¿Unos Juegos de Invierno sin nieve? El toque de atención de Pekín a Aragón y Cataluña

Las imágenes de los Juegos Olímpicos (JJOO) de Invierno que se están celebrando en Beijing (Pekín) llaman la atención: ni rastro de la nieve. Solo se percibe un manto blanco en las pistas e instalaciones para la realización de pruebas. Eso sí, es 100% artificial por primera vez en la historia. Las montañas peladas y solo cubiertas de nieve artificial son la fotografía de unos JJOO que ya conviven con el cambio climático. Una situación que no difiere en exceso con lo que vive el Pirineo a día de hoy y más aún con su intento de candidatura a los JJOO de 2030.

El que promete ser uno de los escenarios clave, el Pirineo en su extensión aragonesa y catalana en las candidaturas a los JJOO de 2030, lleva más de dos meses sin recibir una copiosa nevada. El cambio climático hace estragos y para el año 2030 promete ser más acuciante. El último informe científico sobre el cambio climático en los Pirineos no es halagüeño: se perderá el 50% de nieve a más de 1.800 metros de altitud antes de 2050.

Esta situación climática levanta una polvareda de críticas en los sectores ecologistas contra la decisión de los gobiernos aragonés y catalán por intentar una candidatura inviable en un Pirineo que podría estar desnudo de nieve. De hecho, en las últimas horas la sociedad que explota las pistas de nieve en Aragón, el grupo Aramon, ha necesitado tirar de camiones para transportar nieve a las estaciones.

Por su parte, los gobiernos autonómicos de Aragón y Cataluña insisten en promover la candidatura por la lluvia de millones para las comarcas pirenaicas, cerca de 1.400 millones de euros, y la oportunidad que supone para el motor turístico de un sector estratégico para ambas.

Los partidarios de rechazar los JJOO insisten en que se está llevando el Pirineo al límite por una candidatura que solo es económica y no piensa en el efecto climático.

¿Hasta qué punto es sostenible preparar unos Juegos Olímpicos de Invierno sin nieve? Varios expertos apuntan a que esta tendencia será cada vez más recurrente y Beijing ha abierto la puerta a futuros JJOO sin un fondo blanco. El espectáculo deportivo seguirá pero la nieve no será la protagonista.

De Pekín al Pirineo

Los Juegos Olímpicos de Invierno sin un gran manto de nieve no es solo cosa de Pekín 2022. Ya ocurrió en los JJOO de 2014 de Sochi, en Rusia, cuando se utilizó el 80% de la nieve artificial o en la cita olímpica de Pyeongchang en 2018 cuando se alcanzó el 90% de nieve artificial. La realidad es incontestable y demuestra que el Comité Olímpico Internacional no tiene la intención de seleccionar candidaturas donde sus condiciones climáticas para las precipitaciones sean óptimas. Hay otros factores económicos o de geopolítica que pesan más.

La candidatura de la capital china para los JJOO de 2022 se preveía toda una odisea por la ausencia de nieve pero se decidió que fuera el lugar idóneo. Se trasladaron las pruebas a 200 kilómetros de la ciudad, a los montes Yin; y se necesitó el 100% de nieve artificial, lo que obligó al uso de cañones de nieve con un coste de 22 millones de euros y la construcción de redes de tuberías para conectar a los embalses que facilitan agua para crear la nieve. La fotografía habla por sí sola: montañas peladas de color marrón están salpicadas por laderas de nieve artificial donde esquiadores bajan para batir un récord olímpico.

Según cifras oficial del Gobierno chino, el país asiático ha necesitado 185 millones de litros de agua para llenar las laderas de nieve artificial. En contraste, estos recursos hídricos son el 10% de lo que demanda el distrito donde se albergan los JJOO. Para lograr que la nieve cubra las pistas deportivas se necesitó estar lanzando nieve artificial un mes de manera ininterrumpida. La situación climática del futuro puede analizarse con los datos de los últimos cien años. Según un informe de Naciones Unidas, desde los Juegos Olímpicos de Invierno de 1960 a los celebrados en 1990, subió la temperatura media de esos lugares casi 3ºC. Desde los años 90 hasta 2022, ha sido una subida de casi 8ºC.

¿Y ahora, qué? La candidatura de los Pirineos para los JJOO de 2030 va encaminada desde el punto de vista técnico, y con rifirrafes o zancadillas en lo político, en un escenario climático incierto. En el Pirineo llevan dos meses sin grandes nevadas y el manto de nieve va a menos.

El periodo de sequía está iniciando una alerta en las agencias meteorológicas. Así lo explica el delegado de la AEMET para Aragón, Rafael Requena, en conversación con El Confidencial. Este experto apunta que el Pirineo “sigue viviendo de las rentas de las nevadas de hace dos meses donde hubo hasta dos metros en los refugios de montaña y esto ha permitido ir salvando la temporada”.

El delegado de la AEMET en Aragón apunta a que no hay perspectivas de cambio en las próximas semanas. A día de hoy, la nieve acumulada en las cumbres se cifra en 913,5 hectómetros cúbicos, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Esto es una cantidad tan baja que es necesario la producción de nieve artificial para salvar la temporada de esquí. Precisamente, la situación sería más dramática sino fuera porque las bajas temperaturas nocturnas mantienen la nieve durante el día. La realidad que vive el Pirineo no es única. En el resto de Europa, según el Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, “el registro de nieve está en una inclinación negativa”.

Nieve en camiones

El informe ‘Cambio Climático en los Pirineos’, de la CTP (Comunidad de Trabajo de los Pirineos), es demoledor en su proyección para los próximos 30 años. El 78% de la nieve que esté por debajo de 1.500 metros de altitud en el Pirineo será reducida y solo perdurará el 50% en cotas de más de 1.800 metros de altitud. El aumento de las temperaturas, que han subido 1,2ºC en las últimas décadas, provoca que el número de días al año con un espesor de nieve de menos de 30 centímetros sea lo más común. Esta realidad tiene una fotografía que se está viendo en el Pirineo en los últimos días: camiones llevando nieve de zonas nevadas a las pistas de esquí.

En el caso de Formigal, por el último caso, los camiones cargaban 20 metros cúbicos de nieve desde la zona del Portalet, donde hay un volumen suficiente por su altitud, para llevarla al inicio de pistas de Sextas donde se ubica el local de après-ski Marchica. No es la primera vez que se utiliza y fuentes del centro invernal aragonés Aramon que gestiona las pistas de esquí del valle de Tena aseguran que “no será la última y es una práctica habitual”.

Los críticos con el montaje de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030, que Aragón y Cataluña pretenden capitalizar como candidatura, están iniciando una serie de protestas en varios puntos de la comunidad aragonesa. Es el caso de la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón. Este colectivo, según explica su portavoz, Paco Iturbe, en conversación con El Confidencial, “es la enésima vez que se usa las candidaturas olímpicas para otras cosas y Aragón ya ha presentado en más de una ocasión la opción de Jaca o del Pirineo. Es una excusa para la especulación urbanística”. Reconoce este portavoz que los grandes proyectos sirven “para invadir valles y recalificar suelos”.