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Pinchazo anti OTAN: 2.000 personas protestan por el "imperialismo" de Sánchez y los migrantes muertos
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POCO ÉXITO DE CONVOCATORIA

Pinchazo anti OTAN: 2.000 personas protestan por el "imperialismo" de Sánchez y los migrantes muertos

A la manifestación apoyada por IU y Podemos se le queda grande la calle en su intento de reeditar el ‘No a la Guerra’ contra el Gobierno en las protestas contra la cumbre en Madrid

Foto: Manifestación en contra de la OTAN en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)
Manifestación en contra de la OTAN en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)

Se le quedó grande la calle al movimiento anti OTAN, que estuvo lejos de llenar el ambicioso recorrido habilitado para su manifestación por el centro de Madrid contra la cumbre de la Alianza Atlántica. El acto central de las protestas apenas reunió a poco más de 2.000 personas a lo largo de los tres kilómetros que separan la glorieta de Atocha de la Plaza de España de Madrid pasando por la Gran Vía. Amparados en el espíritu antibelicista del "No a la Guerra" que hace 20 años colapsó ese mismo escenario, los mensajes se dirigieron esta vez contra un Gobierno de izquierdas y el presidente socialista, Pedro Sánchez. La denuncia por los migrantes muertos este viernes en Marruecos o las críticas por los gastos en materia militar protagonizaron los gritos de una marcha marcada por la discreta asistencia.

placeholder Pancartas de 'OTAN no', 'Bases fuera' y 'Gobierno cómplice'. (Foto: A.R.)
Pancartas de 'OTAN no', 'Bases fuera' y 'Gobierno cómplice'. (Foto: A.R.)

Los gritos de "¿Gobierno progresista? ¡Gobierno imperialista!" O "¡OTAN asesina, Gobierno cómplice!" se mezclaron durante todo el recorrido con una enmienda de los asistentes a la política exterior del presidente y su respaldo a las fuerzas de seguridad marroquíes: "¡Sánchez, capullo, el Sahara no es tuyo!", "¡sus gendarmes asesinan y Sánchez los admira!". En el capítulo de banderas se impuso con claridad la hoz y el martillo, seguida de la tricolor republicana y las del 'No a la guerra'. También había un señor que portaba la bandera rusa. A unos metros de distancia, un grupo se arrancaba con un cántico dirigido a las ministras del Gobierno: "Esas ministras que van de feministas/ pero que apoyan la guerra imperialista/ No las queremos/ no a la guerra/ la clase obrera es una y sin fronteras".

Foto: Gabriel Flores. (Cedida)

Los convocantes comunicaron hace días la concentración ante la Delegación de Gobierno de Madrid y fijaron una previsión de 5.000 asistentes. La realidad se quedó muy por debajo de esa cifra. No llegaron ni a la mitad. El dato facilitado a este periódico por la Policía situó la asistencia en apenas 1.500 personas una hora después del inicio. Eso a pesar de que contaban con el apoyo de Izquierda Unida y Podemos, incluso de sus cargos en el Gobierno de coalición. El Partido Comunista había facilitado el traslado en autobús desde distintos puntos de España, pero no fue suficiente siquiera para cumplir sus expectativas. El espacio que dejaban los grupos de manifestantes en las calles cortadas, lo aprovechaban algunos vecinos para hacer deporte en el centro de la capital.

placeholder Manifestación en contra de la OTAN celebrada este domingo en Madrid. (Foto: A.R.)
Manifestación en contra de la OTAN celebrada este domingo en Madrid. (Foto: A.R.)

A la altura del Jardín Botánico, alguien colgó una pancarta en la que aparecían tachados las siglas de IU, el Partido Comunista de España (PCE) y Podemos junto a la cara del secretario de Estado para la Agenda 2030 del Gobierno que organiza la cumbre, Enrique Santiago. Este dirigente es el actual líder del PCE y uno de los que más se significó a favor de esta manifestación y contra la expansión de la OTAN en el este de Europa. Pero la pancarta le recordaba la incompatibilidad de ambas posturas con unas palabras suyas: "Si formamos parte de una organización internacional, hay obligaciones".

"La concentración ha sufrido una persecución mediática. Va a ser una manifestación pacífica"

La seguridad se hizo notar desde los inicios con un helicóptero omnipresente en las alturas cuyo sonido competía con los gritos de las consignas y con decenas de furgonetas de los antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los agentes registraron las mochilas a la salida del metro, también a aquellos que se citaron media hora antes del arranque en la Cuesta de Moyano, el sector más beligerante, según los informes policiales previos. El mismo protocolo se repitió cuando ese grupo accedía al Paseo del Prado a iniciar la marcha.

A un grupo de manifestantes entre los que estaba el fundador de Podemos y eurodiputado Miguel Urbán les impidieron portar los mástiles de madera de sus pancartas. "Buscadnos al final y os las devolvemos". Un señor de más edad con una gorra del Che y bandera tricolor, quizá testigo de las manifestaciones de hace unas décadas contra la entrada en la OTAN, vaticinaba antes de empezar que de haber problemas, sería al acabar. Al inicio, uno de los organizadores ha hecho también un llamamiento a evitar incidentes: “Esta concentración ha sufrido una persecución mediática y aún así estamos aquí. Va a ser una manifestación pacífica. Cualquier provocación será responsabilidad exclusiva de la Delegación de Gobierno y la policía”.

Foto: Protestas contra la OTAN en Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

Entre los asistentes abundaban los grupos de jóvenes con estética y mensajes antifascistas en sus camisetas mayoritariamente negras. También nostálgicos de la causa antiimperialista, una izquierda vintage de melenas canosas que celebraba reencontrarse con algún viejo compañero de militancia años después en la misma lucha pero mucho menos multitudinaria ya. "A ver compañera, muchas cuerdas vocales que hay que gritar mucho mensaje antimperialista", se escuchaba desde uno de los megáfonos con poco éxito de convocatoria. En la Gran Vía los turistas preguntaban qué era eso o se hacían selfis con las banderas comunistas de fondo. Uno de los manifestantes pedía llevarse los McDonald's y otros en una marquesina montaban un stand donde vendían merchandising de Marx, Engels y Lenin.

placeholder Stand donde vendían merchandising de Marx, Engels y Lenin. (Foto: A.R.)
Stand donde vendían merchandising de Marx, Engels y Lenin. (Foto: A.R.)

A la altura de la plaza de Cibeles, otro de los organizadores tomó el micrófono para lanzar una arenga: "Denunciamos esta apuesta militarista del Gobierno de Pedro Sánchez. Aquí en el año 2003 nos manifestamos millones de personas contra la guerra". Minutos después, la Delegación de Gobierno fijaba la cifra de asistencia este domingo en 2.200 personas.

Se le quedó grande la calle al movimiento anti OTAN, que estuvo lejos de llenar el ambicioso recorrido habilitado para su manifestación por el centro de Madrid contra la cumbre de la Alianza Atlántica. El acto central de las protestas apenas reunió a poco más de 2.000 personas a lo largo de los tres kilómetros que separan la glorieta de Atocha de la Plaza de España de Madrid pasando por la Gran Vía. Amparados en el espíritu antibelicista del "No a la Guerra" que hace 20 años colapsó ese mismo escenario, los mensajes se dirigieron esta vez contra un Gobierno de izquierdas y el presidente socialista, Pedro Sánchez. La denuncia por los migrantes muertos este viernes en Marruecos o las críticas por los gastos en materia militar protagonizaron los gritos de una marcha marcada por la discreta asistencia.

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