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La caída profesional de Rivera le estalla a Igea en la recta final de la campaña del 13-F
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Por su crisis con Martínez-Echevarría

La caída profesional de Rivera le estalla a Igea en la recta final de la campaña del 13-F

La dirección nacional y la de Castilla y León intentan desvincularse del expresidente de Cs, pero el daño a la marca queda ahí. Arrimadas mantiene una relación distante con su predecesor, aunque heredó a parte de su equipo

Foto: Rivera e Igea en la campaña de 2019. (EFE)
Rivera e Igea en la campaña de 2019. (EFE)

En el momento decisivo de la campaña en Castilla y León, cuando Francisco Igea y el resto de candidatos de Ciudadanos aspiran a no repetir el fracaso de su compañero Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid, irrumpe la crisis de Albert Rivera y su abrupta salida del despacho de abogados Martínez-Echevarría, adelantada por El Confidencial. Un adiós polémico que, pese a que la dirección nacional y autonómica lo intenten negar, afecta a la marca naranja de forma clara.

Cs irrumpió en la escena política como el partido cuyos líderes abandonaban el sector privado para intentar solucionar los problemas de España. Los candidatos no eran profesionales de la cosa pública, sino que estaban de paso. Presumían de ello y siguen haciéndolo. Cargos temporales que no tendrían ningún problema en regresar al sector privado cuando su etapa en la administración o en las Cámaras legislativas concluyera. Fue una de sus cartas de presentación. Por eso lo ocurrido con su expresidente supone un daño reputacional a las siglas evidente. Las redes sociales arden en estas horas mientras las elecciones están en juego y Cs confía en una remontada.

Foto: Albert Rivera, durante la presentación de su libro 'Un ciudadano libre'. (EFE/Ballesteros)

Rivera fue un fichaje estrella para Martínez-Echevarría. También lo fue su número dos en Ciudadanos, José Manuel Villegas. Pero la salida ha sido traumática. "Aunque sabíamos de su completa inexperiencia en nuestro sector, a todos nos han sorprendido su inactividad, su falta de implicación, interés y su desconocimiento más elemental del funcionamiento de una organización empresarial. Nulo resultado del que muchos veníais a comentar sorprendidos. No estamos habituados en nuestra profesión a discursos vacíos; a llenar los espacios solo con palabras sin soporte real; a unas exigencias de protagonismo tan acusadas; ni a unas formalidades de ensalzamiento personal que son inexistentes entre compañeros de profesión y, mucho más, entre compañeros de un mismo despacho". Es el comunicado interno de la compañía.

Un mensaje duro que no es compartido por antiguos colaboradores del catalán. "Nadie que haya estado cerca de Albert Rivera puede creerse que no trabajara. No he conocido a nadie con más capacidad de trabajo que él", escribía Sonia Sierra, exdiputada naranja en el Parlament. "Totalmente", añadía Marta Martín, que fue mano derecha de Rivera en Madrid durante varios años. Ambas están alejadas hoy en día de la política activa.

La política son etapas y cuando los resultados acompañan y las formaciones van creciendo todos son una piña. Pero cuando vienen mal dadas llegan los codazos. Es lo que ha ocurrido en el actual Ciudadanos durante los últimos días. Tras la publicación en estas páginas de la salida de Rivera de Martínez-Echevarría, pocos en la actual formación naranja quieren saber algo de su antiguo presidente. Sus excompañeros intentan, de esta forma, desvincularse de la polémica y dejar solo al que fuera su carismático líder.

"Le deseamos lo mejor, en lo profesional y en lo personal", proclaman desde la actual dirección de Cs. Arrimadas ha roto los puentes con quien la trajo desde Cataluña y ahora la relación es prácticamente inexistente. Presidenta y expresidente naranja apenas se han cruzado algunos mensajes de cariño a través del teléfono móvil cuando han sido padres, cada uno de ellos, explican fuentes internas. Pero poco más. Se cruzaron el pasado mes de octubre en un acto en Andalucía, pero de ahí no han pasado.

"No estamos habituados en nuestra profesión a discursos vacíos", dice el exbufete de Rivera

Lo cierto es que Arrimadas ha asumido a una parte muy reducida del equipo que trabajó con Rivera en Ciudadanos. Algún fontanero, que estuvo y está en la primera línea, algún asesor parlamentario y profesionales del equipo de comunicación, en su mayoría. El resto, tanto cuadros del partido como diputados, han sido desfilando después de que Arrimadas, una vez que asumiera la dirección, decidiera emprender su propio rumbo. Es el caso, por ejemplo, de Daniel Bardavío, antiguo jefe de prensa de Rivera y hoy en el equipo de colaboradores del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Fran Hervías, secretario de Organización, sigue en Génova trabajando, precisamente, en el equipo de Alberto Casero, el protagonista involuntario de la aprobación de la reforma laboral.

Un mandato en el que, según reconocen en el entorno de Arrimadas, se está intentando marcar perfil propio. Pero las siglas son las mismas. Recuerdan que Rivera fijó un muro de contención ante Sánchez en el periodo intraelecciones de 2019 pero, a última hora, a escasos días de votar, levantó el veto al candidato socialista. Fue el 5 de octubre de 2019, a apenas un mes de la cita con las urnas. El resultado el 10-N supuso una debacle. La formación naranja pasó de 57 a 10 escaños. Al día siguiente dejaba la política y su número dos, José Manuel Villegas, lo hacía más tarde.

Foto: Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos y de Martínez-Echevarría. (EFE/Chema Moya)

En este tiempo, más de dos años alejado de la primera línea pública, Rivera ha tenido varios desencuentros con Arrimadas y su equipo. Al expresidente no le gustó que su formación llegara a negociar los Presupuestos de 2020 con el Gobierno de coalición. Pactó con Moncloa, incluso, votar a favor de rechazar las enmiendas de totalidad. Rivera, desde Martínez-Echevarría, afirmó sobre esa negociación: "Uno puede ser laxo, pero tiene que tener dignidad (...) Menos mal que dimití, porque si yo tengo que aguantar todo esto tengo que ir escoltado frente a mis votantes”. Mientras lo dijo se echó las manos a la cabeza.

Desde el equipo de Francisco Igea también intentan marcar distancias con la crisis abierta. El candidato a la Junta se enfrentó a la opción riverista, Silvia Clemente, y ahora también quiere fijar un muro de contención. Así opina David Castaño, el que ha sido portavoz de Cs en Cortes de CyL durante esta legislatura: "Rivera dimitió y decidió que su etapa política, con muchos éxitos y algún que otro fracaso, había llegado a su fin". Pero ahora, añade, ya "no está en nuestro proyecto político". "Que responda él" por lo que le ha pasado, concluye. De la misma opinión es Luis Fuentes, presidente de las Cortes y miembro de la ejecutiva de Arrimadas: "Su vida política [la de Rivera] acabó y eso afecta al ámbito privado". "Tenemos clarísimo que no nos va a influir el domingo, para nada". Rivera, de momento, guarda silencio en público.

En el momento decisivo de la campaña en Castilla y León, cuando Francisco Igea y el resto de candidatos de Ciudadanos aspiran a no repetir el fracaso de su compañero Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid, irrumpe la crisis de Albert Rivera y su abrupta salida del despacho de abogados Martínez-Echevarría, adelantada por El Confidencial. Un adiós polémico que, pese a que la dirección nacional y autonómica lo intenten negar, afecta a la marca naranja de forma clara.

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