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Manual del buen gallego para triunfar en Madrid sin acabar devorado por los lobos
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Una capital llena de peligros

Manual del buen gallego para triunfar en Madrid sin acabar devorado por los lobos

Feijóo, lider en ciernes del PP, ha escalado desde el lenguaje críptico, la prudencia y el manejo de los tiempos. En Galicia es el rey y todo está bajo control, pero Madrid es territorio salvaje

Foto: Feijóo, Ayuso y Casado. (EFE)
Feijóo, Ayuso y Casado. (EFE)
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Hay tres grandes consensos en Galicia. 1) El licor café es como el agua. 2) Hablar claro es pecado. 3) Las Tanxugueiras sufrieron una emboscada en el Benidorm Fest... "Si la gente vota de forma masiva una candidatura, parece un poco extraño que esa candidatura quede tercera en la decisión final, ¿no?”, opinó Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, sobre el escándalo del Benidorm Fest.

Esta es una historia sobre iconos nacionales gallegos que tratan de escalar en Madrid sin abrirse la crisma...

Lo recuerda el libro 'El viaje de Feijóo': en 2016, en una aparición de Feijóo en 'Land Rober', programa de máxima audiencia de la TVG, el presentador Roberto Vilar hizo una parábola inquietante sobre gallegos que triunfan en Galicia, y cuando saltan a Madrid para triunfar aún más, se estrellan (a Vilar le pasó cuando saltó de la TVG a una cadena nacional).

Vilar preguntó a Feijoo si acabaría en Madrid, el político le dio largas y Vilar le espetó: "Yo fui a Madrid y me di una hostia criminal. Yo era aquí el rey, el campeón del mundo; me pagaron una cantidad de dinero tremenda y no me dio tiempo ni a llevarlo a Panamá". Risas.

En efecto, el programa de Vilar en Mediaset ('Salta a la vista') duró un suspiro por falta de audiencia. Vilar regresó confuso a Galicia, pero fue recibido con los brazos abiertos y volvió a reinar en su tierra.

Pues bien: este artículo va sobre el método Feijóo para triunfar en Madrid sin darse una hostia criminal.

El califa

Alberto Núñez Feijóo quiere ser califa en lugar del califa.

Dentro del grueso espectáculo que ha llevado a la decapitación de Pablo Casado, Feijóo ha sido el más ambivalentemente gallego: en plenos choques sangrientos entre Casado y Ayuso, a Feijóo le bastó decir "espero que no necesitemos un Congreso" para mandar a la UVI a Pablo Casado.

No nos engañemos: Feijóo ha enredado estos días en la sombra como el que más, pero lo que ve la opinión pública es al marianista de maneras suaves, al gestor que llevará por la senda de la seriedad al desquiciado PP, al salvador de la derecha.

Según 'El viaje de Feijóo', biografía reciente de Fran Balado sobre el político gallego, Feijóo tiene "buena imagen pública" y "buena prensa" fuera de Galicia. "Se ha trabajado televisiones de izquierdas, de centro, de derechas y hasta muy de derechas, y en casi todas ha disfrutado de una gran aceptación. Feijóo suele hilvanar con sutileza un discurso en el que raras veces no complace al que está al otro lado. Un equilibrismo con el que muchos otros siempre acaban metiendo la pata, pero que él ha moldeado con el paso de los años hasta alcanzar casi la perfección".

¿Cómo conseguir contentar a todo el mundo todo el rato? Por la boca de Feijóo sale tanta nebulosa gallega que es difícil no extraviarse entre sus meandros retóricos. Feijóo tiene tan interiorizado ocultar sus intenciones al hablar que enreda hasta involuntariamente. No le pida usted a Feijóo que responda sí o no a una cuestión. En 2018, su anuncio de renuncia a sustituir a Rajoy fue pura ceremonia de la confusión: Feijóo empezó a hablar para decir que no… y muchos entendieron otra cosa. "Varios de los periodistas que seguían al PP se quedan perplejos, sin saber qué postura había adoptado el presidente gallego. '¿Pero se va o se queda?'", explica el libro de Balado, periodista de 'La Voz de Galicia'.

"Feijóo llevó ese día un discurso con el no y otro con el sí", cuenta Balado a El Confidencial. A dos barajas. Nadar y guardar la ropa. Apoteosis del galleguismo.

Duelo de titanes

¿Por qué Feijóo no se presentó en 2018? Dicen que quería ser proclamado por aclamación y sin el riesgo de unas primarias. En un mundo político de osadías testosterónicas, Feijóo fue señalado como miedoso… por sus propios compañeros de partido. Tras sorprender con su candidatura a las primarias, Pablo Casado espetó: "Yo sí quiero ser presidente"; declaraciones que, según Balado, "no sentaron nada bien en Galicia". En efecto, Pablo Casado ha acabado tragándose sus palabras... El supuesto Feijóo débil era un maestro zen que esperó su momento y ahora tiene la cabeza de su rival en una pica.

Rajoy decidió no intervenir (directamente) en su sucesión, aunque la convocatoria exprés de primarias y otros gestos de su entorno se interpretaron como ayudas a Soraya Sáenz de Santamaría.

"Que Rajoy no se lo pidiera expresamente fue uno de los motivos para que Feijóo no se presentara", cuenta Balado. Y ahora es cuando entramos en terreno resbaladizo: tratar de que Rajoy o Feijóo digan algo "expresamente" quizá sea pedir mucho...

Feijóo busco un gesto de apoyo de Rajoy para sustituirle bajo palio. No lo encontró. No obstante, según el libro, quizá Feijóo no interpretó bien la ambivalencia de Rajoy.

"Rajoy y Feijóo nunca se expresan de manera clara y nos les gusta tomar decisiones precipitadas"

1) "Fuentes cercanas al expresidente del Gobierno trasladan que la comunicación entre él y Feijóo quizá no fue todo lo clara y precisa que debiera; en parte, porque el propio Rajoy fue víctima de una sucesión a dedo de Aznar que le acabó generando ciertos trastornos... Pero en realidad el deseo de Rajoy era que fuese otro gallego el que pasase a ocupar su despacho en Génova". 2) "Otra de las personas que estuvo más involucrada en el proceso de sucesión señala que la relación entre Rajoy y Feijóo es 'muy peculiar, como dos buenos gallegos. Rajoy a Feijóo ni lo apoya ni lo deja de apoyar'".

Resumiendo: una reunión entre Rajoy y Feijóo es el Karpov/Kasparov del ajedrez mental gallego.

"Rajoy y Feijóo nunca se expresan de manera clara; dejan que los periodistas interpretemos sus palabras", cuenta Balado, que añade dos similitudes más: "No les gusta tomar decisiones precipitadas —Feijóo es incluso más precavido que Rajoy— y manejan muy bien los tiempos políticos", algo en lo que coincide el periodista y ensayista gallego Juan Tallón, que añade otras habilidades de la nueva estrella del PP: "Feijóo es muy inteligente. Lleva toda la vida escalando sin descanso en la administración pública. Tiene un gran sentido táctico de la vida; trasladado al uso del lenguaje, al pasar desapercibido cuando conviene hacerlo y a la prudencia. Sabe en qué batallas meterse".

La prudencia de Feijóo es también una cuestión de carácter. Cuando vivía en una humilde aldea pérdida entre Ourense y Monforte de Lemos era un niño tan "formalito que era el único de sus primos y amigos que hacía caso a los adultos y cruzaba el peligroso paso del puente sobre el Sil por donde mandaban, y no como el resto, que solían aprovechar la falta de vigilancia para hacer alguna gamberrada… Feijóo de niño era lo que en Galicia se conoce como 'guiadiño', que podría equivaler a alguien muy obediente y responsable", según el libro.

En sus triunfales noches electorales gallegas, lo que Feijóo entiende por desfasarse es beberse una cerveza sin alcohol. Tal cual.

Prudencia, no precipitarse, cabeza fría.

Todo ello hace aún más interesante (y desconcertante) su antigua amistad con el (primero) contrabandista y (luego) narcotraficante Marcial Dorado...

Esas fotos de las que usted me habla

En 2013, con Feijóo en la presidencia de la Xunta, 'El País' publicó fotos noventeras de Dorado y Feijóo navegando. ¿Cómo se conocieron Feijóo y Dorado? Feijóo era alto cargo de la Xunta. Manuel Cruz, chico de confianza de Dorado, era chófer del 'conselleiro' Romay Becaria, mentor y jefe de Feijóo. Son años de confusión entre la política local y el narcoemprendizaje, con la amistad entre Fraga y Terito (icono de 'Fariña') como ejemplo canónico.

"Feijóo en Galicia es el rey. Pero Madrid es incontrolable. El escándalo de las fotos con Dorado está amortizado… en Galicia"

¿Por qué resucitaron las fotos antiguas de Feijóo y Dorado? Una de las hipótesis habla de las malas artes de uno de los rivales de Feijóo en la carrera para sustituir a Rajoy.

¿Son agua pasada las fotos? Feijóo sobrevivió al escándalo, pero aunque estén rentabilizadas políticamente, siguen siendo una fisura biográfica difícil de rellenar. Como una de esas películas en las que un notario gris de Albacete es el mejor amigo del rey del hampa; Feijóo, el niño precavido, el estudiante modélico de colegio de curas, el alto funcionario sobrio, el pulcro gestor en Correos y el Insalud y el bebedor de cerveza sin alcohol como máxima locura permitida… fue compañero de vacaciones de un contrabandista. ¿Cómo es posible? La vida puede ser extraña y el prudente tecnócrata gallego tenía más vida interna de la que imaginábamos.

El periodista Perfecto Conde publicó en 1991 el libro pionero sobre los narcos en Galicia: ‘La conexión gallega’. Conde, que conocía la relación entre Dorado y Feijóo antes de las fotos, duda que el político no supiera quién era Dorado, pues "ya había sido repetidamente investigado y reflejado en abundantes reportajes. En mi libro [publicado cuatro años antes del veraneo de Dorado y Feijóo], hay un capítulo dedicado a Marcial Dorado. Por muy poca atención que pudiese prestar Feijóo a la actualidad de su tierra, resulta muy difícil de entender que fuese uno de los pocos gallegos que no supiese a qué se dedicaba".

¿Por qué a Feijóo no le pasó factura el escándalo? "Seguramente porque Galicia sigue siendo la Baviera de Strauss, incluso actualmente", zanja Conde.

Madrid: Distrito apache

Juan Tallón cree que Feijóo se expone saliendo de su zona de confort: "Feijóo controla en Galicia buena parte de la información sobre su gestión. La prensa gallega depende mucho de las ayudas públicas. Feijóo en Galicia es el rey. Nada pasa sin que él lo sepa. Pero Madrid es un territorio más incontrolable. ¿Tiene miedo Feijóo a sus compañeros de partido? Yo creo que sí. El escándalo de las fotos con Dorado está amortizado… en Galicia, donde acabó topando con un muro, pero en Madrid ese muro no existe", asegura Tallón.

"Desborda la astucia de la Galicia interior, que no siempre presenta lo mejor del alma gallega sino también algunas aristas de la picaresca popular"

¿Cómo construir un muro en el Distrito apache madrileño? Palabra de Balado sobre el método Feijóo: "Chapotear todos los charcos desgasta mucho, sobre todo a largo plazo; suele resultar bastante más rentable orillarlos".

Si Feijóo se convierte en líder del PP, su capacidad para orillar charcos, pasar desapercibido y contentar a todos diciendo lo mismo y lo contrario será sometida a la máxima presión. Deberá lidiar con un Sánchez que sobrevive a todos, una Ayuso en órbita, una prensa conservadora empoderada tras achicharrar a Casado (es decir, con ganas de seguir marcando el camino al partido), un Vox crecido y un PP acostumbrado a resolver las tensiones internas con fuego amigo y filtración de escándalos.

"Feijóo desborda la astucia de algunos paisanos de la Galicia interior, característica que no siempre presenta lo mejor del alma gallega sino también algunas aristas históricas de la picaresca popular. No sé si me expreso con la suficiente claridad", razona Perfecto Conde.

El futuro líder del PP, en definitiva, va a necesitar toneladas de astucia gallega para culminar su escalada madrileña sin ser devorado por los lobos. ¿Conseguirá domarlos a todos con su maestría para el funambulismo gallego? ¿Sobrevivirá a Madrid? Moncloa o enfermería.

Hay tres grandes consensos en Galicia. 1) El licor café es como el agua. 2) Hablar claro es pecado. 3) Las Tanxugueiras sufrieron una emboscada en el Benidorm Fest... "Si la gente vota de forma masiva una candidatura, parece un poco extraño que esa candidatura quede tercera en la decisión final, ¿no?”, opinó Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, sobre el escándalo del Benidorm Fest.