel para la paleontología porque "era el centro de los dinosaurios en la península y gran parte de Europa. Hay especies que guardan muchísima relación con otros dinosaurios de África o Norteamérica".

placeholder Recreación del 'Aragosaurus', el dinosaurio hallado en la provincia de Teruel. (Cedida)
Recreación del 'Aragosaurus', el dinosaurio hallado en la provincia de Teruel. (Cedida)

Por ejemplo, a finales de 2019 se logró encontrar los restos fósiles de un dinosaurio de 20 metros de largo, lo que suponía uno de los hitos más destacados de los últimos años en Europa. Este descubrimiento estaba relacionado con una serie de dinosaurios llamados 'los lagartos terribles', que dominaron la tierra durante la transición del Jurásico al Cretácico. Este hito no ha sido el único. Solo en la provincia se han identificado hasta 10 especies de dinosaurio, además de dos pisadas fósiles particulares y un tipo único de huevos de dinosaurio. Por ejemplo, durante el año 2003, uno de los hallazgos más sorprendentes y que llamó la atención de la comunidad internacional fue el descubrimiento en Riodeva del 'Turiasaurus riodevensis', el dinosaurio conocido más grande de Europa que vivió hace 147 millones de años, tenía 38 metros de longitud y pesaba 47 toneladas de peso.

Estos hallazgos no hubieran sido posibles sin el paraguas de Dinópolis, el centro de investigación financiado por el Gobierno de Aragón y que, junto a la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, han dado brillo e importancia a la ciencia que estudia la vida de estas extraordinarias criaturas, y que nadie nunca pensó que Teruel fuera uno de los centros mundiales para su estudio.

Queda lo mejor por descubrir

El subsuelo turolense aún tiene que dar más alegrías en forma de dinosaurio. Por el momento, a pesar del gran volumen de hallazgos en la zona, en los yacimientos de fósiles más importantes solo se ha excavado el 5% de lo que hay por descubrir. La cifra de enclaves con fósiles de dinosaurio identificados supera los 500. Esto, según fuentes científicas, se debe a una conservación extraordinaria de los restos que tienen más de 150 millones de años debido a las buenas condiciones geológicas y climatológicas de la provincia.

La realidad de ahora dista mucho de lo que era la provincia hace más de tres décadas en el hallazgo de restos de dinosaurios. España nunca fue un adelantado al estudio de la dinosaurología en el siglo pasado, pero, desde que emprendió el camino, no ha hecho más que copar las portadas de las revistas más prestigiosas del sector. El cráneo de 'Proa valdearinnoensis' encontrado en la localidad de Ariño (Teruel) fue portada de la revista americana 'Journal of Comparative Neurology' con un artículo, publicado por varios especialistas de distintos países, que logró revelar el tamaño del encéfalo de este dinosaurio vegetariano. Hasta el momento, solo en la mina de lignito de esta localidad de Teruel se han hallado sus fósiles. Este hallazgo deslumbró a la comunidad científica junto a otro en la misma localidad que tuvo un gran impacto, el descubrimiento del yacimiento de huesos y ámbar, donde se han excavado hasta la fecha 163 concentraciones de vertebrados.

placeholder Restos óseos de dinosaurios hallados en un yacimiento de Teruel. (Cedida)
Restos óseos de dinosaurios hallados en un yacimiento de Teruel. (Cedida)

Recientemente, en una nueva investigación publicada en la revista científica 'Journal of Iberian Geology', se publicó en detalle el hallazgo de varios fósiles de vértebras cervicales, dorsales, sacras y caudales de tres dinosaurios ornitópodos (con pie de ave) del yacimiento turolense de Cabra de Mora. Un estudio que sentencia algo que aún no se había confirmado: la frecuente presencia de estos dinosaurios en los humedales costeros de la época Hauteriviense-Barremiense (Cretácico Inferior), el momento de mayor existencia de dinosaurios en la provincia de Teruel.

Hace más de 150 millones de años —que se dice pronto—, Teruel era el lugar donde habitaban una gran mayoría de los dinosaurios de la península. El clima monzónico del este peninsular era el idóneo: zonas costeras con dos estaciones, seca y húmeda, muy diferenciadas. Por todo ello, a día de hoy, la paleontología de medio mundo ha puesto la mirada en el territorio turolense para averiguar cómo vivían estos gigantes y cuáles eran las particularidades que lo hacen la meca del hallazgo de fósiles o icnitas (huellas fosilizadas) de estos reptiles extinguidos.

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