Hammouchi, artífice del espionaje marroquí con Pegasus, se reunió con la directora del CNI

Las autoridades marroquíes se han avenido a dar explicaciones a España sobre el uso que hicieron del programa malicioso Pegasus. Abdellatif Hammouchi, el hombre que promovió el espionaje desde Marruecos con ese programa malicioso de fabricación israelí, estuvo en Madrid el 16 y 17 de junio para entrevistarse con Esperanza Casteleiro, la nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según una fuente conocedora de la reunión. "Vino a limar asperezas", detalló.

La información de su "visita de trabajo" a Madrid fue recogida la semana pasada por toda la prensa marroquí. Se reunió con sus homólogos de "la seguridad y de la Inteligencia", precisó el semanario 'L’Observateur du Maroc', dirigido por Ahmed Charai, colaborador del servicio secreto exterior marroquí (DGED), según varios documentos desvelados en 2014 y una sentencia judicial en 2015. En el Ministerio del Interior español se asegura que no tuvo ninguna cita en su sede. En el CNI, su nuevo encargado de Comunicación no respondió a las llamadas.

TE PUEDE INTERESAR

La investigación española sobre Pegasus en Israel: "No prosperará; a nadie le interesa"

P. J. Armengou. Jerusalén

Si el responsable marroquí ha dado explicaciones en Madrid, probablemente negando su culpabilidad, ahora queda pendiente de que lo hagan las autoridades de Israel. Pegasus es fabricado por la empresa israelí NSO, vinculada a sus servicios secretos (Mossad y Shinbet) y, como se trata de una ciberarma, el Ministerio de Defensa del país hebreo debe autorizar su exportación. El magistrado José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, que investiga el ciberespionaje padecido por varios miembros del Gobierno español, cursó una comisión rogatoria a Israel y otra judicial, el 7 de junio, que él mismo encabezaría. Quiere interrogar, entre otros, al presidente de NSO. Aún no tiene fecha para su desplazamiento.

Hammouchi, de 56 años, hizo escala en Madrid procedente de Washington, donde se había entrevistado con los directores de la CIA, William Burns, y del FBI, Christopher Wray. Dirige a la vez en Marruecos la Seguridad Nacional, que es la policía convencional, y la Dirección General de Supervisión del Territorio (DGST), el cuerpo secreto que, además de luchar contra el yihadismo, persigue a los opositores, periodistas incluidos. Nunca un jefe policial tuvo tanto poder en Marruecos.

TE PUEDE INTERESAR

La exjefa del CNI señaló al juez de Pegasus que el control de los móviles era de Bolaños

Beatriz Parera Iván Gil

Forbidden Stories, un consorcio de 17 grandes medios de comunicación, desveló el 18 de julio del año pasado que unos 10.000 móviles a través de todo el mundo habían sido objetivo, en 2019 y quizá después, de la Inteligencia marroquí, que utilizó Pegasus para espiarlos. La mayoría —unos 6.000— eran argelinos, pero había también unos 1.000 franceses —incluido el del presidente Emmanuel Macron y los de 14 de sus ministros— y cuatro españoles, el del periodista marroquí Ali Lmrabet, los de dos saharauis, Aminatou Haidar y Brahim Dahane y, el primero que apareció por orden cronológico, el de este periodista que escribe. Otros 200 más fueron blanco de los servicios secretos marroquíes, según informó el diario 'The Guardian' el 3 de mayo, pero aún no se conoce esa lista.

"Aldellatif Hammouchi, el espía marroquí que pone en aprietos a Francia", titulaba en portada el 21 de julio de 2021 el semanario parisino 'Le Point', señalando al alto cargo policial. "Abdellatif Hammouchi, el superpolicía de Marruecos en el corazón del escándalo Pegasus", afirmaba al día siguiente el diario digital 'Mediapart'. "Pegasus saca de la sombra al todopoderoso jefe de los servicios de Inteligencia marroquíes y cuestiona el papel de este alto funcionario de Palacio al que Francia ahora teme", añadía.

TE PUEDE INTERESAR

El espionaje marroquí en España: de Pegasus a inventar líos de faldas a Aznar

Ignacio Cembrero

Las autoridades marroquíes negaron entonces en un comunicado haber comprado y utilizado Pegasus, pero altos funcionarios franceses confirmaron, en conversaciones informales con periodistas recogidas por la prensa francesa, que el ciberataque contra los móviles tenía su origen en Marruecos. En una entrevista con el diario 'Le Monde', publicada el 27 de diciembre, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Yaïr Lapid, fue preguntado sobre si Israel había retirado la licencia de explotación de Pegasus a Marruecos. No negó que los servicios marroquíes dispusieran de ella. Contestó al diario: "Es una licencia muy estricta: hemos expuesto todo el material del que disponíamos a las autoridades francesas". Israel dio explicaciones a Francia.

La relación Francia-Israel pasó entonces por un bache, pero este quedó superado en marzo, cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, acompañó a su homólogo israelí, Isaac Herzog, a Toulouse para honrar la memoria de varios niños judíos asesinados hace una década por un terrorista. La relación de París con Rabat sigue aún deteriorada por ese episodio de espionaje. Prueba de ello es que Mohamed VI no felicitó personalmente a Macron por su reelección como presidente. El monarca llegó de vacaciones el 1 de junio a la capital francesa y a día de hoy Macron aún no le ha dado cita. En anteriores visitas privadas a París, siempre fue recibido en audiencia en El Elíseo.

Pese a prometer "transparencia", Bolaños no ha desvelado cuantos móviles de altos cargos dieron positivo en la revisión que hizo el CCN-CERT

En el ambiente de "frío polar" que caracteriza la relación franco-marroquí, como la describe la publicación 'Africa Intelligence', París rechaza conceder visados Schengen a altos ejecutivos marroquíes. Los últimos castigados fueron este mes, según esta publicación, 10 directivos de L’Office Chérifien des Phosphates, la mayor empresa pública marroquí. No consiguieron el preciado documento para participar en la feria tecnológica Vivatech en la capital gala. Los marroquíes sortean con frecuencia el obstáculo francés solicitando visados en los consulados españoles en Marruecos, según 'Africa Intelligence', una información confirmada por fuentes diplomáticas españolas no oficiales.

La infiltración con Pegasus de los móviles del presidente Pedro Sánchez y de sus ministros de Defensa e Interior —así como el intento de espiar el del titular de Agricultura— se produjeron en mayo/junio del año pasado, el momento culminante de la crisis hispano-marroquí, aunque solo fue descubierta en abril pasado, según reveló el 2 de mayo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Pese a prometer “transparencia”, Bolaños no ha desvelado cuantos más móviles de altos cargos, que no son ministros, dieron positivo en la amplia revisión que llevó a cabo esta primavera el Centro Criptológico Nacional, que depende del CNI.

TE PUEDE INTERESAR

¿Perdonará Macron a Mohamed VI por el escándalo del programa espía Pegasus?

Ignacio Cembrero

El Gobierno español no ha señalado a Marruecos como la potencia que puso en marcha el espionaje —el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, le ha incluso exculpado públicamente—, pero sí sabe que es la responsable, y no solo por las fechas en que se produjo el ciberataque. Así lo señalan informes reservados del CNI. También se le indicó a la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, cuando su móvil fue analizado, ya en junio del año pasado, y dio positivo con un 'malware'. En una entrevista publicada el 8 de junio con 'El Periódico de España', la exministra se lamentó de que todo se utilizara contra ella "en la crisis con Marruecos: escuchas, denuncias y campañas de prensa".

La Acción de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT), una prestigiosa ONG ecuménica francesa, puso dos denuncias en Francia contra Hammouchi por torturas perpetradas en Marruecos, motivo por el cual el superpolicía marroquí no pisa oficialmente Francia desde el 20 febrero de 2014. Ese día, una jueza instructora parisina le convocó durante una visita de trabajo a la capital francesa y este huyó apresuradamente del país.

Hammouchi ha sido siempre mimado por las autoridades españolas, esté en el Gobierno el Partido Popular o el PSOE. En octubre de 2014, ocho meses después de su precipitada huida de Francia, el Ministerio del Interior, que entonces dirigía Jorge Fernández Díaz, anunció que se le otorgaba la Cruz honorífica del Mérito Policial. En septiembre de 2019, el titular de esta cartera, Fernando Grande-Marlaska, hizo aprobar por el Consejo de Ministros la concesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, la máxima condecoración de esta institución.