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Las dudas legales del "plan Marlaska" retrasan la apertura de frontera de Ceuta y Melilla
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DESHIELO CON RABAT

Las dudas legales del "plan Marlaska" retrasan la apertura de frontera de Ceuta y Melilla

Interior pretende que, en un primer momento, solo las puedan cruzar los trabajadores marroquíes discriminando así a los ciudadanos españoles y europeos. El ministerio prorroga 15 días el cierre de los pasos fronterizos

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Zipi)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Zipi)
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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció el viernes que la reapertura de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla era "inminente", pero, por de pronto, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará el sábado 30 abril una orden que prorrogará su cierre hasta el 15 de mayo. El plan de reapertura elaborado por Interior arroja serias dudas legales.

Las que eran hasta 2019 las fronteras más transitadas de África están cerradas desde hace algo más de dos años a causa, en un primer momento, de la pandemia, y, a partir de 2021, del empeño de Marruecos en asfixiar a las dos ciudades autónomas, aunque perjudicaba así a las provincias colindantes marroquíes. Su reapertura fue pactada durante la visita que el presidente Pedro Sánchez hizo a Rabat el 7 de abril.

Foto: Imagen de archivo de la valla de Melilla. (EFE/Sánchez)

Grande-Marlaska anunció a algunos de sus interlocutores que las fronteras se reabrirían el 1 de mayo, para no tener que publicar una nueva orden en el BOE, y después el 3 de mayo, con motivo del fin del Ramadán, el mes de ayuno para los musulmanes. En San Martín de la Vega (Madrid), donde inauguró el viernes una instalación de la Guardia Civil, el ministro rehusó precisar la fecha de la reapertura aunque insistió en que era "inminente". Las autoridades marroquíes están listas y se avendrán a lo que decidan las españolas sobre le fecha en que se restablezca la circulación terrestre entre los dos países.

Para evitar que vuelvan a sumirse en el caos, como lo estuvieron hasta 2019, Grande-Marlaska ha diseñado un plan de reapertura "gradual" que volvió el mencionar el viernes ante la prensa. Prevé que primero solo puedan pasar los trabajadores marroquíes transfronterizos empleados en Ceuta, unos 2.700, y en Melilla, 2.000. En su mayoría son empleadas de hogar. Casi todas tienen sus permisos caducados y deberán renovarlos si es que sus antiguos empleadores quieren volver a contratarlos.

En una segunda etapa ya podrían cruzar los ciudadanos de la Unión Europea, es decir, los ceutíes y melillenses con pasaporte español, y los marroquíes que dispongan de visados Schengen. En Melilla solo reabriría la frontera internacional de Beni Enzar y los otros tres pasos permanecerían clausurados. Diversas fuentes jurídicas, incluso dentro de la Administración del Estado, arrojan serias dudas sobre la legalidad de este plan de Grande-Marlaska.

Argumentan que no se puede discriminar reabriendo una frontera solo. "Es conculcar derechos fundamentales"

Argumentan que no se puede discriminar reabriendo una frontera solo, en un primer momento, para determinadas categorías de marroquíes y no para españoles y europeos en general. "Es conculcar derechos fundamentales", recalcan. A ojos de estas mismas fuentes no se puede tampoco exigir visado Schengen a los marroquíes que no sean transfronterizos porque esas dos ciudades no pertenecen a ese espacio de libre circulación europeo porque así lo quiso el Gobierno de Felipe González cuando España se incorporó a la UE en 1986. En el Ministerio del Interior rehusaron comentar los interrogantes legales que suscita su plan.

Hasta marzo de 2020 los marroquíes residentes en las provincias de Tetuán y Nador, colindantes con las dos ciudades, podían entrar en ellas con su carnet de identidad o su pasaporte, pero no estaban autorizados a pernoctar ni a viajar desde allí a la península. Se intentaba así favorecer las compras de tetuaníes y nadoríes en Ceuta y Melilla y, sobre todo, el llamado comercio atípico o contrabando que llegó a alcanzar los 1.500 millones de euros anuales.

Grande-Marlaska fue también, el viernes, el primer miembro del Gobierno en mencionar el "tránsito de mercancías" a través de esas fronteras, es decir, la apertura de una aduana comercial en Ceuta y la reapertura de la de Melilla que Rabat cerró, sin informar el Gobierno español, el 1 de agosto de 2018. En ningún momento las autoridades marroquíes han reconocido, por ahora, públicamente que ambas ciudades dispondrán de aduanas. En Ceuta no hay ni un edificio habilitado para acoger una aduana.

Foto: Foto: Reuters/Shelley Christians.

Lo que no reveló Grande-Marlaska es cómo será la frontera en la última etapa de su plan. Probablemente, no lo sabe aún. El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha pedido que su ciudad sea incorporada al espacio Schengen para intentar protegerla así de la inmigración irregular. Se lo reiteró, el 20 de abril, por enésima vez al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

En Melilla eran, por ahora, más reacios a solicitarlo, pero sus autoridades empiezan a recapacitar después de que se conociese, el jueves, la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la obligatoriedad del visado para empadronar a los menores extranjeros en la ciudad.

Entrada en Schengen

Hace ya once meses que los entonces secretarios de Estado de la Unión Europea, Juan González-Barba, y de Política Territorial, Víctor Francos, anunciaron durante una visita a ambas ciudades, que el Gobierno estudiaba muy seriamente su inclusión en el espacio Schengen, pero a día de hoy no hay no ha empezado a tramitarlo con la UE.

Hace ya once años que la Asamblea de Ceuta pidió por unanimidad su incorporación de la Unión Aduanera de la UE de la que quiso quedar excluida en 1986, pero a día de hoy ninguno de los sucesivos gobiernos de España, del PSOE o del PP, empezaron a tramitarlo en Bruselas. Canarias tampoco ingresó en un primer momento en la Unión Aduanera, pero al poco tiempo rectificó y solicitó su entrada. Se incorporó en 1991.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció el viernes que la reapertura de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla era "inminente", pero, por de pronto, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará el sábado 30 abril una orden que prorrogará su cierre hasta el 15 de mayo. El plan de reapertura elaborado por Interior arroja serias dudas legales.

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