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Sánchez y Aragonès acuerdan reunir la mesa de diálogo en Madrid a finales de este mes
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ENCUENTRO EN EL PALACIO DE LA MONCLOA

Sánchez y Aragonès acuerdan reunir la mesa de diálogo en Madrid a finales de este mes

Con este acuerdo se da salida a las reclamaciones del Govern, aunque habrá que completarlas con contenido, pues el compromiso pasa por acudir con propuestas para buscar una solución "al conflicto político"

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), durante su encuentro con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, este viernes en el Palacio de la Moncloa. (EFE/Emilio Naranjo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), durante su encuentro con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, este viernes en el Palacio de la Moncloa. (EFE/Emilio Naranjo)

El encuentro de este viernes en el Palacio de la Moncloa entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se ha cerrado con un acuerdo para poner fecha a la mesa de diálogo. Se celebrará la última semana de julio en Madrid. Este foro no se reunía desde el pasado 15 de septiembre, cuando las delegaciones de ambos gobiernos se reunieron en Barcelona. Será la tercera reunión de la mesa y la segunda de esta legislatura, con Aragonès al frente de la Generalitat.

En el encuentro participarán las delegaciones, pero no estarán presentes ni Sánchez ni Aragonès. Con este acuerdo se da salida a las reclamaciones de mínimos del Govern, aunque habrá que completarlas con contenido, pues el compromiso pasa por acudir con propuestas para buscar una solución "al conflicto político". Desde Moncloa hacen hincapié en que dichas propuestas deben ser representativas de mayorías sociales "amplias y transversales", descartando así que atienda a demandas solo del independentismo.

Los republicanos mantienen sus reivindicaciones de máximos, que pasan por la autodeterminación y la amnistía, mientras que desde el Ejecutivo rechazan ambas vías para exigir salidas dentro del marco constitucional. "Este Gobierno tiene clara su vocación en defensa del Estado autonómico y el título octavo de la Constitución", ha valorado en rueda de prensa tras el encuentro la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, para señalar que "es posible seguir avanzando en el perfeccionamiento del Estado Autonómico". Al mismo tiempo, el Gobierno es consciente de su dependencia de los apoyos de ERC para garantizar la estabilidad parlamentaria y sacar adelante los Presupuestos del próximo año, que le garantizarán llevar a término la legislatura. El mensaje que se traslada desde Moncloa es que mientras dure el diálogo más se alejarán las pulsiones unilaterales del independentismo.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (EFE/Kiko Huesca)

Tras la última reunión de la mesa de diálogo, ambos mandatarios constataron que sus posiciones de partida estaban "muy alejadas". Nuevamente, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha reconocido que "estamos en posiciones muy distintas" y con "diferencias enormes", enfatizó. Nada parece haber cambiado ahora, más allá de redoblar la apuesta por seguir manteniendo vivas las relaciones y la búsqueda de soluciones. "El Ejecutivo siempre ha sostenido que el modelo recogido en la Constitución es el único marco posible para reconocer la enorme y rica diversidad del país, consolidar derechos y garantizar la convivencia de una sociedad plural como la catalana", defendió entonces Sánchez.

La autodeterminación y la amnistía son líneas rojas para Moncloa. Su mantra sigue pasando por la denominada 'agenda del reencuentro', que excluye la celebración de un referéndum, como el punto de partida para la mesa de diálogo. Un total de 44 puntos en los que se incluyen desde la financiación autonómica a políticas sociales o inversión en infraestructuras. Una agenda que se entiende que recobra más fuerza por el cambio de prioridades en el actual contexto económico.

Foto: Sánchez recibe a Aragonès en la Moncloa. (EFE/Emilio Naranjo)

Agendando la mesa de diálogo para finales de este mes, se insufla cierto oxígeno legitimador a un debilitado Aragonès, por las presiones de sus socios de JxCat, y muestra una confabulación entre el presidente del Gobierno y el máximo mandatario de la Generalitat. La máxima pasa por preservar el diálogo frente a los sectores más intransigentes tanto dentro del independentismo como del constitucionalismo. El 'president' de la Generalitat siempre ha tratado de mantener a flote su estrategia negociadora a pesar del choque con JxCat y la división dentro del independentismo, como quedó patente con el rechazo de los posconvergentes durante el debate sobre el estado de la nación a la celebración de la mesa de diálogo. Para el Ejecutivo, con todo, sería deseable que las delegaciones que participen en el encuentro estén representadas por las fuerzas que forman parte de la coalición del Govern.

Si el cara a cara entre Sánchez y el protavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el debate sobre el estado de la nación fue uno de los más intensos y con reproches cruzados, la recomposición de las relaciones con los republicanos comienza a tener eco en las mesas de negociación. En el pleno escoba de este jueves, los republicanos ya demostraron una recomposición de las relaciones al apoyar todas las medidas del Ejecutivo, incluido el decreto anticrisis, tras votar en contra del primero, y abstenerse en la ley de memoria histórica en contra de la sensibilidad de los sectores del partido que ha trabajado en esta materia.

El acercamiento materializado este viernes es fruto de los trabajos previos que vienen realizando el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y su homóloga en la Generalitat, Laura Vilagrà. Ambos ya sellaron la pasada semana un 'Acuerdo marco para el diálogo y la negociación'. Entre otras cuestiones, se incluía el compromiso de dar salida a la principal reivindicación de los republicanos. Esto es, convocar la mesa de diálogo "para la resolución del conflicto político". "La voluntad de las partes es celebrar un mínimo de dos reuniones públicas de la mesa en lo que queda del año 2022, con acuerdos en cada una de dichas reuniones", recogía el acuerdo previo ratificado hoy en Moncloa entre Sánchez y Aragonès.

El encuentro de este viernes en el Palacio de la Moncloa entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se ha cerrado con un acuerdo para poner fecha a la mesa de diálogo. Se celebrará la última semana de julio en Madrid. Este foro no se reunía desde el pasado 15 de septiembre, cuando las delegaciones de ambos gobiernos se reunieron en Barcelona. Será la tercera reunión de la mesa y la segunda de esta legislatura, con Aragonès al frente de la Generalitat.

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