Podemos incluye un cheque energético en el plan de medidas para frenar el alza del gas

La subida del precio del gas es una de las principales consecuencias económicas inmediatas por la invasión rusa de Ucrania. Un escenario frente al que el Gobierno pretende desplegar medidas de contención en el denominado Plan Nacional de Respuesta a la Guerra, como insistía este domingo Pedro Sánchez en su intervención en el Comité Federal del PSOE, y al que desde Unidas Podemos ya han respondido incluyendo propuestas como subsidiar el consumo de las familias vulnerables o aumentar impuestos a las grandes eléctricas.

Las propuestas para un Pacto de Estado de la Energía trasladadas al Ejecutivo desde el grupo parlamentario de Unidas Podemos parten de la base de que la actual situación provocará "una de las inflaciones más altas de las últimas décadas, afectando muy negativamente al bolsillo de la mayoría de los españoles y poniendo en grave riesgo la recuperación económica". El propio presidente del Ejecutivo alertaba también en su comparecencia ante el máximo órgano de los socialistas entre congresos que "vienen tiempos duros" que "lo van a hacer todo más difícil" y avanzaba que en los próximos días negociará con los grupos parlamentarios, además de los agentes sociales con los que se reunirá este mismo lunes y los presidentes autonómicos, un plan de reformas que derive en pactos de Estado.

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Los morados pondrán sobre la mesa medidas enfocadas en el corto plazo y "urgentes". Entre otras, acelerar la tramitación del proyecto de ley para reducir los denominados beneficios caídos del cielo, activar las subastas de la producción eléctrica de origen nuclear e hidroeléctrica que ya estaban programadas para finales de 2021 o sacar las centrales de gas del mercado marginalista "para que no contaminen artificialmente los precios de todas las demás tecnologías". Esta última medida requiere de una negociación en el seno de la Comisión Europea y, en cualquier caso, requeriría modificar directivas europeas. Una reforma del mercado energético que el Gobierno español apoya, pero sobre la que hay una fuerte división entre los países miembros de la UE.

Como medidas urgentes, desde Unidas Podemos propondrán también la creación de un "cheque-ayuda" para mitigar la subida de precio del gas natural, así como un plan excepcional de subvenciones para sustituir las instalaciones domésticas de gas natural. Se pone como ejemplo a seguir el cheque energético para los hogares del Gobierno francés durante la pandemia. "Este cheque-ayuda debería cubrir la totalidad de la subida porque las familias y los pequeños negocios ya no pueden pagar más", se recoge en el texto remitido al jefe del Ejecutivo desde el grupo parlamentario.

Por otro lado, se aboga por un plan de subvenciones y créditos blandos "para sustituir la tecnología de gas natural doméstico por otras tecnologías electrificadas y/o no dependientes del gas, como las calderas eléctricas, las cocinas de inducción o la aerotermia y las bombas de calor". En lo referente a medidas a medio plazo, se le pide a Sánchez considerar la posibilidad de instalar "sistemas centralizados de calefacción por barrios, de titularidad pública". Para ello, se pone como ejemplo los existentes en Dinamarca, lo cual facilitaría "un cambio tecnológico transparente para las personas usuarias finales" y beneficios "de la economía de escala que conlleva un ahorro económico desde el principio frente a las calderas individuales".

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En último lugar, se apuesta por una subida de impuestos a las grandes eléctricas. Concretamente, un recargo del 10% al impuesto de sociedades. Una de las medidas que se incluían en la propuesta de reforma fiscal de Podemos y que ahora se rescata argumentando que "los costes debidos a una importante subida del gas como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania no pueden volver a pagarlos los de siempre". Con dicho recargo, aducen, "se puede garantizar una financiación estable de las diferentes medidas planteadas en este documento y también de los esfuerzos a medio plazo para llevar a cabo una transición que nos permita, por un lado, descarbonizar la economía y, por otro lado, recuperar nuestra soberanía energética".

El presidente del Gobierno ya ha puesto en marcha otras medidas como la prórroga hasta el 30 de junio del bono social eléctrico para los colectivos más desprotegidos y la ampliación de las rebajas fiscales que ya se aprobaron con motivo de la subida de la factura de la luz. Asimismo, se prevé destinar una partida de 500 millones para acelerar el autoconsumo, una nueva subasta de renovables —como reclaman los morados— y una partida de 1.000 millones para fomentar el hidrógeno verde.

Dentro del Plan Nacional de Respuesta a la Guerra, el Gobierno ha arrancado ya las reuniones con los agentes sociales con el objetivo de impulsar un gran pacto de rentas para subir salarios de forma acordada y limitada con el objetivo de evitar una espiral inflacionaria que mine el poder adquisitivo de las familias.

Pese a este contexto bélico, sus derivadas inflacionarias y la urgencia de medidas de contención, el líder de los socialistas aseguraba ayer durante su intervención en el Comité Federal del PSOE que no se paralizará el plan de reformas previstas para espolear la recuperación económica y avanzar en derechos sociales. "Esta guerra traerá dificultades, lo veremos en el impacto de los precios, pero no va a detener nuestro rumbo ni las reformas que necesita el país", afirmaba. "A pesar del virus y a pesar de Putin", añadía, "vamos a seguir con la recuperación económica" apelando a la necesidad de un Gobierno estable y seguir adelante con las reformas previstas. Desde el Ejecutivo prefieren hablar de "ralentización" de la recuperación económica y siguen sosteniendo que España es uno de los países que sufrirá menos consecuencias por su menor dependencia del gas ruso.