A menudo se dice que las muertes son solo la punta del iceberg de la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas y exparejas. Es lo que se ve y sobre lo que cuelgan las otras formas de violencia. Pero antes de acabar con sus vidas, muchas alarmas se activan, aunque no siempre se escuchan ni salen a la superficie. Las llamadas al 016, las órdenes de protección o las denuncias son indicadores que nos permiten contextualizar los mecanismos de esta violencia y saber cuánto hemos avanzado y cuánto nos queda por recorrer para que el contador se pare.
En este panel, que se estrena hoy con motivo del Día Internacional de la Mujer, El Confidencial quiere hacer seguimiento de esas estadísticas que ayudan a entender esta herida social. No solo las que publica con cada víctima mortal el Ministerio de Igualdad, también las que periódicamente ofrece la Justicia sobre sus actuaciones y sus tendencias en esta materia. No quedarnos en el caso, sino profundizar en su contexto.