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Cierre en falso del caso de la violación en una ONG dedicada a acoger mujeres migrantes
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En Las Palmas de Canaria

Cierre en falso del caso de la violación en una ONG dedicada a acoger mujeres migrantes

Archivan una agresión sexual porque la denunciante, una veinteañera llegada en patera, no aparece. Dijo tener miedo de las amenazas del presunto agresor, un trabajador del centro

Foto: Una mujer rescatada en una imagen de archivo. (EFE)
Una mujer rescatada en una imagen de archivo. (EFE)

El Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria ha archivado una denuncia por agresión sexual presentada por una migrante de 21 años que llegó a las islas en patera procedente de Marruecos. El acusado es un trabajador de la ONG en la que fue acogida. Tiene sus instalaciones en la zona del Sebadal y se dedica desde la crisis de los cayucos de 2009 a atender a mujeres recién llegadas y en situación vulnerable. La razón del archivo es que la joven no aparece y no ha sido posible tomarle declaración para ratificar la denuncia.

"Se debe acordar y acuerda sobreseimiento y archivo provisional de las actuaciones, hasta que sea hallada la perjudicada", dice el auto dictado el pasado 15 de febrero al que ha tenido acceso El Confidencial. La decisión cuenta con el visto bueno de la Fiscalía. La joven llegó a España a finales de septiembre. En la ONG solo se admiten a mujeres que llegan solas o con menores a su cargo para evitar, entre otras cosas, que caigan en manos de las redes de trata con fines de explotación sexual. Fuentes conocedoras del caso informan de que la mujer abandonó el centro voluntariamente tras la denuncia y nunca más se supo de su paradero. Desde la ONG descartan hacer declaraciones.

Foto: Inmigrantes rescatados en Canarias. (EFE)

El denunciado es un marroquí de 56 años. La Policía Nacional abrió una investigación después de que la migrante presentase la denuncia y citó al hombre en calidad de detenido. Durmió una noche en el calabozo. La mujer dice que este trabajador jugaba con el miedo como elemento de presión para que se plegara a sus abusos. Le decía que en caso de negarse, sería devuelta a su país. Para que la policía empezase sus pesquisas fue clave la propia ONG, que actuó con rapidez cuando uno de sus responsables de seguridad presenció uno de estos presuntos abusos captado por una de las cámaras de seguridad de las zonas comunes del centro.

Las cámaras de seguridad

Las imágenes recogieron al menos dos momentos comprometedores ubicados en octubre. En uno de ellos se apreciaba al detenido aproximarse a dos mujeres, una de ellas madre de un menor también acogido. En un momento dado, el varón junta las cabezas de las chicas y las aproxima por la fuerza a su zona genital. En el otro, se ve al trabajador bajarse los pantalones y hacer que la joven que le denunció le haga una felación. No fue sencillo que la chica migrante presentase su denuncia. Declinó el primer ofrecimiento que le hicieron al ver los vídeos. Ella alegó el miedo a represalias y su temor a las fuerzas de seguridad españolas al haber entrado en el país de manera irregular. Accedió días después tras un nuevo ofrecimiento.

Según la declaración ante la Policía a la que tuvo acceso este periódico, ella relató el miedo que le producía "ir sola a las duchas" o que le pidió al hombre "que parase porque era virgen". En su narración contó que le amenazó con matarla si revelaba algo de lo sucedido. Según le dijo la migrante a la Policía, no tenía ninguna intención de denunciar los hechos "porque en su cultura protegen al hombre y está mal vista la mujer en estas situaciones, es una vergüenza".

Su temor era que "los hombres de su familia se enteren, sobre todo su padre y su hermano. Su madre le ha aconsejado que no cuente nada para que no se entere la familia". "Si no fuera porque ha salido a relucir lo ocurrido a través de las cámaras ella no habría contado nada nunca", añade el acta de declaración. Por su parte, el acusado sostiene que la chica "está mal de la cabeza", que era ella la que le mandaba vídeos de contenido sexual y que tenían una "relación especial" porque buscaba beneficios.

Fuentes policiales informan de que es habitual que, cuando hay algún incidente de este tipo, se les cambie de centro, en ocasiones en la península

El trabajador fue apartado de su puesto laboral por la ONG, pero ha permanecido todo este tiempo en libertad provisional por orden del juzgado. Aunque el magistrado reconoció el "riesgo para la integridad física de la víctima" y por ello le prohibió comunicarse con ella, no decretó el ingreso en prisión porque no creía que se fugase. Ahora, apenas cuatro meses después de los hechos, ha archivado el caso por la incomparecencia de la denunciante. Fuentes policiales informan que es habitual que, cuando hay algún incidente de este tipo, se les cambie de centro, en ocasiones en la península.

"En el presente procedimiento —explica el auto— se ha intentado la práctica de la declaración de la perjudicada con ofrecimiento de acciones sin éxito al no haber podido ser citado en legal forma a tal fin, resultando que el mismo se halla en paradero desconocido y no concurren los datos suficientes para poder efectuar tal citación, circunstancias que, por el momento, impiden la continuación del procedimiento, por todo lo cual, procede acordar el sobreseimiento provisional de la causa hasta que sea localizada o se persone el denunciante".

El Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria ha archivado una denuncia por agresión sexual presentada por una migrante de 21 años que llegó a las islas en patera procedente de Marruecos. El acusado es un trabajador de la ONG en la que fue acogida. Tiene sus instalaciones en la zona del Sebadal y se dedica desde la crisis de los cayucos de 2009 a atender a mujeres recién llegadas y en situación vulnerable. La razón del archivo es que la joven no aparece y no ha sido posible tomarle declaración para ratificar la denuncia.

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