Los 'sabios' de Feijóo propondrán desindexar del IPC las pensiones más altas

Alberto Núñez Feijóo hará llegar hoy al presidente Pedro Sánchez su propuesta económica para paliar los efectos de la inflación mediante una bajada de impuestos a las rentas anuales de menos de 40.000 euros, así como la rebaja del 21% al 4% del IVA del gas y la electricidad. El gallego se ha rodeado de un potente equipo económico de exministros y ex altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy y economistas de distintos ámbitos. El debate e intercambio de papeles de este 'comité de sabios' se ha centrado en el que se denomina el 'impuesto de los pobres'. La escalada de los precios es una alarma roja para la economía española y miembros de este sanedrín reconocen a este periódico que si no se hacen reformas estructurales por parte del Gobierno, está vez la “herencia recibida” si el PP llega a la Moncloa sería nuevamente un país en quiebra, como ocurrió con Rodríguez Zapatero.

Al empobrecimiento de las clases medias hay que sumar la “inviabilidad” del sistema de pensiones ante el alza histórico de la inflación, según ponen de manifiesto los economistas consultados, quienes consideran insostenible que se mantengan ligadas a la subida del IPC. Solo el próximo año, apuntan, supondría un gasto de entre 10.000 y 15.000 millones para las arcas del Estado, incluso con la perspectiva de que la inflación baje. Desde este planteamiento, el gobierno económico en la sombra de Feijóo defiende que se debería revisar la indexación. La máxima de todos los consultados es que la prioridad es bajar la inflación, pero hay cuórum en que, aunque esta sea moderada, recuerdan que en 2018 estaba en el 1,6 frente al 9,8 actual, todas las pensiones no pueden depender estrictamente de la subida del IPC porque, según argumentan, aunque sea una medida muy popular es una “barbaridad insostenible”.

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El modelo sería un híbrido entre el actual y el de Rajoy. Desde el punto de vista político, el discurso no puede ser que los pensionistas van a cobrar menos si gobierna el PP, por eso se optaría por que las pensiones más bajas y las de viudedad sí subieran lo mismo que el IPC. Se podrían mantener indexadas o no, pero garantizando que estos colectivos no pierden poder adquisitivo. “Si a un funcionario, por ejemplo, que cobra 1.500 euros no se le aumenta su salario en función de la carestía de la vida, ¿por qué sí a un pensionista que cobra 2.000 euros o más?”, pone como ejemplo uno de los exministros que trabajan con el grupo de 25 personas que asesora al gallego. En los últimos presupuestos generales del PP antes de la moción de censura, se subieron las prestaciones más bajas. Asimismo, otra de las recomendaciones será retomar la idea de la llamada 'mochila austriaca'. Una especie de cuenta que sirva a los trabajadores para ir ahorrando para el futuro, dado que en 2050 calculan que habrá 15 millones de pensionistas que vivirán de media tres o cuatro años más que en la actualidad.

El gobierno económico en la sombra defiende replantearse la mochila austriaca

Con estas líneas trabajan con la premisa de Génova de que el PP debe tener un plan económico para poner en marcha a la semana siguiente de llegar al Gobierno. El proyecto de los sabios pasa por reformas estructurales que permitan aumentar las cotizaciones, que son la clave para mantener el sistema de pensiones. Para ello, entre sus planteamientos está que se revise el proyecto de fondos europeos y se invierta en dinamizar los costes laborales para que los empresarios puedan generar más empleo mediante ayudas directas a la contratación. Aquí incide un ex alto cargo de Empleo que aboga por recuperar un proyecto que derogó Sánchez por el cual el Estado pagaba a los empresarios para favorecer la contratación de jóvenes que ni estudiaban ni tenían empleo con el fin de formales para su definitiva incorporación al mercado laboral.

En el PP hay debate sobre si votar no o abstención ante el decreto de Sánchez

En los próximos días, la estrategia del PP pasa por dejar en evidencia el afán recaudatorio de Sánchez con su negativa a bajar el IRPF a las rentas más bajas. Los populares saben que el mensaje llega a la calle, pero un exministro también acota que “los anuncios de bajadas de impuestos deben ser responsables”, en alusión a cuando Pablo Casado tomó las riendas del partido y en una enmienda a la totalidad del marianismo anunció una bajada de tasas histórica. “Gobernar es otra cosa”, insisten los más veteranos, que también se han curtido haciendo números en la oposición. La próxima semana, si no hay cambios, el Ejecutivo tiene que llevar al Congreso para su aprobación el decreto para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania. En el PP hay debate sobre la postura a tomar. Génova se muestra firme en la idea de que no habrá cheque en blanco para Sánchez si no acepta incluir alguna rebaja de impuestos, pero en el partido otras voces consideran que para dar imagen de que algo ha cambiado más allá del 'no a todo' de la etapa Casado habría que negociar una abstención. Moncloa ya está con su 'pactómetro' y la crisis con los socios catalanes por el espionaje del CNI a líderes independentistas complica la aritmética. Ciudadanos vuelve a ser el deseado. Como con la reforma laboral, nadie se retratará hasta el minuto final.