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El Gobierno llega dividido al debate de la nación: Sánchez ningunea a Díaz
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Tensión en el Ejecutivo

El Gobierno llega dividido al debate de la nación: Sánchez ningunea a Díaz

La vicepresidenta segunda ha vuelto a reclamar a la Moncloa la llamada que espera desde el aumento de 1.000 millones en el gasto en Defensa. Al PSOE no le han gustado las palabras de Díaz sobre la "falta de alma" en el Gobierno

Foto: Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Emilio Naranjo)
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Emilio Naranjo)
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No han sido capaces de cuadrar agendas para reunirse en toda una semana, y llegan al debate sobre el estado de la nación sin resolver sus diferencias. Incluso, sin que el PSOE haya hecho un gesto que permita a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mostrar que no ha sido ninguneada por Pedro Sánchez, y que el presidente quiere llegar al debate presumiendo de unidad.

El socio mayoritario del Gobierno de coalición, el Partido Socialista, ha dejado pasar una semana desde que la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo reclamara una reunión "urgente" de la Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo entre ambas fuerzas, el espacio destinado a resolver las diferencias cuando los decibelios sobrepasan el umbral de lo razonable. En esta ocasión, el detonante fue el aumento de 1.000 millones de euros de gasto en Defensa, así como la necesidad de promover medidas para paliar los efectos de la inflación, pero la crisis en la coalición tiene muchas otras aristas, desde la muerte de una treintena de migrantes en la frontera de Melilla, en junio, a la reclamación de Unidas Podemos de impulsar más políticas sociales.

Foto: El presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El PSOE no ha encontrado este momento desde el pasado martes, y fuentes de la Moncloa y del grupo parlamentario socialista en el Congreso aseguraron que tampoco estaba previsto este encuentro durante la tarde del lunes. Sánchez y Díaz, además, tampoco se han visto en privado en el Consejo de Ministros de este lunes, adelantado para no coincidir con el debate en el Congreso de los Diputados.

Horas después de la reunión del Ejecutivo, Díaz no tiraba la toalla y seguía reclamando una reunión a su socio antes del debate: "A estas horas, no tengo respuesta de la Presidencia del Gobierno", "supongo que a lo largo del día nos dirán algo". Desde el PSOE, por su parte, daban la callada por respuesta.

Díaz: "No tengo respuesta; supongo que a lo largo del día nos dirán algo"

No ha sentado bien el toque de atención de Díaz. Desde el PSOE lo achacan, en parte, a la presentación de su proyecto político, Sumar, y a la necesidad de poner pie en pared en una semana en que Unidas Podemos tuvo que asumir este gasto extraordinario en Defensa, ya aprobado en Consejo de Ministros. También debió digerir que no puede impedir el aumento de los destructores estadounidenses en la Base Naval de Rota, ni siquiera votando en contra, como ya ha dicho que hará.

Y tampoco han gustado en el PSOE las palabras de Díaz sobre la "falta de alma" del Ejecutivo, en una entrevista en 'El País' el fin de semana. "El Gobierno trabaja con corazón e inteligencia", respondía este lunes la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

Casi de forma paralela, Díaz intentaba precisar sus palabras: "Tenemos que sensibilizarnos con el malestar social", decía, "algo más que legislar", por la "desafección" que percibe en la calle: "Nos toca empatizar mucho con el malestar social", apuntaba.

Foto: Las ministras Irene Montero y Ione Belarra, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Emilio Naranjo)

Sánchez llega así al debate sin haber concedido públicamente a su vicepresidenta ninguna nueva medida que le ayude a superar el trago que han supuesto sus nuevas decisiones en materia de defensa, y sin siquiera permitirle lucir la fotografía del reencuentro. Además de los frentes ya citados, Unidas Podemos reclama desde hace días nuevas medidas sociales a Sánchez —incluido un aumento de gasto de 10.000 millones, para un fondo de sanidad y educación—, y presiona para desatascar dos medidas que permanecen varadas en la cámara: la ley de vivienda y la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza.

Según Podemos, además, el desbloqueo de estas iniciativas es una condición indispensable para contar con su apoyo a los presupuestos generales del Estado para 2023, que el Ejecutivo debe empezar a negociar en las próximas semanas, para que arranque su tramitación en el Congreso entre los meses de septiembre y octubre. En este sentido, el portavoz del partido morado, Javier Sánchez, advertía este lunes de que las próximas cuentas públicas no pueden "defraudar" socialmente, porque no podrían revalidar el Gobierno en las próximas elecciones: "Si en los próximos presupuestos defraudamos a la gente, serán los últimos que hagamos", alertaba.

Podemos rebaja sus reclamaciones: bastaría con un encuentro Sánchez-Díaz

Podemos, por su parte, ha rebajado la exigencia de la vicepresidenta segunda de convocar esta comisión, y en su lugar ha dejado la puerta abierta a un encuentro entre Díaz y el presidente del Gobierno para limar asperezas, liberando a su socio del PSOE de acudir a los cauces establecidos en el acuerdo de coalición.

"No sabemos a qué nivel va a ser esa reunión, si va a ser en cuanto a partidos, o si va a ser directamente la vicepresidenta con el presidente del Gobierno", afirmaba este lunes Javier Sánchez, en rueda de prensa.

La semana pasada, la vicepresidenta pulsó el botón del pánico al reclamar la convocatoria de esta comisión, que apenas se ha reunido en media docena de ocasiones en lo que va de legislatura, ninguna este año. En privado, fuentes del grupo parlamentario admiten que la comisión tiene una parte importante de escenificación; las grandes diferencias, como norma general, las dirimen Sánchez y Díaz en privado.

No obstante, la vicepresidenta reclamó específicamente una reunión "urgente" de la comisión, y posteriormente el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, reclamó que tuviera lugar antes del martes 12 de julio, para llegar al debate habiendo reconstruido la imagen de unidad en el Gobierno de coalición. Una semana después, Sánchez no ha respondido a sus reclamaciones.

No han sido capaces de cuadrar agendas para reunirse en toda una semana, y llegan al debate sobre el estado de la nación sin resolver sus diferencias. Incluso, sin que el PSOE haya hecho un gesto que permita a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mostrar que no ha sido ninguneada por Pedro Sánchez, y que el presidente quiere llegar al debate presumiendo de unidad.

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