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La popularidad de Margarita Robles cae en picado: el 42% cree que debe dimitir
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Encuesta de Metroscopia

La popularidad de Margarita Robles cae en picado: el 42% cree que debe dimitir

La imagen de la ministra de Defensa ha dado un vuelco en menos de una semana por el cese de Paz Esteban. Se la acusa de haber sacrificado a la directora del CNI para complacer a Sánchez

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles, en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
La ministra de Defensa, Margarita Robles, en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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La popularidad de Margarita Robles ha caído en picado en menos de una semana. La percepción de los españoles sobre la ministra de Defensa, considerada como la bestia negra de los independentistas y Podemos en el Gobierno de Pedro Sánchez, ha dado un giro tras la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. El 42% considera ahora que debería dimitir o ser apartada del Ejecutivo, según un estudio de Metroscopia, elaborado entre el martes 10 y este miércoles 11. La cifra supone un cambio significativo respecto al pasado 6 de mayo, cuando el pensamiento generalizado era que ella se mantenía como la última barrera contra las exigencias de ERC. Entonces, solo el 25% de los entrevistados en esa fecha reclamaba su salida.

Robles hizo este martes todo tipo de malabarismos para justificar la salida de Esteban. "No le acepto el término destitución, sino el de sustitución", dijo ante los medios. La titular de Defensa se afanó en reivindicar la figura de los trabajadores del CNI y en ensalzar la figura de la ya exjefa de los espías, pero sus explicaciones no parecen haber convencido a nadie. Es obvio que la ha dejado caer, plegándose también a las pretensiones de Pere Aragonès ante Sánchez. El BOE la desmintió a primera hora del día: "A propuesta de la ministra de Defensa, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 10 de mayo de 2022, vengo a disponer el cese de doña Paz Esteban López como secretaria de Estado, directora del Centro Nacional de Inteligencia, agradeciéndole los servicios prestados".

La encuesta, llevada a cabo mediante 850 entrevistas telefónicas, muestra un retroceso de su reputación entre el pasado viernes y este martes, con una comparación directa con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el otro señalado por esta crisis. Antes del fin de semana, Robles conservaba su perfil de contrapeso ante los independentistas y de defensora del CNI, mientras que Bolaños ya había viajado a Cataluña para tratar de tender puentes con los republicanos catalanes. El 6 de mayo, según Metroscopia, el 67% de los encuestados defendía que la ministra de Defensa debía seguir en su puesto, pero cinco días después solo lo dice el 43%. En el caso de Bolaños no hay tanta variación en las cifras, pero los porcentajes son similares. El 37% se inclinaba el viernes por su cese y ahora hace lo propio el 44%.

Ministra mejor valorada

Margarita Robles es la ministra mejor valorada del Gobierno, con una nota de 5,75, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este fenómeno se sustenta en la buena imagen que hasta la fecha tenían de ella los votantes del centro izquierda y derecha, desde el PSOE a Vox. El sondeo aún refleja esta tendencia y los electores de PP, Vox y Ciudadanos señalan antes a Bolaños que a ella. Con el recuerdo de voto de las elecciones generales de noviembre de 2019 como referencia, el 70% de los populares pide la dimisión del ministro de Presidencia, frente a un 40% que solicita el de Robles. En Vox, la diferencia es del 65% frente al 48%.

En la izquierda, la percepción es bien distinta. El 77% de los votantes de ERC, JxCAT, CUP, PNV, EH Bildu y BNG creen que Robles debería renunciar o ser destituida, mientras que con Bolaños lo solicita el 45%. En el caso de Unidas Podemos, el 56% exige la salida de la ministra y el 30% la del responsable de Presidencia. Ante la misma pregunta, el 30% de los electores del PSOE culpa a la ministra de Defensa y el 25% a su homólogo.

La crisis por la destitución de Paz Esteban abrió también una disputa interna por el equilibrio de poder en el ala socialista del Gobierno, con Margarita Robles en el disparadero por primera vez en la legislatura. Como ha informado El Confidencial, el movimiento de colocar al frente del CNI a Esperanza Casteleiro, su número dos, traslada el mensaje de que para nada está cuestionada y que mantiene intacta su cuota ante posibles injerencias. La alternativa a Casteleiro era el general Miguel Ángel Ballesteros, actual director general del Departamento de Seguridad, un organismo adscrito a la Presidencia del Ejecutivo.

Pero esa victoria interna plantea un horizonte complicado para la reputación de la ministra. El cese de Esteban tampoco ha sido bien recibido por los encuestados. El 47% considera que la decisión es desacertada, mientras que solo el 31% la aprueba, sostenido por la lectura que hacen desde las fuerzas independentistas y populistas a la izquierda del tablero. Así, si se analizan las respuestas en función del partido al que se apoyó en 2019, las diferencias también son notables. El bloque de los nacionalistas y Unidas Podemos señala que la destitución es acertada en un 55% y 54%, respectivamente; mientras que para los electores de PP y Vox ha sido un error para el 70% y el 74%, respectivamente. Especialmente significativo es el dato de los votantes del PSOE: el 45% considera que entregar la cabeza de Esteban fue una equivocación.

La popularidad de Margarita Robles ha caído en picado en menos de una semana. La percepción de los españoles sobre la ministra de Defensa, considerada como la bestia negra de los independentistas y Podemos en el Gobierno de Pedro Sánchez, ha dado un giro tras la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. El 42% considera ahora que debería dimitir o ser apartada del Ejecutivo, según un estudio de Metroscopia, elaborado entre el martes 10 y este miércoles 11. La cifra supone un cambio significativo respecto al pasado 6 de mayo, cuando el pensamiento generalizado era que ella se mantenía como la última barrera contra las exigencias de ERC. Entonces, solo el 25% de los entrevistados en esa fecha reclamaba su salida.

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