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El Gobierno desconfía de la renovación en el PP por "no desprenderse de la corrupción"
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El Gobierno desconfía de la renovación en el PP por "no desprenderse de la corrupción"

Pedro Sánchez convocó este lunes un cónclave exclusivamente político para analizar la situación, con especial atención a la profunda crisis en el principal partido de la oposición

Foto: El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, atiende a la prensa en San Cibrao das Viñas (Ourense) este lunes, a su salida de una visita a la fábrica de Aceites Abril. (EFE/Brais Lorenzo)
El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, atiende a la prensa en San Cibrao das Viñas (Ourense) este lunes, a su salida de una visita a la fábrica de Aceites Abril. (EFE/Brais Lorenzo)

Cambiar todo para que nada cambie. Desde el PSOE no quieren entrar a valorar en público el hipotético cambio de liderazgo en el PP, después de que el gallego Alberto Núñez Feijóo diese un paso adelante para reemplazar a Pablo Casado, pero en Ferraz son completamente pesimistas sobre sus efectos. En su lectura interna sobre la crisis orgánica de los populares, se pone el foco en las "tramas de corrupción y espionaje" para concluir que no habrá ruptura en un futuro cambio en la Presidencia del principal partido de la oposición, sino continuidad. "Los de siempre haciendo lo de siempre", argumenta un alto cargo de Ferraz cercano al presidente del Gobierno. Gatopardismo. Tanto en lo que respecta a las prácticas supuestamente corruptas, como denuncian los socialistas, como en lo relativo a su relación con el Gobierno, que tildan de "negacionista" y bloqueo en asuntos como la gestión de los fondos europeos o la renovación del CGPJ.

Foto: Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, negaba este martes a preguntas de los periodistas que les inquietase la llegada a Génova de un perfil moderado como el de Feijóo, para poner el foco en la corrupción. "Lo único que inquieta al Gobierno desde el punto de vista de la calidad democrática es que el PP sea incapaz de desprenderse de la corrupción". En esta línea, ha reclamado que se "aclaren cuanto antes los posibles hechos que puedan constituir irregularidades o corrupción", en referencia las acusaciones cruzadas de espionaje y cobro de supuestas comisiones, porque "afecta a la credibilidad del país y a la democracia".

"El problema del PP no es de renovación, es de regeneración", sintetizan fuentes de la dirección del partido para enterrar cualquier atisbo de esperanza en un cambio de liderazgo en Génova 13. "Es un problema de corrupción estructural", añaden estas mismas fuentes. Más allá de cómo se resuelva la crisis interna en el principal partido de la oposición, para el PSOE es imprescindible que se aclaren las supuestas irregularidades en contratos de la Comunidad de Madrid para favorecer al hermano de la presidenta regional, como denunció el propio Pablo Casado.

"Corrupción", la lacra que persigue al PP y que el Gobierno destaca en su discurso en privado, de momento, pero que va a ir incorporando a los argumentarios internos. "Estamos atónitos y perplejos", añade un alto cargo del PSOE. Moncloa y Ferraz están unificando la estrategia. Este lunes, por la mañana, Pedro Sánchez convocó a su equipo de colaboradores más cercanos a la tradicional reunión de maitines. No acudieron las ministras económicas, Nadia Calviño ni María Jesús Montero, sino que fue un cónclave exclusivamente político para analizar la situación, con especial atención a la profunda crisis en Génova. La conclusión es, como decimos, la de insistir en que "el problema del PP es su corrupción estructural".

El presidente del Ejecutivo apuntaba este mismo lunes que "la principal incógnita de este debate son las acusaciones cruzadas de irregularidades", urgiendo a aclararlas. El grupo parlamentario del PSOE en la Asamblea de Madrid, al igual que Más Madrid y Unidas Podemos, ya ha presentado denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. El contrato bajo sospecha se tramitó de urgencia, sin justificación, y sin el cumplimiento de ningún requisito de publicidad y pública concurrencia por valor de un millón y medio de euros para la compra de mascarillas durante la pandemia por el que, según apunta la dirección nacional del PP, el hermano de Isabel Díaz Ayuso habría recibido una comisión de 283.000 euros. Esta última salió al paso en un comunicado aclarando que su hermano percibió 55.850 euros, pero no como una comisión, sino fruto de las gestiones por conseguir el material en el mercado asiático.

Los socialistas apuntan a la comisión de posibles delitos de prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a los funcionarios y malversación de caudales públicos, y en las próximas horas tienen previsto ampliar la denuncia. Todo ello, con base en la información proporcionada por Ayuso según la cual su hermano habría facturado en otras tres ocasiones con la empresa concesionaria de la Comunidad de Madrid.

Si para Ferraz la crisis interna del PP evidenciaría que el principal partido de la oposición precisa de una profunda regeneración que no ven sobre la mesa, para Sánchez la situación en Génova es un foco de inestabilidad. "España necesita estabilidad", argumentaba ayer durante una comparecencia conjunta con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, tras reunirse ambos en Moncloa. Una situación que, dijo, "no solo aporta el Gobierno, sino el principal partido de la oposición", por lo que mostró su esperanza de que el PP "resuelva cuanto antes" su crisis "por su bien y por el bien de todos y la democracia española". Eso sí, Sánchez recalcaba que esa resolución pasaba por despejar dudas tanto por el supuesto espionaje como por las supuestas irregularidades en las contrataciones de la Comunidad de Madrid.

La pregunta que vienen repitiéndose en Ferraz desde que estalló la crisis interna en el PP es que, si Casado era conocedor del contrato por el que el hermano de Ayuso podría haber recibido una mordida, tras una concesión de la Comunidad de Madrid a un empresario amigo de la familia, “por qué no lo denunció a Fiscalía”. La exigencia de explicaciones por parte del PSOE se extiende también al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, “para que nos explique si ciertamente ha utilizado una empresa pública del Ayuntamiento para espiar a Ayuso” y “si ha hecho un Kitchen II”, en referencia a la trama de espionaje del caso Bárcenas.

Los socialistas también quieren aprovechar esta coyuntura para impulsar a su nuevo secretario general en Madrid, Juan Lobato. Desde que estallara la crisis en el partido rival, Ferraz ha planteado un ambicioso plan de entrevistas para posicionar al exalcalde de Soto del Real en los medios de comunicación. El PSOE también quiso adelantarse a la hora de acudir a la Fiscalía. Los socialistas quieren, en definitiva, sacar provecho de la situación crítica del PP.

Cambiar todo para que nada cambie. Desde el PSOE no quieren entrar a valorar en público el hipotético cambio de liderazgo en el PP, después de que el gallego Alberto Núñez Feijóo diese un paso adelante para reemplazar a Pablo Casado, pero en Ferraz son completamente pesimistas sobre sus efectos. En su lectura interna sobre la crisis orgánica de los populares, se pone el foco en las "tramas de corrupción y espionaje" para concluir que no habrá ruptura en un futuro cambio en la Presidencia del principal partido de la oposición, sino continuidad. "Los de siempre haciendo lo de siempre", argumenta un alto cargo de Ferraz cercano al presidente del Gobierno. Gatopardismo. Tanto en lo que respecta a las prácticas supuestamente corruptas, como denuncian los socialistas, como en lo relativo a su relación con el Gobierno, que tildan de "negacionista" y bloqueo en asuntos como la gestión de los fondos europeos o la renovación del CGPJ.

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