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El PP se contagia del triunfalismo andaluz: "España volverá a ser de color azul"
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EUFORIA EN GÉNOVA

El PP se contagia del triunfalismo andaluz: "España volverá a ser de color azul"

Ya no disimulan el optimismo y confían en que la "mayoría histórica" a la que se asoma Moreno se repita en el resto del país: "Estamos en el nivel más alto de los últimos 10 años", aventuran

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Pepe Torres)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Pepe Torres)
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El PP ha tratado de hacer de la modestia su estrategia de campaña. "Esto no está ganado", repetía una y otra vez un Juanma Moreno temeroso de que un exceso de confianza pinchase la burbuja de una victoria aparentemente incontestable. Los populares no han querido dejarse llevar por el triunfalismo, pero cada día que pasaba se les hacía más complicado disimular su entusiasmo. "Estamos al borde de una mayoría histórica", confiesan voces del PP andaluz con acceso a los últimos pronósticos que han circulado por el cuartel general del partido. El barón "está cerca" de un hito sin precedentes: sustituir al PSOE como partido hegemónico en su feudo por excelencia. Y mientras Moreno vislumbra una "victoria amplísima", que diría Feijóo, para deshacerse del abrazo de Vox, tanto Génova como los barones territoriales del PP agitan la consigna de que el "cambio de ciclo" trascenderá al 19-J.

Los populares asisten a la apertura de urnas en Andalucía henchidos de optimismo. La tónica que predomina en la sede nacional y en los cuarteles autonómicos es que la previsible victoria de Juanma Moreno este domingo, unida al descalabro de la izquierda, revitalizará al PP en muchas plazas donde hace años que la marca no tira. Un efecto contagio derivado no solo del éxito del candidato a la reelección por la Junta, sino también por el aterrizaje de un nuevo líder en Génova, que para muchos sirvió para cerrar una etapa de derrotas encadenadas con la única excepción de Ayuso en Madrid y del propio Feijóo en Galicia. "Estamos en condiciones de que el mapa vuelva a ser azul", anticipa un presidente popular en un territorio en el que aspira a desbancar al PSOE del asiento de poder.

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal, y la candidata del partido a la Junta de Andalucía, Macarena Olona. (EFE/Carlos Barba)

"Andalucía no implica solo un cambio de ciclo político, sino un cambio de ciclo sociológico", analiza otro líder territorial del PP, que observa también un "subidón" de la marca en su territorio desde el congreso nacional de Sevilla. "Ya estamos primeros en las encuestas", advierte, señalando el previsible éxito de Juanma Moreno en las urnas como vía para acorazar ese crecimiento. En privado, en las filas populares no disimulan una euforia que los más veteranos ven equiparable al ímpetu con el que el partido arrancó en 2012, un momento en que el partido levitaba después de que Mariano Rajoy obtuviese la mejor marca de la historia del PP en las generales de noviembre de 2011: 186 escaños y el 44,6% de los votos.

El expresidente del Gobierno llegó mecido a aquellas elecciones por el éxito arrollador del PP en las autonómicas y municipales del mes de mayo, donde el partido imprimió la mancha azul en la práctica totalidad del mapa nacional. La victoria fue aplastante. Los populares ganaron en 10 de las 13 autonomías en juego, incluyendo Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura, territorios donde la marca socialista tenía una trayectoria más que consolidada. Después de aquel hito, ya en 2012, Javier Arenas acarició el cielo con la primera victoria del Partido Popular en Andalucía. El dirigente se impuso con 50 escaños, pero no logró sentarse en el Gobierno de la Junta por la pinza entre PSOE e Izquierda Unida.

El PP advierte que el panorama es "parecido" al de 2011, cuando el mapa nacional se tiñó de azul

Ahora, el PP de Juanma Moreno se ve en condiciones de alcanzar la cifra que llevó al partido a la cúspide hace una década. "El panorama es parecido al de 2011", señala un diputado nacional, que resume el ambiente que se respira también entre las filas de los populares en las Cortes. "El resultado de Andalucía va a llevar al PP al nivel más alto de los últimos 10 años", aventura otra fuente con asiento en la cúpula nacional, que ve factible dar un vuelco en bastiones históricos de los socialistas en las próximas elecciones autonómicas y municipales; recuperar terreno allí donde el PP predica en el desierto, como País Vasco o Cataluña, y gobernar en los feudos azules que cayeron en la anterior etapa y que resultan fundamentales para aspirar a la Moncloa, como es el caso de la Comunidad Valenciana.

Ese optimismo ante el nuevo ciclo electoral es el que explica que entre los cuadros territoriales no haya excesivo ruido respecto a la vía que Feijóo ha defendido a ultranza durante la campaña andaluza: llegar a un acuerdo con el PSOE para que gobierne la lista más votada en autonomías y ayuntamientos, empezando por Andalucía. Tal y como publicó El Confidencial, el líder popular estaría dispuesto a facilitar gobiernos del PSOE a cambio de una abstención que posibilite un Gobierno en solitario de Juanma Moreno. "El PSOE no lo va a aceptar porque ahora saben que, en muchísimas ciudades y comunidades autónomas lideradas por el PSOE, la primera fuerza política es el PP", aseveran fuentes autonómicas. "El plan de Feijóo pasa por quedar primero en todos esos sitios", coincide otro cabeza de lista del PP en su comunidad.

Foto: Giorgia Meloni. (EFE/Alessandro Di Meo) Opinión
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La guinda de esa hoja de ruta pasa por renovar todas las estructuras territoriales que quedaron pendientes de la anterior etapa. De las ocho autonomías con liderazgos caducados, Feijóo ha solventado Madrid y Galicia y ha puesto fecha a otros dos cónclaves: 15 de julio, Murcia, y 16 de julio, Extremadura. El líder gallego ha optado por el continuismo en las baronías territoriales ya designadas por Pablo Casado. Así, salvo sorpresa, líderes como Fernando López Miras, Paco Núñez, Carlos Mazón o Jorge Azcón irán a las urnas en los comicios que tendrán lugar dentro de menos de un año. Sin embargo, en otros territorios, Feijóo ha impulsado a candidatos desconocidos para el gran público. Es el caso de Extremadura, donde María Guardiola toma el relevo de José Antonio Monago para tratar de desbancar a Guillermo Fernández Vara del Ejecutivo. La ansiedad y la incertidumbre se han apoderado de otros territorios donde aún no hay solución a la vista. "Llegamos justos a 2023", advertían.

Vox amenaza con pinchar el optimismo del PP

Aunque Feijóo ha optado por no mirar a Vox y ha centrado todos sus esfuerzos en construir una alternativa "sólida" al PSOE, lo cierto es que la idea que trasladan diferentes voces del partido ya no es tanto combatir a Sánchez —que atraviesa el momento más delicado de su mandato—, sino qué hacer con los de Santiago Abascal, un rompecabezas al que también se enfrenta Juanma Moreno en Andalucía. "El debate va a ser el papel de Vox. No va a poner las cosas fáciles", recelan en el PP.

Con una izquierda fragmentada y en tendencia descendente, los populares asumen que Vox es el único partido que puede pinchar esa burbuja de optimismo en la que se han instalado desde hace un par de meses. La clave estará en cómo consigue condicionar Macarena Olona a Juanma Moreno una vez se cierren las urnas. Como publicó este medio, Vox está decidido a llevar al PP al límite de la repetición electoral si el presidente de la Junta necesita algún voto suyo para gobernar y rechaza incluirlos en el nuevo Ejecutivo andaluz.

Los de Feijóo mantienen la esperanza de obtener un resultado lo suficientemente sólido como para zafarse de Abascal, con la vista puesta en superar la barrera de los 50 escaños. Para ello, la resistencia de Ciudadanos —aspira a obtener tres escaños— se estima fundamental para el deseo de Moreno de mantenerse en la moderación.

El PP ha tratado de hacer de la modestia su estrategia de campaña. "Esto no está ganado", repetía una y otra vez un Juanma Moreno temeroso de que un exceso de confianza pinchase la burbuja de una victoria aparentemente incontestable. Los populares no han querido dejarse llevar por el triunfalismo, pero cada día que pasaba se les hacía más complicado disimular su entusiasmo. "Estamos al borde de una mayoría histórica", confiesan voces del PP andaluz con acceso a los últimos pronósticos que han circulado por el cuartel general del partido. El barón "está cerca" de un hito sin precedentes: sustituir al PSOE como partido hegemónico en su feudo por excelencia. Y mientras Moreno vislumbra una "victoria amplísima", que diría Feijóo, para deshacerse del abrazo de Vox, tanto Génova como los barones territoriales del PP agitan la consigna de que el "cambio de ciclo" trascenderá al 19-J.

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