Bendodo saldrá del Gobierno andaluz para irse a Génova tras las andaluzas

El papel de Andalucía en el futuro PP está claro, será protagonista, y eso supondrá también cambios en el organigrama de poder en la comunidad. Había dudas sobre si Elías Bendodo, hombre fuerte de Juan Manuel Moreno en Andalucía, iba a poder compatibilizar su cargo en Génova con todas las responsabilidades que tiene en el Gobierno andaluz. Moreno lo despejó. Lo hará, pero con una fecha tope, las elecciones andaluzas. Cada vez más posibles en junio sin descartarse aún otoño.

Tal y como publicó El Confidencial, Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno acordaron una vía intermedia, dado que el hito prioritario e inmediato en la agenda del PP son las elecciones andaluzas. En cuanto los andaluces pasen por las urnas, Bendodo estará liberado para volcarse en el partido nacional de cara a las futuras municipales y autonómicas, donde Cuca Gamarra es la candidata favorita para recuperar La Rioja.

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Bendodo "es un puntal importante y va a ser coordinador general del partido. Va a compatibilizar el cargo con la Consejería de Presidencia hasta las elecciones autonómicas", dijo Moreno en una entrevista en Onda Cero. "Si tenemos la suerte de seguir gobernando en Andalucía, no repetirá porque es una responsabilidad muy exclusiva", indicó. Desde el equipo de Bendodo son claros. "Lo que diga el presidente", señalan. "Bendodo y Moreno siempre han ido de la mano y lo seguirán haciendo", advierten.

Coronar el tándem

No fue casualidad que este congreso se celebrara en Sevilla. El escenario quería coronar el tándem Feijóo-Moreno en la nueva etapa. "Andalucía es absolutamente imprescindible", reivindicó Moreno en este segundo discurso del cónclave. Es el anfitrión, el próximo que tendrá elecciones, y el único barón del PP que hizo de telonero del gran discurso con el que Feijóo fijó sus cimientos políticos, su rumbo para el partido. "Tengo la máxima ambición para Andalucía y para España”, proclamó el andaluz, "tengo hambre para seguir mejorando mi tierra y para que desde Andalucía cambie España".

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El futuro del PP está íntimamente ligado a Andalucía. De lo que ocurra en las próximas autonómicas dependerá mucho en el partido. A comunidades tan fuertes y con tanto poder en votos como Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso se quedó al borde de la mayoría absoluta, ese peso andaluz despierta suspicacias. Desde el equipo de Moreno dejan claro que ellos trabajarán por la unidad. La figura clave para cerrar será Elías Bendodo, hombre fuerte en la Junta y coordinador general en Génova. Será quien cooordine las elecciones andaluzas, con sede en Sevilla y un pie en Madrid.

"Cuento con todo mi partido, sé que me vais a ayudar", dijo Moreno. El PP se pondrá al servicio de una victoria potente en las andaluzas y para eso Moreno cuenta no solo con Feijóo, con quien tiene hilo directo, sino también con la secretaria general, Cuca Gamarra, con quien tienen una buena relación y formaron equipo en las primarias de Soraya Saénz de Santamaría. Pero sobre todo cuenta con el coordinador general, la mano derecha de Moreno, su hombre de confianza. "Creedme, lo conozco bien, lo va a hacer muy bien. Por la cuenta que le trae, además, porque si no lo haces muy bien, tú sabrás", dijo sobre el escenario.

En un partido dominado por Madrid, donde siempre ha estado su motor, con la alcaldía de la capital y el gobierno de la comunidad, arranca con Feijóo un partido que mira también a la periferia. "España no puede renunciar a la suma", dejó claro el presidente andaluz. "En Andalucía vivimos más de 8,5 millones de españoles", recordó. "Sumamos y colaboramos buscando siempre lo que nos une", agregó.

El centro moderado

Después del congreso del PP andaluz que se celebró en Granada, que quedó oscurecido por las duras tensiones internas entre Madrid y Génova, Moreno subió al escenario con un discurso final en el que marcó a Pablo Casado el camino: un PP de centro y moderado. Lo hizo en plena pugna con Díaz Ayuso.

"Vamos a seguir cambiando las cosas ilusionando a los españoles a nuestra manera", dijo Moreno sobre las tablas de 20 congreso del PP

Aquello fue en noviembre. Nadie podía imaginar que cinco meses después Moreno volvería a tomar la palabra en un congreso extraordinario del PP para proclamar a un nuevo presidente, su amigo y referente político, Alberto Núñez Feijóo. Un discurso en el que volvió a reivindicar el mismo camino, el de la centralidad política. La diferencia es que ahora Andalucía está en el puente de mando de Génova y no tiene dudas de que ese esa también la senda del presidente gallego.

A la espera de las encuestas

La primera meta serán las elecciones andaluzas. La semana que viene se manejarán varias encuestas en Andalucía. Algunas de medios de comunicación. Otras encargadas por el propio PP. Servirán a Moreno para decantarse finalmente por las dos fechas posibles para elecciones: junio u octubre. Se medirá si la proclamación de Feijóo supone un subidón y si hay que surfear en esa ola, aprovechando el empuje del cambio. Si es así, las elecciones serán en junio. Si Vox sigue creciendo y fuerte, sin contención, si el PP no tiene el efecto rebote, los andaluces serán llamados a las urnas en otoño.

"Vamos a seguir cambiando las cosas ilusionando a los españoles a nuestra manera", dijo Moreno sobre las tablas de 20 congreso del PP. "Eso se hace desde la centralidad y la unidad, construyendo una nueva mayoría. Con los que piensan como nosotros y con los que no piensan como nosotros. La centralidad no es equidistancia ni debilidad. Es nuestro patrimonio. Somos la única alternativa real en ese gran espacio que es el centro-derecha en España", coronó el andaluz su discurso. Moreno llamó a construir “una nueva mayoría”.

Hay "hambre" dijo, quien será el próximo candidato del PP que se enfrente a unas urnas y el PP piensa salir de este congreso con un mensaje claro, el de que es "el partido que España necesita". "Vamos a llenar las calles de ilusión. Vamos a ganar el futuro con el mejor partido. De aquí a gobernar, presidente Feijóo, presidente Feijóo, presidente Feijóo", gritó desgañitándose Moreno desde el escenario. "El califa me ha dejado el escenario muy caldeado, pero no es bueno marearse", tomó el testigo un Feijóo mucho menos eufórico y más medido, pero con un mensaje de fondo idéntico al del andaluz. Hacía tiempo que eso no ocurría.