Es noticia
El Gobierno vuelve al 'modelo pandemia': decreto urgente con medidas unilaterales
  1. España
Bolaños maneja la 'cocina' del súper decreto

El Gobierno vuelve al 'modelo pandemia': decreto urgente con medidas unilaterales

Moncloa ultima el decreto económico que aprobará el martes, que no ha negociado con nadie. Contendrá "medidas de cirugía de precisión, atacando sectores muy concretos con ayudas directas"

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Tras una semana muy complicada por los paros del transporte y con el aliento de la victoria parcial de la "excepcionalidad ibérica" en Bruselas, Pedro Sánchez se reservará este lunes, en una conferencia de la agencia de noticias Europa Press, la presentación de algunas de las medidas estrella del decreto ley que aprobará un día después el Consejo de Ministros y que el miércoles presentará en el Congreso. El presidente del Gobierno quiere estar rodeado de las grandes empresas del Ibex para vestir de largo su plan, que pasa por crear una isla energética con Portugal para contener el precio de la energía.

Con el oxígeno de una bajada de los precios del gas autorizado por la Unión Europea, el paquete incluirá ayudas directas a los sectores económicos más asfixiados por la escalada de los precios de la electricidad y los carburantes. También habrá "algún guiño directo al bolsillo de los ciudadanos", explican desde el Ejecutivo. El Gobierno vuelve a trabajar como en los momentos más excepcionales de la pandemia, confirman desde Moncloa, con este plan nacional para combatir los efectos económicos y sociales de la invasión de Ucrania. El 'modelo presidencialista' se refuerza un poco más, si cabe.

Será un decreto ley prolijo, que se equipara en su complejidad y detalle técnico al del primer decreto del estado de alarma

Sánchez tomará la palabra después de que su Gobierno haya vivido un auténtico tsunami, sacudido por las protestas en la calle y con el alivio de haber ganado el pulso a su plan energético en la Unión Europea. En el plan de choque se ha trabajado como cuando se aprobó el primer decreto del estado de alarma, según cuentan desde el Ejecutivo. El diálogo con los sectores económicos, los agentes sociales, comunidades autónomas, partidos políticos y empresas se ha hecho de forma previa. El Gobierno volverá a la vía unilateral y urgente del decreto ley para sacar adelante unas medidas que, alegan, no pueden esperar y deben taponar cuanto antes la hemorragia en el bolsillo de empresas, autónomos y ciudadanos. En paralelo, España y Portugal fijarán sus mecanismos para establecer un precio de referencia al gas y confían en una caída inmediata de los precios. Esta semana enviarán su propuesta a la Comisión Europea con el compromiso de que habrá una respuesta urgente, si bien la ministra Teresa Ribera señaló ayer que la rebaja en la factura de la luz no se producirá hasta dentro de tres o cuatro semanas.

Foto: Imagen: L. Martín.
TE PUEDE INTERESAR
El abuso del 'decretazo' por parte de Sánchez provoca un atasco legislativo en el Congreso
Iván Gil Datos: Darío Ojeda Ilustración: Laura Martín

El presidente se reservará el anuncio de las medidas de más impacto en un acto de relumbrón, el Consejo de Ministros dará luz verde a la norma un día después y el Congreso conocerá de primera mano su contenido en tercer lugar, el miércoles con la comparecencia de Pedro Sánchez. Solo a partir de ahí se retomará el diálogo con los grupos, indican fuentes del Gobierno y el grupo socialista. No habrá alteración en la ruta clásica para un decreto ley, confirman desde el Ejecutivo. "A partir de ahí comenzaremos a negociar", indican, confiados en que la situación es tan excepcional que los grupos tendrán que torcer su brazo y sumarse a las medidas. "No hay tiempo para otra cosa, es urgente", indican. "Nadie en su sano juicio puede boicotear un paquete de medidas que van a dar oxígeno en un momento muy delicado", expresa otro miembro del Consejo de Ministros. El gran pacto nacional que propugna Sánchez vuelve a ser lo mismo que en pandemia, apoyo incondicional de la oposición a sus propuestas en un momento límite.

Aterrizaje de propuestas

El Gobierno transmite que lleva trabajando toda la semana para dar forma a ese plan de choque y que toca un fin de semana intenso de "ebanistería legislativa". Todo está coordinado bajo la batuta del Ministerio de Presidencia, con Félix Bolaños al frente. En los días previos, cada Ministerio ha ido poniendo sobre la mesa sus propuestas, incluidas las carteras de Unidas Podemos. Yolanda Díaz, cuyo protagonismo ha quedado diluido desde la reforma laboral, intenta sacar cabeza con su propuesta de prohibición de despidos y recortes salariales. No hay distinción en estas dinámicas entre los dos partidos, que dentro del Gobierno, según la parte socialista, trabaja con mucha más unidad y regida por criterios técnicos que de cara a la galería, con mucho más ruido y diferencias políticas.

El fin de semana debe servir para aterrizar todas las propuestas, aliviados con el resultado del Consejo Europeo, y el plan de choque seguirá el modelo del acuerdo cerrado con el sector del transporte tras una agónica negociación. "El modelo será el del acuerdo con los transportistas. Medidas de cirugía de precisión, atacando sectores muy concretos con ayudas directas, interviniendo en sectores económicos más vulnerables y con alguna medida directa también al bolsillo de los ciudadanos más vulnerables", señalan fuentes del Gobierno. En ese paquete se descartaron las rebajas fiscales por considerar que no es el camino más directo para ayudar a los más débiles de la cadena, justo lo contrario de lo que piensa el PP, que pone el foco en la bajada de impuestos como receta principal para amortiguar la crisis en el bolsillo de los ciudadanos.

La carta de Bruselas

Sánchez tendrá este lunes su primera comparecencia pública tras su paso tenso por el Consejo Europeo, donde se jugó todo a la carta de la reforma del mercado energético. Se enfrentó a socios fuertes como Alemania y Países Bajos y defendió como última salida su plan de conseguir que España y Portugal pudieran ir por libre para controlar el precio del gas en la península ibérica al margen del resto de la UE. El nerviosismo del Gobierno español, que admitía ya a finales de semana que quizás habían pecado de un exceso de optimismo por poner todos los huevos en la cesta de Europa, se dejó notar en la última jornada de negociación y el alivio final por lo que consideran "un éxito", también.

Tras una semana de infarto para el Gobierno, en el que la huelga de transportistas puso al país contra las cuerdas, obligó al Ejecutivo a cambiar el paso y abrirse a la negociación, el presidente Sánchez se juega su crédito con su plan de choque y necesita que se noten pronto las medidas para calmar la calle. La sucesión de ERTE en empresas empieza a ser una realidad. El tornado en el que se ha visto inmerso el Gobierno la pasada semana, con un estallido social que sumó al malestar de agricultores, ganaderos y pescadores las protestas mayoritarias de los transportistas, ha evidenciado el delicado momento que enfrenta el Ejecutivo.

También ha puesto a prueba la capacidad de negociación de los ministros y exhibido sus errores de diagnóstico sobre lo que está pasando fuera de los muros del Gobierno. El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, acudió el lunes, tras la multitudinaria e histórica protesta del campo, a Bruselas a recabar ayudas directas y logró un acuerdo con los pescadores la noche del miércoles para desconvocar los paros. Su homóloga de Transportes, Raquel Sánchez, flanqueada por los pesos pesados del área económica, Nadia Calviño y María Jesús Montero, ha tenido más dificultades para desencallar un conflicto duro y con agitadores más allá de los interlocutores a la mesa. La reacción inicial de vincular las protestas a grupos de extrema derecha y ningunear las reivindicaciones echó gasolina al fuego. "El presidente (Pedro Sánchez) necesita ahora más que nunca una retaguardia que apague los conflictos y veremos si este Consejo de Ministros da la talla", reflexiona un veterano socialista que duda de la cochura del gabinete que rodea a Sánchez.

Foto: Sánchez, en las puertas del Congreso de los Diputados. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El Gobierno insiste en que ha estado toda la semana oyendo y recabando propuestas, no solo de los ministerios y los partidos políticos, con quien ya ha habido una ronda para ver qué querían que figurara en ese plan de choque frente a la guerra, también con agentes económicos y sociales, empresas, comunidades autónomas... Reuniones que se han celebrado en paralelo a la gira europea de Sánchez. "¿Eso no es diálogo?", se preguntan de forma retórica desde el Ejecutivo. Nada que ver con la versión que llega de algunos de los interlocutores que han estado al otro lado de la mesa. Desde las comunidades del PP muestran indignación por decir que se ha contado con ellas.

"Nos sentaron a todos los consejeros alrededor de la misma mesa. El Gobierno explicó sus ocho objetivos estratégicos. Nos dieron dos minutos por consejero de cada comunidad para que diéramos nuestra opinión y se fueron. Nunca hemos vuelto a saber nada", indica un consejero autonómico de los que asistió a esa Conferencia Sectorial. "El Gobierno hace como que escucha pero en realidad no oye", indica un diputado de los que se reunieron con el ministro Bolaños. Desde la CEOE tampoco ocultan su perplejidad. "Hubo reunión. (Antonio) Garamendi dio nuestras propuestas y hasta ahí", señalan: "No sabemos qué van a hacer". Ha sido esa la tónica general de todos los encuentros. El Gobierno oía pero no explicaba sus planes.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Reuters/Filip Singer)

Desde el Ejecutivo trasladan que han "tomado nota" de todas las propuestas y necesidades de los distintos interlocutores que han sentado a la mesa y que todo esto se traducirá en el decreto-ley que verá la luz el martes. No hay previsión de presentarlo antes a los grupos del Congreso, hasta que el miércoles comparezca el presidente. La tramitación será de urgencia y no se desviará del calendario normal en estos casos, explican desde el grupo socialista. Las medidas entrarán en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, previsiblemente el 1 de abril, y después ya vendrá la convalidación con las medidas funcionando. Será un decreto ley prolijo, que se equipara en su complejidad y detalle técnico al del primer decreto del estado de alarma.

También su aislamiento en el Congreso, donde la decisión unilateral sobre el Sáhara y Marruecos dejó claro que Sánchez piensa ceñirse a un guion propio en las decisiones estratégicas con un papel residual de sus socios de Unidas Podemos, con los que es evidente que se marcan cada vez más las distancias desde el convencimiento de que ni romperán la coalición para salir del Gobierno ni pasarán de montar ruido. Es algo que transmiten con claridad desde el Ejecutivo, que las diferencias con Unidas Podemos se notan mucho más fuera que dentro y que sus socios ni siquiera ponen en aprietos las medidas cuando llegan al Consejo de Ministros.

Tras una semana muy complicada por los paros del transporte y con el aliento de la victoria parcial de la "excepcionalidad ibérica" en Bruselas, Pedro Sánchez se reservará este lunes, en una conferencia de la agencia de noticias Europa Press, la presentación de algunas de las medidas estrella del decreto ley que aprobará un día después el Consejo de Ministros y que el miércoles presentará en el Congreso. El presidente del Gobierno quiere estar rodeado de las grandes empresas del Ibex para vestir de largo su plan, que pasa por crear una isla energética con Portugal para contener el precio de la energía.

Pedro Sánchez Comisión Europea Félix Bolaños Conflicto de Ucrania Ibex 35 Transporte Moncloa Unión Europea Consejo Europeo
El redactor recomienda