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El CNI explica en un vídeo a los españoles que vela por su seguridad en plena guerra de Ucrania
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Primer vídeo en sus dos décadas

El CNI explica en un vídeo a los españoles que vela por su seguridad en plena guerra de Ucrania

El principal servicio secreto español cuenta en imágenes la jornada de una de sus agentes residente en Madrid con motivo de su 20 aniversario

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En tiempos de guerra en Europa, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el principal servicio secreto español, se da tímidamente a conocer. Ha elaborado el primer vídeo de sus dos décadas de historia para explicar al gran público a qué se dedica.

El vídeo institucional fue encargado con motivo del 20 cumpleaños del CNI, el próximo 6 de mayo, pero en la tarde del martes empezó a circular entre agentes en activo y colaboradores del servicio secreto español. El CNI sustituyó al Cesid, que tenía un marcado carácter militar y había sido fundado en 1977 al iniciarse la transición democrática.

Foto: Von der Leyen. (Reuters)

Este adelanto de casi dos meses en la divulgación del vídeo quizá no sea una casualidad. Desde el Gobierno, se considera que es un buen momento para difundir una “cultura de seguridad nacional que es, en definitiva, proteger lo cotidiano”, explicas fuentes oficiales.

En el vídeo, se escucha una radio de fondo en la que el locutor habla “de la seguridad del suministro energético” y de “las tensiones geopolíticas en distintas partes del mundo” que evocan la guerra que desde hace dos semanas libra Rusia en Ucrania.

El vídeo, de 2:02 minutos y rodado en Madrid, tiene una protagonista, una mujer casada y madre de dos hijos que por la mañana sale de su hogar para trabajar como espía y regresa por la noche cuando los niños se acuestan. La actriz Rocío Anker desempeña el papel de la mujer espía.

“Trabajamos tofos los días para proteger lo que más te importa porque la normalidad no está garantizada”, reza una voz femenina en 'off'. “En un mundo cada vez más complejo, se multiplican las amenazas a nuestra seguridad”, añade. “Tratamos de anticiparnos a las amenazas”, prosigue.

Foto: El presidente de España, Pedro Sánchez, visita a las tropas en Letonia. (Reuters/Ints Kalnins)

“Buscamos información allí donde sea necesario”, continúa la narradora cuando se ve a la agente entrar en una cafetería y recoger un objeto —quizás un 'pendrive'— que le suministra un confidente con el que intercambia una imprudente sonrisa de complicidad. “Defendemos nuestro modo de vida y creemos que la mejor defensa es la Inteligencia”. “Trabajamos discretamente para proteger el futuro; para que nuestro país sea cada día un poco mejor”. “Nuestra fuerza es la Inteligencia”. “Somos el CNI”, concluye la voz.

“Hay cosas un poco parciales en el vídeo”, señala Manuel Palacio, catedrático de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid. “Se identifica a España con las clases medias urbanas de Madrid que llevan a sus hijos a colegios concertados”, recalca. “Aceptemos que la protagonista sea madre casada con alguien tal vez de mayor estatus que ella, por edad y ropa, pero aun así deberían aparecer gentes con perfiles sociales algo más amplios entre sus compañeros de trabajo y hasta en el bar”, añade el catedrático.

Hasta “los planos bucólicos del 'skyline' de Madrid —con lluvia en la entrada del CNI— también pueden asociarse con clases medias tecnócratas” y no con un sector más amplio de la población. En definitiva, “el mejor plano es el del dron por el Pardo, sus árboles y animales, hasta llegar a la sede del CNI”, concluye Palacio.

En noviembre de 2018, cuando se cumplieron 15 años de la muerte en una emboscada en Irak de siete agentes del CNI, el servicio secreto quiso también conmemorarlo a través de un vídeo, pero no lo hizo directamente. La tarea recayó sobre el Batallón de Helicópteros de Maniobra IV con base en El Copero (Sevilla), que hizo una exhibición aérea recodando a los “hombres que dieron su vida por España”.

La directora del CNI lleva tres años sin rendir cuentas ante la comisión de control de gastos reservados del Congreso de los Diputados

El CNI presenta algunas particularidades con relación a otros servicios secretos europeos. Abarca la Inteligencia interior y la exterior y es además uno de los más opacos de cara a la prensa y a la opinión pública. Ha remodelado recientemente su web para dar algo más de información sobre su número dos, su secretario general, Arturo Relanzón Sánchez-Gabriel, nombrado hace dos años por el Gobierno, y mejorar el buzón de contacto para enviarle mensajes.

Paz Esteban López, la directora del CNI, lleva tres años sin rendir cuentas ante la comisión de control de gastos reservados del Congreso de los Diputados. Esta incomparecencia es ante todo responsabilidad de los partidos políticos con representación parlamentaria, que no se ponen de acuerdo sobre su constitución. A diferencia de su predecesor, el general Félix Sanz Roldán, que mantuvo hasta 2019 contactos esporádicos con la prensa, Esteban López la rehúye.

Foto: Despliegue policial en Moscú para hacer frente a las protestas contra la guerra de Ucrania. (EFE/Yuri Kochetkov)

Los homólogos británicos, franceses, belgas o daneses de Esteban López hacen, de vez en cuando, declaraciones abiertas a la prensa ante comisiones parlamentarias o en actos institucionales, algo que no sucede con la directora del CNI. Desde que estalló la guerra en Ucrania, los ministerios de Defensa de países como el Reino Unido o Francia suministran en las redes sociales y en sus webs información de Inteligencia militar y geopolítica, algo inimaginable en España. “Si no se hace aquí es porque el Gobierno no quiere, porque el CNI y el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas no pondrían reparos en hacerlo”, comenta un exagente.

Es también llamativo que ningún alto cargo jubilado de la Inteligencia española haya publicado sus memorias. A aquellos que barajaron hacerlo se les disuadió desde la dirección del CNI. El coronel Jaime Rocha sí publicó en 2020 la novela 'Operación El Dorado Cayon' (editorial Doble Identidad) en la que relata, con ciertas dosis de ficción, un encargo que el Cesid (precursor del CNI) llevó a cabo en Libia por cuenta de la CIA estadounidense. David R. Vidal, que colaboró durante años con el CNI en el norte de África, narró sus vivencias en 2014 en 'Diario de un espía' (editorial Cúpula Enigmas).

Foto: La bajista Tatjana Besson, en 1988. (Stefan Mai)

Algunos de los episodios más sabrosos de la historia del CNI han salido a la luz en 2013 gracias a Edward Snowden, colaborador de la National Security Agency de EEUU, el más poderoso que sus servicios secretos, que se refugió en Moscú. Snowden divulgó información sobre la cooperación de la Inteligencia española con la estadounidense para interceptar llamadas y mensajes intercambiados entre el continente europeo y el americano.

Dos años después, fue Wikileaks la que desveló que el CNI había comprado el programa de vigilancia electrónica de la empresa italiana Hacking Team. En al menos una ocasión, el espionaje español fabricó su propio troyano. Se llamaba Careto y se infiltró en móviles de medio mundo, pero con especial predilección por los marroquíes y los brasileños. Fue descubierto por casualidad en 2013 por la empresa rusa Kaspersky, que fabrica antivirus. El CNI lo desactivó de inmediato.

En tiempos de guerra en Europa, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el principal servicio secreto español, se da tímidamente a conocer. Ha elaborado el primer vídeo de sus dos décadas de historia para explicar al gran público a qué se dedica.

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