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España y Marruecos pactan reabrir en los primeros días de mayo las fronteras de Ceuta y Melilla
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tras 26 meses de cierre

España y Marruecos pactan reabrir en los primeros días de mayo las fronteras de Ceuta y Melilla

El Gobierno sigue sin decidir si tramitará el ingreso de Ceuta en Schengen, en la Unión Aduanera y en el Comité de las Regiones de la UE como lo pide la ciudad

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Salas)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Salas)
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Las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos reabrirán en los primeros días de mayo tras 26 meses de cierre, pero no volverán a ser las más transitadas de África como lo fueron hasta 2019, según indican fuentes de las fuerzas de seguridad. La fecha acordada para la reapertura es el 1 de mayo, justo cuando finalice la última prórroga del cierre decretado por los ministerios del Interior de España y Marruecos y cuando esté a punto de concluir el Ramadán (mes de ayuno para los musulmanes). Si se esperase al fin del Ramadán, la reapertura se llevaría a cabo el 3 de mayo.

Cuando se reabran, dentro de dos semanas, solo podrán cruzarlas los transfronterizos marroquíes, que trabajaban en las dos ciudades autónomas antes de la pandemia, y los ciudadanos de la Unión Europea, es decir, todos los ceutíes y melillenses. Los transfronterizos eran unos 3.000 en Ceuta y 2.000 en Melilla, sobre todo empleadas de hogar, cuyos contratos han expirado en su gran mayoría, pero se les permitirá regresar para renovarlos.

Foto: Operación Paso del Estrecho en 2019. (EFE)

A ellas se refería la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, cuando declaró el 1 de abril, en una rueda de prensa, que las amas de casa “estamos deseando que vengan las muchachas”. “Te lo digo empezando por mí, que estar trabajando aquí por la mañana y estar de limpieza por la tarde, la verdad es que cuesta”, añadió.

Quedan, de momento, excluidos de la reapertura los marroquíes residentes en las provincias adyacentes de Tetuán y Nador que hasta el cierre fronterizo podían entrar en las ciudades con su documento de identidad o su pasaporte, pero sin necesidad de visado. Una vez dentro, no podían viajar a la península. Si el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, se sale con la suya, su ciudad ingresará en el espacio Schengen y los marroquíes, excepto quizá los transfronterizos, solo podrán entrar ya en ella con el visado europeo. Esta fue una de las peticiones que Vivas formuló hoy martes 19 al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el que se reunió en Madrid. El miércoles 20 fue recibido por los ministros de Exteriores, José Manuel Albares, y de Defensa, Margarita Robles.

Vivas también confía en que antes de fin de año se inaugure en su ciudad una aduana comercial a través de la cual poder exportar legalmente a Marruecos. Aunque el comunicado hispanomarroquí del 7 de abril no es explícito sobre este asunto, el presidente Pedro Sánchez sí dejó entrever en Rabat ese día que había pactado la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada por Marruecos en 2018, y la inauguración de una en Ceuta.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Kiko Huesca)

El veto, impuesto por el Ministerio del Interior a esta población tetuaní y nadorí que no es transfronteriza, priva, por ahora, a Ceuta y a Melilla de un turismo marroquí que dejaba pingües ingresos en los comercios y la hostelería de ambas ciudades. Impide también que se reanude el contrabando con Melilla. Rabat lo cortó con Ceuta en octubre de 2019, cinco meses antes de que se desatase la pandemia, pero no tomó la misma medida con Melilla.

La Operación Paso del Estrecho, que permite a 1,67 millones de marroquíes cruzar España de ida y vuelta para viajar a su país, utilizará, además de cuatro puertos marroquíes, los de Ceuta y Melilla, según indican las mismas fuentes. Empezará el 15 de junio y durará tres meses. El tráfico de pasajeros a través del Estrecho, también interrumpido desde hace dos años, ya se reanudó el 12 de abril y desde el 18 los viajeros pueden de nuevo meter sus vehículos en los ferris.

La reapertura de las fronteras es una de las consecuencias del apoyo brindado el 14 de marzo por el presidente Pedro Sánchez a la propuesta marroquí de conceder una autonomía al Sáhara Occidental para resolver el conflicto que asola a esa antigua colonia española desde hace 47 años. La renuncia a mantener la neutralidad de España desató una crisis con Argel.

La reapertura es una de las consecuencias del apoyo brindado por Sánchez a la propuesta marroquí de conceder una autonomía al Sáhara

Las fronteras terrestres fueron clausuradas, por motivos sanitarios, a mediados de marzo de 2020, pero la prolongación de su cierre por Rabat en 2021 es achacable a su empeño por seguir asfixiando económicamente a las dos ciudades cuya soberanía reivindica. Cuando la pandemia amainó, Marruecos sí reabrió el paso de Guerguerat, en el sur del Sáhara Occidental, que da acceso a Mauritania.

Esta demora en la reapertura permitió a las autoridades españolas ganar tiempo para estudiar, en el marco de una comisión interministerial, en qué condiciones se reabrirían estas fronteras. El Ministerio del Interior quería evitar a toda costa que volvieran a ser presa del caos y que fueran también un coladero de inmigrantes irregulares.

Hace ya 11 meses que los entonces secretarios de Estado para la UE, Juan González Barba, y de Política Territorial, Víctor Francos, viajaron a las ciudades autónomas para estudiar sus necesidades después de que Rabat propiciara una “invasión” pacífica de Ceuta donde entraron más de 10.000 inmigrantes irregulares marroquíes entre el 17 y 18 de mayo. España “considera seriamente” incluir a Ceuta en la Unión Aduanera y en Schengen, declararon entonces ambos secretarios de Estado, pero, a día de hoy, no hay una decisión tomada. “Se sigue estudiando”, es la respuesta que reciben los representantes ceutíes que acuden a Madrid.

Foto: Amar Belani, embajador encargado del Sáhara Occidental en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia.  (APS)

Hace ya más de 10 años que la Asamblea de Ceuta aprobó por unanimidad solicitar al Gobierno de España que tramitara el ingreso de la ciudad en la Unión Aduanera, de la que quedó excluida por voluntad propia en 1986, y en 2019 el presidente Vivas empezó a solicitar la incorporación al espacio Schengen. Los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP han hecho oídos sordos a estas peticiones para no enfadar a Marruecos porque tramitarlas supondría reforzar el carácter europeo de Ceuta. El Gobierno de Melilla no formula las mismas reivindicaciones, pero el PP, que está en la oposición en esa ciudad, sí las comparte.

Al grito de “Abrid la frontera” y “Sabrina, dimisión” [delegada del Gobierno] cientos de melillenses se concentraron el 14 de abril de madrugada en Beni Enzar, el cruce fronterizo, para exigir la reapertura. La protesta fue alentada por Coalición por Melilla, un partido mayoritariamente musulmán y principal componente de la coalición que gobierna la ciudad. Un puñado de manifestantes dieron vivas al rey Mohamed VI de Marruecos, principal responsable de la prórroga del cierre de la frontera.

Las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos reabrirán en los primeros días de mayo tras 26 meses de cierre, pero no volverán a ser las más transitadas de África como lo fueron hasta 2019, según indican fuentes de las fuerzas de seguridad. La fecha acordada para la reapertura es el 1 de mayo, justo cuando finalice la última prórroga del cierre decretado por los ministerios del Interior de España y Marruecos y cuando esté a punto de concluir el Ramadán (mes de ayuno para los musulmanes). Si se esperase al fin del Ramadán, la reapertura se llevaría a cabo el 3 de mayo.

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