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Interior excarceló a un etarra contra el criterio de la prisión y con riesgo de reincidir
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Interior excarceló a un etarra contra el criterio de la prisión y con riesgo de reincidir

Instituciones Penitenciarias desoyó el acuerdo unánime de los profesionales de la cárcel y permitió su progresión a la semilibertad por motivos familiares

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Chema Moya)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Chema Moya)

El Ministerio del Interior decidió excarcelar al etarra Íñigo Gutiérrez en contra del criterio de los profesionales de la cárcel de Aranjuez (Madrid), que votaron por unanimidad mantener al terrorista en segundo grado. Los informes recogen que presentaba un riesgo de "reincidencia medio alto". A pesar de ello, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias decidió otorgarle un tercer grado que da derecho a la semilibertad. Apenas ha durado unas semanas porque la Audiencia Nacional ha revocado la decisión del Departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Instituciones Penitenciarias depende de Interior y está dirigida por Ángel Luis Ortiz. Es la persona a la que señala el informe de la Guardia Civil desvelado El Confidencial como contacto frecuente de los interlocutores de los presos de ETA. Desde Interior se defienden de la polémica suscitada tras la revelación de estas reuniones alegando que la política penitenciaria no se negocia. Añaden que las decisiones que se adoptan en torno a los internos terroristas responden siempre a criterios técnicos.

Foto: Imagen de la gran manifestación en favor de los presos de ETA de 2020 que espera reeditar el sábado la izquierda 'abertzale'. (EFE)

El Confidencial ha tenido acceso al auto dictado el pasado 10 de febrero por el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria. Estima el recurso presentado por la Fiscalía contra la decisión de Interior sobre el etarra Íñigo Gutiérrez. Fue condenado a 14 años de cárcel por colaboración con ETA y depósito de armas y munición. Termina de cumplir condena en julio de este año y no ha gozado nunca de permisos penitenciarios que permitan valorar su actitud fuera de la cárcel. Es habitual que antes de acceder a un tercer grado, los etarras tengan estos días de permisos a modo de prueba y preparación para su vida en libertad.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias le otorgó el tercer grado el 27 de diciembre de 2021, unas semanas después de que los jueces revocaran la misma medida para otro etarra en condiciones similares. A Gutiérrez se le aplicó un artículo 82.1 del Reglamento Penitenciario, que permite acceder a un programa individualizado de tratamiento en un Centro de Inserción Social, "tomando en consideración, especialmente, las posibilidades de vinculación familiar del interno y su posible repercusión en el mismo". Prisiones lo justificó en que "des u valoración se infiere la existencia de cierta evolución positiva".

Foto: El responsable de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, tras el secretario de Estado y el ministro Grande-Marlaska. (Ministerio del Interior)

Según Etxerat, el terrorista fue trasladado al CIS de Zaballa (Álava) para que pudiera cuidar de la hija que tiene con la también etarra María Lizarraga, presa en la cárcel de la misma localidad alavesa. La menor, al cumplir los tres años, ya no puede estar junto a su madre en el centro penitenciario. Sin embargo, para los profesionales de la Junta de Tratamiento, el segundo grado es "el que mejor se adapta a las características del penado". "Su hija cumplirá tres años en enero de este año y necesariamente abandonará el Centro por lo que la presencia del penal en el módulo familiar es superflua".

La Junta de Tratamiento la integran los profesionales de la cárcel. Es un órgano colegiado formado por el director, el médico, el psicólogo, el trabajador social... Este equipo se mostró partidario de su traslado al País Vasco, pero no de su tercer grado.

Foto: Imagen: L. Martín.
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Es la tercera vez en apenas unos meses que los jueces tumban una excarcelación concedida por el Ministerio del Interior. La Justicia considera insuficiente el perdón manifestado por este terrorista, requisito exigido por ley para acceder a la semilibertad. Gutiérrez se une así a los casos de Unai Fano a finales del año pasado y el de Jon Crespo, conocido la semana pasada en plena polémica por los contactos entre el responsable de Prisiones y emisarios de los presos etarras.

Este periódico lleva semanas informando de que la Audiencia Nacional ha incrementado el nivel de exigencia a los etarras para que puedan acceder a beneficios penitenciarios y en concreto se ha puesto el acento en los textos en los que muestran su presunto arrepentimiento. En muchas ocasiones las autoridades han considerado sus reflexiones poco sinceras y demasiado genéricas. Lo que se les exige ahora es que sus escritos incluyan un perdón directo, específico e individual centrado en sus víctima y en sus acciones concretas.

Ese ha sido el caso también de Gutiérrez. Firmó un texto el 15 de octubre en el que manifiesta su "reconocimiento del dolor causado" y su "empatía con el dolor de todas las víctimas". A juicio del juez, esto no es una "clara y transparente petición de perdón a las víctimas". Esto sumado a la decisión adoptada por la Junta de Tratamiento de la cárcel "obliga —zanja el auto— a estimar íntegramente el recurso presentado por el Ministerio Fiscal".

El Ministerio del Interior decidió excarcelar al etarra Íñigo Gutiérrez en contra del criterio de los profesionales de la cárcel de Aranjuez (Madrid), que votaron por unanimidad mantener al terrorista en segundo grado. Los informes recogen que presentaba un riesgo de "reincidencia medio alto". A pesar de ello, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias decidió otorgarle un tercer grado que da derecho a la semilibertad. Apenas ha durado unas semanas porque la Audiencia Nacional ha revocado la decisión del Departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

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