Argelia insta a sus operadores económicos a dejar de importar productos españoles

Argelia ha suspendido este miércoles y de "inmediato" el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado el 8 de octubre de 2002, por su "injustificable" posición sobre el Sáhara Occidental, anunció la presidencia de la República. "Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", declaró la misma fuente. Argelia considera "injustificable" el cambio de posición de España, que el 18 de marzo respaldó la propuesta marroquí de autonomía sobre la colonia española.

Esta decisión llega después de que El Confidencial informase de que Argelia había instado a sus operadores económicos a dejar de importar productos españoles. Un puñado de comerciantes argelinos se concentró el martes por la mañana ante las puertas del Ministerio de Comercio de su país para quejarse de las restricciones para obtener permisos de importación. Ashour Yahyaoui, uno de los manifestantes, acabó revelando ante los micrófonos de la radio que, en el caso de España, las autoridades aduaneras le habían comunicado que la importación de productos españoles estaba prohibida y debía buscar mercados alternativos para sus compras de cerámica. No le dio tiempo a dar más explicaciones porque la concentración no había sido autorizada y fue disuelta por las fuerzas del orden. Yahyaoui confirmó así que Comercio ha instado a dejar de comprar 'made in Spain', una información que corroboran otras fuentes en Argel. No habrá, sin embargo, un comunicado de ese ministerio, como sí sucedió, por ejemplo, con el de Energía, que el 27 de abril advirtió al Gobierno de Pedro Sánchez de que no podía suministrar a Marruecos gas procedente de Argelia.

Argel no va a reconocer públicamente este boicot al mercado español, como tampoco admitió en abril haber dejado de comprar carne de vacuno en España y sustituirla por la de Francia. Javier López, director de Provacuno, señaló el 16 de abril en la COPE que el veto argelino generaba al sector pérdidas de cinco millones de euros mensuales. Argelia era el principal importador de carne española.

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La nueva vuelta de tuerca argelina ha sido comunicada con discreción la semana pasada a los operadores económicos. “No se trata de una orden tajante que ha de cumplirse en 24 horas”, explicó una fuente argelina. “Se está disuadiendo a los que tenían negocios con empresas españolas de que los mantengan y se les anima a buscar soluciones de recambio”, añade la misma fuente, que prefirió permanecer en el anonimato. Argelia no tiene una economía abierta y el peso del Estado es enorme en las decisiones económicas.

El sigilo de las autoridades argelinas se debe a que su decisión incumple el acuerdo de asociación entre Argelia y la Unión Europea de 2005. Este prohíbe las restricciones no tarifarias y las discriminaciones como las que practica ahora Argelia con los productos españoles, perjudicados con relación al resto de la UE.

“Se está disuadiendo a los que tenían negocios con empresas españolas de que los mantengan y se les anima a buscar soluciones de recambio”

España fue en 2019, el último año de normalidad antes de la pandemia, el cuarto suministrador de Argelia, por detrás de Italia y por delante de Alemania. Sus exportaciones se elevaron a 2.929 millones de dólares (2.735 millones de euros), según la Dirección del Comercio Exterior de Argelia.

El Ejecutivo español podría denunciar la discriminación argelina ante el Comité de Asociación UE-Argelia. No es una tarea fácil, porque hay que demostrar este boicot a los productos españoles sobre el que no existe ningún comunicado ni orden. “Argelia podría reconocer que no respeta el acuerdo con la UE, pero también podría alegar que actúa así porque el Gobierno español ha incumplido, a su vez, la legalidad internacional reconociendo prácticamente 'de facto' la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental que, según las sentencias del Tribunal General de la UE, no pertenece a Marruecos”, comenta un abogado afín a las autoridades argelinas. “Sería un camino largo y tortuoso para ambas partes”, concluye.

El boicot no declarado a los productos españoles forma parte de las represalias tomadas por Argelia contra España desde que el 18 de marzo el rey de Marruecos, Mohamed VI, desveló en un comunicado real el alineamiento del presidente Pedro Sánchez con la solución propugnada por Rabat para resolver el conflicto del Sáhara Occidental.

España podría denunciar la discriminación ante el Comité de Asociación UE-Argelia. No es fácil, porque no existe ningún comunicado ni orden

El 19 de marzo, Argel llamó a consultas a su embajador en España, Said Moussi, y después anunció otras medidas como la suspensión de las repatriaciones de inmigrantes irregulares; vetó el incremento de los vuelos entre los dos países —solo hay uno a la semana entre Madrid y Argel—, y Toufic Harrak, el presidente de Sonatrach, el mastodonte de los hidrocarburos, dejó caer que sería a España a quien más subiría los precios del gas. La negociación está en curso.

La relación diplomática es también inexistente. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha intentado varias veces entablar un diálogo con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra, pero este se ha negado. Albares recurrió incluso a Josep Borrell, el alto representante de la UE, para restablecer los contactos con las autoridades argelinas, pero sus gestiones tampoco tuvieron éxito.

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Argelia puede permitirse estas sanciones económicas porque ahora es un país muy cortejado por los europeos —especialmente por Italia—, que ven en él un pequeño sustituto a la dependencia del gas ruso y porque su relación energética con España ha caído en picado en los últimos meses. El año pasado, cerca del 45% del gas que España importaba procedía de Argelia, mientras que ahora ese porcentaje es del 24% y con tendencia a la baja. EEUU se ha convertido en el primer suministrador de gas a España. Los metaneros procedentes de EEUU descargan en los puertos españoles gas natural licuado de esquisto que luego se regasifica.

Sánchez cerró la crisis con Marruecos en marzo, pero abrió otra con Argelia. A diferencia de Rabat, que fomentó en mayo la 'invasión' pacífica de Ceuta por más de 10.000 inmigrantes, Argel ha tomado contra España represalias más bien económicas. Marruecos apenas tomó medidas de esa índole porque gran parte de sus exportaciones a Europa pasa por los puertos de Algeciras y Almería. Aun así, sí renunció en 2020 y 2021 a la operación Paso del Estrecho, que reporta ingresos a los puertos de Andalucía, a los de Ceuta y Melilla y a las navieras que operan entre las dos orillas del Mediterráneo.

El boicot comercial argelino a España trascendió —quizá no sea del todo casual— 24 horas antes de que Sánchez compareciese en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la nueva relación establecida con Marruecos después de que él pusiera fin en marzo a 47 años de neutralidad española en el conflicto del Sáhara Occidental.