Bruselas pide a Argelia que revierta su decisión y recuerda que el comercio es con toda la UE

La Comisión Europea considera “extremadamente preocupante” la decisión de Argelia de romper el tratado de amistad con España que anunciaron este miércoles las autoridades argelinas. “Argelia es un socio muy importante de la UE en el Mediterráneo y para la estabilidad en la región”, ha explicado Nabila Massrali, portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea. Argel anunció esta decisión señalando que es una respuesta al “injustificable” cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez respecto al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental.

El Ejecutivo comunitario ha señalado que en estos momentos están “estudiando el impacto de esta decisión”, pero añade que todavía es temprano para comprender sus implicaciones. “Hay un anuncio por parte de las autoridades argelinas, pero no tenemos más detalles”, ha explicado por su parte el portavoz de la Comisión, Eric Mamer.

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“Estamos muy preocupados y pedimos a Argelia que revierta esta decisión”, ha añadido Mamer. La decisión de Argel ha ido más allá de la ruptura del tratado de amistad, y el país norteafricano ha congelado de forma unilateral los intercambios comerciales. El Ejecutivo comunitario ha recordado este jueves que las relaciones comerciales no son entre España y Argelia, sino entre Argelia y la Unión Europea a través del Acuerdo Euromediterráneo de 2005, aunque ha evitado hacer comentarios en profundidad sobre esa interrupción comercial, pidiendo más tiempo para estudiar la situación.

“Es una competencia y las relaciones comerciales son entre la UE y los terceros países, así que ese es el marco, y los países terceros comercian con la Unión Europea, no con Estados miembros individuales”, ha señalado Mamer. “Nos estamos enfrentando a un comunicado, pero no hemos recibido ningún tipo de detalle de qué prevén en la práctica”, ha insistido otra vez el portavoz de la Comisión Europea.

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EFE

España siempre ha sido considerada en Bruselas, junto con Francia, como los Estados miembros “puente” con el norte de África, aquellos a los que el resto de la Unión tiende a hacer caso por su cercanía y mejor conocimiento de la situación. Y muchas veces las autoridades españolas actúan también en el sentido contrario: defendiendo los intereses de los países vecinos ante las instituciones españolas. Pero en los últimos meses los problemas que afronta el Gobierno en sus relaciones con Marruecos y Argelia están dejando muy dañada la imagen del país como un buen interlocutor con la región.