Registran las propiedades del sospechoso de atropellar a Esther en Traspinedo

A lo largo de la tarde de ayer, miembros de la Policía Judical de la Benemérita registraron varias propiedades de Óscar, la persona que estuvo con Esther la última vez que se la vio con vida. Paralelamente, en la Comandancia de Valladolid, los técnicos analizaron el vehículo que le decomisaron este miércoles, un Volkswagen T-Rock de color gris oscuro. En el coche se ha detectado un impacto frontal severo, pero que no puede vincularse, de momento, al atropello. En el vehículo, concretamente en el borde del maletero, se ha localizado ADN de Esther López. Es tan poca cantidad que es imposible de determinar si se trata de células epiteliales, saliva o sangre. Los científicos solo pueden asegurar que Esther estuvo en contacto con esa superficie. El problema es que ese rastro genético no se encuentra dentro del maletero, donde se mete el contenido, sino en el borde, lo que implicaría que pudo estar en contacto con ese lugar, sin llegar a entrar en el cubículo. Otro de los aspectos que se está revisando es la centralita del T-Rock. Se trata de un coche muy reciente con tecnología puntera y que guarda mucha información. En teoría se podría saber si frenó de golpe, si saltaron los airbags o si tuvo un impacto fuerte y eso incluye también la fecha y la hora.

En el círculo de los investigadores de Valladolid están convencidos de que Óscar está detrás del atropello y han acelerado las gestiones. De momento pueden demostrar que lavó su coche al día siguiente de la desaparición de Esther. Fue un lavado exterior en profundidad, con lanza de agua a presión. ¿Coincidencia? Hay otros datos tecnológicos que apuntan a que mintió en su declaración. Aseguró que en torno a las tres y media de la madrugada Esther salió de su coche, sin embargo, su terminal de telefonía móvil y el de la joven estaban juntos casi tres horas después dentro o en las cercanías de un domicilio suyo. Es curioso, porque del teléfono de la joven de Traspinedo no se ha podido extraer ninguna huella. La hipótesis más malpensada indicaría que alguien pudo limpiarlo, pero también cabe la posibilidad de que ella misma limpiase con la camiseta la pantalla antes de perder la vida o incluso que las condiciones meteorológicas del lugar, sol, frío, humedad y escarcha deteriorasen las posibles evidencias.

No son pruebas definitivas y la Guardia Civil, siempre pulcra, quiere construir unas buenas diligencias. Por eso registraron la casa de Óscar, situada en la urbanización El Romeral, de Traspinedo. Realmente es el chalé de vacaciones de los padres. Quizá por eso cuando han contactado con el sospechoso para pedirle que abriese la puerta, se ha excusado diciendo que no llevaba las llaves encima. Por eso le han mandado a buscarlas. Mientras tanto, los agentes han cortado la carretera e identifican a todos los que se acercan. Aun así, un equipo de El Confidencial ha logrado hacer unas fotos en la lejanía del dispositivo policial.

Existe la intención de hacer un registro interior y exterior del lugar. Se buscan pruebas que puedan vincular a Óscar con el atropello. También con la posible presencia del cuerpo de Esther en las primeras 24 horas después de su muerte, que es el plazo máximo en el que los forenses sospechan que el cuerpo se podría haber movido antes de depositarlo en la cuneta donde se encontró.