Moreno convocará esta semana las elecciones y sopesa que se celebren el jueves 23 de junio

Las elecciones andaluzas son ya una realidad. Después de meses deshojando la margarita, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, convocará esta semana los comicios si no se producen cambios de última hora, según confirman fuentes del PP a este diario. Desde que el andaluz abriese la puerta a ir a las urnas en día laborable, como ya hizo Isabel Díaz Ayuso el 4-M, la fecha del jueves 23 de junio ha ganado posiciones en todas las quinielas. Con la ley electoral en la mano, se tendría que anunciar la disolución de las Cortes el viernes y publicarse en el boletín oficial el próximo sábado. Sobre la mesa está también la opción más tradicional, que llevaría a los andaluces a votar el domingo 26, pero el hecho de que el último día de clase sea el 22 de junio ha generado inquietud en el equipo de Moreno por miedo a que baje la participación. Una regla no escrita es que cuando acaban los colegios empiezan las vacaciones para muchos ciudadanos que se trasladan a segundas residencias. El 19 de junio también se descartó, porque se celebraban oposiciones y los colegios electorales estaban ocupados.

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Otro elemento que se ha tenido en cuenta para cerrar el calendario es el pleno que se celebrará el martes y jueves en el Parlamento andaluz. En el orden del día se recoge que se debatirá sobre el dictamen elaborado por la comisión de investigación de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), uno de los casos de corrupción que más daño han hecho al PSOE. Las investigaciones afloraron el uso en comidas, viajes e incluso prostíbulos de partidas públicas que deberían dedicarse a la formación de parados. Para el PP es un inmejorable broche a la legislatura. La anterior campaña de Moreno arrancó en un prostíbulo precisamente como metáfora de las corruptelas socialistas. La sentencia de los ERE, que estaba prevista para estos días, se retrasará en el momento en que se llame a las urnas siguiendo la norma no escrita del Tribunal Supremo de no interferencia en procesos electorales. Además, también se sustanciará en el último pleno de la legislatura el paso para dar luz verde a la Ley de Economía Circular, que ha sido uno de los proyectos estrella.

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En clave de discurso, a diferencia de lo que le ocurrió a Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, el adelanto se considera técnico y no penaliza acortar una legislatura a la que le quedan pocos meses. El bloqueo parlamentario tanto del PSOE como de Vox desde que tumbaron los presupuestos también sirve de coartada. Moreno quiere tener tiempo para no seguir prorrogando las cuentas. Necesita que las buenas cifras económicas de Andalucía se consoliden. Las perspectivas son buenas en los sondeos, donde gana con claridad e incluso puede sumar más que toda la izquierda junta. Este cálculo es el que hace el responsable de la campaña y también coordinador del PP nacional, Elías Bendodo, cuya prioridad es lograr un Gobierno sin Vox.

En cómo será la relación con los de Santiago Abascal está ahora el debate interno en el partido. Entre los populares, hay quienes apoyan la línea marcada por Alberto Núñez Feijóo de marcar distancias e intentar un acuerdo con el PSOE para permitir que gobierne la lista más votada, y también están los que urgen a 'naturalizar"' las coaliciones con la formación de ultraderecha, dado que el votante del PP bendice los acuerdos. Entre estos últimos, hay otro subgrupo que es el de los menos optimistas con el 'efecto Feijóo' y sus consecuencias. Su análisis es que, aunque el PP se ensanche y logre mejorar sustancialmente sus resultados, paralelamente Vox también está creciendo y exigirá entrar en los gobiernos, como ha hecho en Castilla y León.

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Abascal ha dejado claro en su entrevista en El Confidencial que no van a regalar votos al PP y que a partir de ahora apostarán por coaliciones, dado que se han sentido "engañados" porque no se han respetado sus propuestas en aquellas comunidades y ayuntamientos donde favorecieron investiduras de alcaldes y presidentes populares desde fuera. Con este planteamiento de partida, Abascal dejará claro en campaña que su apoyo no es gratis, y más tras las encuestas del fin de semana, en que siguen creciendo hasta llegar a los 20 escaños y casi el 18% de voto. Pese a que desde Génova han levantado un muro y han mostrado indiferencia ante el líder de Vox, este ha desvelado que sí mantiene contactos con Feijóo, hecho que ha enmarcado en la "normalidad" de dos partidos con muchas diferencias, pero condenados a convivir.

Andalucía va a ser el primer examen para el liderazgo de Feijóo. Aunque el eslogan sea que a quien se vota es a Moreno, a nadie se le escapa que se hará una lectura en clave nacional. Y lo más importante, será el gallego el que tendrá que fijar posición en torno a las alianzas con Vox. Lo de Mañueco se ha imputado a la resaca de la era Casado, pero en junio habrá que mojarse. Los hay en el PP que ya hablan de repetición electoral antes de que se hayan convocado las elecciones.