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El PSOE pospone la batalla fiscal con Podemos a los PGE sin plantear una reforma
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IMPUESTO ADICIONAL A LAS ELÉCTRICAS

El PSOE pospone la batalla fiscal con Podemos a los PGE sin plantear una reforma

Los morados temen que se busque retrasar su propuesta de crear un impuesto adicional a las eléctricas, hasta el punto de que tendría dificultades de aprobarse antes de finalizar la legislatura

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Mariscal)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Mariscal)

La reforma fiscal es una de las principales banderas de Unidas Podemos y Yolanda Díaz la ha agitado durante los últimos días para presionar sobre la creación de un impuesto adicional a las grandes eléctricas. En Moncloa se resisten, y han pasado de rechazar la iniciativa a intentar aplazar su debate hasta la negociación de los presupuestos. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, descartaba este miércoles que dicho tributo extraordinario se pueda incluir en la prórroga del decreto anticrisis, que se aprobará el próximo 28 de junio en el Consejo de Ministros. Más que una diferencia sobre la medida, se argumenta que se trata de una cuestión de seguridad jurídica. Incluir un nuevo gravamen abriría la puerta a un recurso por parte de las compañías que podría prosperar.

En el Ministerio de Hacienda, sitúan la discusión sobre la creación de este impuesto en el debate de los presupuestos después del verano. En Unidas Podemos, entienden que esta medida es urgente y la propia Yolanda Díaz apelaba este miércoles desde Sevilla a "actuar ya". Rechazó los argumentos procedimentales para no esconder tras ellos el "debate de fondo" y reclamó "voluntad política". Los morados temen que se busque retrasar su propuesta hasta el punto de que tendría dificultades de aprobarse antes de finalizar la legislatura.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la inauguración de la sexta edición del Digital Entreprise Show (DES 2022). (EFE/Carlos Díaz)

La creación de un nuevo impuesto no puede incluirse en el proyecto de presupuestos, sino que debe desarrollarse en una norma aparte. Esto demoraría los tiempos, pues a la aprobación de la norma, que de acordarse difícilmente se produciría antes de que remate este año, seguiría su tramitación parlamentaria. Todo ello, en la recta final de un mandato que expirará a finales de 2023. El temor de los morados a que la demora deje fuera de juego el impuesto a las grandes eléctricas tiene antecedentes en que mirarse.

La ley de vivienda, que Unidas Podemos pactó con el PSOE para dar su apoyo a las actuales cuentas, todavía no ha iniciado su tramitación parlamentaria. No se espera que se haga antes del próximo periodo de sesiones. De reproducirse estos tiempos con el impuesto a las eléctricas, todo apunta a que la legislatura acabaría antes de su aprobación definitiva.

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, este miércoles antes de celebrar un encuentro con economistas. (EFE/Sergio Pérez)

La única opción de acelerar los tiempos sería reformular alguno de los tributos actuales. De este modo, sí se podría incluir una mayor presión fiscal a las eléctricas dentro del proyecto de presupuestos y se aplicaría con su entrada en vigor. Sin embargo, de este modo se suavizaría la propuesta de los morados, que pasa por un nuevo tributo para tasar los beneficios extraordinarios de las energéticas.

La aprobación de las próximas cuentas, por otro lado, tampoco está garantizada. Otro de los motivos por los que el socio minoritario rechaza que su propuesta dependa de esta eventualidad. La negociación se antoja la más compleja para el Gobierno al acercarse el final de la legislatura, por la pulsión electoralista. Además de las diferencias en fiscalidad, el previsto aumento del gasto en Defensa cuenta con un enérgico rechazo de Díaz. También de socios de investidura como ERC, EH Bildu y Más País-Compromís, quienes ya coincidieron en su momento en resaltar que la prioridad es destinar ese montante a reforzar el estado de bienestar para responder a la crisis económica generada por la guerra. Un quebradero de cabeza para Pedro Sánchez, que ha repetido hasta la saciedad su compromiso de alinearse con el resto de los integrantes de la Alianza.

Reforma congelada

La máxima de Unidas Podemos de promover una reforma fiscal de forma paralela a los presupuestos también se toparía con dificultades tanto de calendario como de alcance. De hecho, en Moncloa no tienen prisa por sacar el proyecto de reforma fiscal del congelador debido al actual contexto económico y prefieren hablar en cualquier caso de "modificaciones fiscales". Las subidas de impuestos, además, no son el mejor cartel electoral con que acudir a las urnas.

Foto: Fachada de la Agencia Tributaria. (EFE)

La resistencia de los socialistas a tocar los impuestos ya se visibilizó en el último pleno del Congreso, cuando tumbaron la toma en consideración de un proyecto de ley de Podemos para subir la presión fiscal a las grandes fortunas de más de 10 millones de euros. Una votación que señaló uno de los principales puntos de fricción para lo que resta de legislatura, acrecentando la incertidumbre sobre la negociación de las cuentas.

"No va de subir o bajar impuestos, va de quién debe pagar impuestos, y la apuesta debe ser firme y debe ser ya", insistía Díaz durante una intervención este miércoles en un foro de Economistas Frente a la Crisis, para concluir que "habrá que subirle a alguien los impuestos para que a las clases trabajadoras y medias les podamos bajar los impuestos". La titular de Hacienda, por su parte, replicaba que "los decretos-leyes no pueden incluir estas nuevas figuras fiscales", pero trataba de negar discrepancias con la vicepresidenta segunda e incluso se mostraba favorable a "una mayor contribución por parte de aquellos que están obteniendo beneficios con el incremento de los precios energéticos".

La reforma fiscal es una de las principales banderas de Unidas Podemos y Yolanda Díaz la ha agitado durante los últimos días para presionar sobre la creación de un impuesto adicional a las grandes eléctricas. En Moncloa se resisten, y han pasado de rechazar la iniciativa a intentar aplazar su debate hasta la negociación de los presupuestos. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, descartaba este miércoles que dicho tributo extraordinario se pueda incluir en la prórroga del decreto anticrisis, que se aprobará el próximo 28 de junio en el Consejo de Ministros. Más que una diferencia sobre la medida, se argumenta que se trata de una cuestión de seguridad jurídica. Incluir un nuevo gravamen abriría la puerta a un recurso por parte de las compañías que podría prosperar.

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