El actor Luis Lorenzo, detenido por el asesinato de una anciana en Madrid
La Guardia Civil pone a disposición judicial al intérprete y a su mujer, Arancha, acusados de haber envenenado con metales pesados a Isabel, tía de su esposa, para heredar
No se trata de la trama de un capítulo de la serie 'El comisario', donde participó, ni tampoco de una broma de la serie 'La que se avecina', de cuyo elenco también formó parte. Hablamos de un asesinato en el mundo real, donde no cabe la ficción, aunque lo ocurrido sea digno de una novela de misterio. Hace un año, Arancha, la mujer del famoso actor Luis Lorenzo, invitó a su casa de Rivas a Isabel, una tía viuda suya que vive en Asturias y tiene una edad avanzada. A José, el hermano de Isabel, le pareció todo muy raro y sospechoso, porque, cuando la llamaba por teléfono para ver cómo estaba, Arancha y Luis le fiscalizaban el móvil y le impedían hablar con ella. Su angustia aumentó al ver que pasaban los días e Isabel no regresaba a casa. La ausencia duraba mucho tiempo, concretamente desde marzo de 2021. Así que barruntó que algo no iba bien y decidió presentar una denuncia por desaparición en un cuartel de la Benemérita.
La Guardia Civil de Asturias transfirió el caso a sus compañeros de Madrid por una simple cuestión de proximidad y rapidez. Cuando los agentes se presentaron en la casa de Luis Lorenzo, el hombre les abrió con una gran sonrisa y aparentemente tranquilo. Le preguntaron por la desaparecida y él reconoció que Isabel vivía con ellos. No estaba desaparecida, explicó. Le interpelaron para saber cómo estaba y él contestó que se encontraba bien, todo en el quicio de la puerta, pero, cuando le pidieron por favor pasar a comprobar su estado y charlar con ella, se negó. “A mi casa solo se entra con una orden judicial”, advirtió rotundo y tenso en sus formas. Los dos guardias se quedaron con las ganas de ver a Isabel, pero la ley no les permitía más y tuvieron que irse por donde habían venido sin lograr averiguar el verdadero estado de la mujer.
Isabel, mientras estuvo en la casa del actor y de su mujer, parece que no regía bien y un médico le diagnosticó demencia. Antes de esta última vez, ya había pasado en el domicilio Luis y Arancha largos periodos. Ocurrió en años anteriores. Cada vez que estaba en Madrid, se comportaba como si tuviese demencia, pero, cuando salía del ámbito del matrimonio del actor y regresaba a Asturias, milagrosamente recuperaba la normalidad y su cabeza volvía a regir bien.
Repentinamente, en junio de 2021, Isabel falleció. Murió entre las cuatro paredes de la casa de Luis Lorenzo, en Rivas. El actor y su esposa, Arancha, decidieron mandar el cuerpo a Asturias para que la mujer fuese enterrada en su tierra. Tenían un papel de un médico que aseguraba que la muerte era natural, sin más, atendiendo a su demencia diagnosticada y a otras enfermedades que padecía. El doctor no hizo ningún otro estudio. Ni dudó, nada, como si solo se pudiera acabar con la vida de alguien por la vía de la violencia. Una presunta negligencia de enorme gravedad. Pero al matrimonio le beneficiaba, así que, para no levantar más la liebre y con la tranquilidad del certificado oficial, mandaron su ataúd de vuelta.
Un médico que aseguraba que la muerte era natural, atendiendo a su demencia diagnosticada y a otras enfermedades que padecía
Sin embargo, no contaron con la suspicacia de José, el hermano de Isabel. Este hombre, tremendamente observador, intuyó que algo había ocurrido y, receloso porque su hermana estaba perfecta físicamente y de cabeza, a pesar de la edad, denunció a la Benemérita que aquello no era normal. Sugirió que la podían haber matado y pidió una autopsia. Aunque el certificado oficial acreditaba muerte natural, insistió, hasta que la Justicia le dio la razón y ordenó que a Isabel le hicieran la autopsia. ¡Sorpresa! José acertó. Los forenses encontraron en el cuerpo de la mujer la presencia de dos metales pesados en dosis elevadísimas que habían provocado la muerte. Isabel, según la autopsia, murió envenenada y la etiología de su fallecimiento es “violenta/homicida”.
Como es lógico, al tratarse de un asesinato, se hicieron cargo del asunto los investigadores del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, situado en Tres Cantos, Madrid. Durante las pesquisas descubrieron que, en las épocas en las que la mujer fallecida estaba en Madrid en casa de Luis Lorenzo, se gastó 30.000 euros, una cantidad absolutamente desproporcionada con lo que eran sus gastos comunes. Al revisar todos los datos, también averiguaron que el actor no tenía ningún trabajo en marcha y sospechan que quizás Isabel se había convertido en su fuente de ingresos. También averiguaron que, unos meses antes de su muerte, la buena mujer hizo testamento. ¿A quién se lo dejaba todo? Curiosamente a su sobrina Arancha, la esposa de Luis. Se trata de un piso en Asturias y unas tierras. Sin embargo, el juez ha bloqueado la herencia hasta que concluyan las pesquisas.
Este jueves, su señoría ordenó la entrada y registro en la casa de Luis y su mujer para tratar de localizar los metales pesados que sirvieron para envenenar a la víctima y llevarse todos los dispositivos electrónicos para tratar de localizar en su historial si se hicieron búsquedas sobre venenos. La gran presencia policial despertó la curiosidad de los vecinos, que ya sospechaban que algo raro ocurría. Esta mañana de viernes, Luis y Arancha han sido recibidos en el juzgado de guardia de Arganda del Rey a primera hora de la mañana. Se trata de su pase a disposición judicial. A la hora de la publicación de esta noticia les estará tomando declaración o lo hará en los próximos minutos.
No se trata de la trama de un capítulo de la serie 'El comisario', donde participó, ni tampoco de una broma de la serie 'La que se avecina', de cuyo elenco también formó parte. Hablamos de un asesinato en el mundo real, donde no cabe la ficción, aunque lo ocurrido sea digno de una novela de misterio. Hace un año, Arancha, la mujer del famoso actor Luis Lorenzo, invitó a su casa de Rivas a Isabel, una tía viuda suya que vive en Asturias y tiene una edad avanzada. A José, el hermano de Isabel, le pareció todo muy raro y sospechoso, porque, cuando la llamaba por teléfono para ver cómo estaba, Arancha y Luis le fiscalizaban el móvil y le impedían hablar con ella. Su angustia aumentó al ver que pasaban los días e Isabel no regresaba a casa. La ausencia duraba mucho tiempo, concretamente desde marzo de 2021. Así que barruntó que algo no iba bien y decidió presentar una denuncia por desaparición en un cuartel de la Benemérita.