Ayuso dobla sus apariciones en Castilla y León ante el auge de Vox
La presidenta de la Comunidad de Madrid se volcará con Fernández Mañueco en la recta final de la campaña para insuflar fuerza tras la pérdida de peso en las últimas encuestas
Isabel Díaz Ayuso echará el resto para ayudar a Alfonso Fernández Mañueco en la recta final en Castilla y León. La pérdida de fuerza en las últimas encuestas y el ascenso sostenido de Vox han reactivado la maquinaría del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid doblará sus apariciones en los mítines con el candidato popular el 13-F. Aunque en un principio solo estaba previsto que participara en dos, Burgos y Valladolid, lo ha ampliado a Segovia y Ávila. Desde su equipo, además, no descartan que también pueda unirse al cierre de la campaña al final de la semana que viene.
Ayuso ha iniciado este mismo viernes su ruta por la región. A mediodía ha participado en un acto en Segovia y a última hora ha hecho lo propio en Burgos. El martes, indican desde su equipo, se desplazará a Ávila y Valladolid. El objetivo no es otro que sumar para frenar a Vox, cada vez más fuerte en los sondeos. Resucitar el espíritu del 4-M es la última bala del partido para alcanzar el ya famoso propósito de sumar más que toda la izquierda junta y reducir, por tanto, la influencia de los de Abascal. Aunque el entorno de la presidenta dijo hace apenas unos días que solo podría asistir a dos eventos por cuestiones de agenda, la situación ha dado un giro.
Que la líder popular levanta pasiones no es ninguna novedad. No había empezado a hablar en Burgos y una voz del público ya le dedico un "¡guapa!" que arrancó la primera sonrisa de Ayuso ante un auditorio entregado. La presidenta de la Comunidad de Madrid, después, rescató su lema del "socialismo o libertad" y cargó contra todos los partidos, aunque se explayó especialmente con las políticas de la izquierda. "Podemos hacerlo y por absoluta. Vengo del pasado, hacedme caso", dijo Ayuso, en alusión a la necesidad de ir a votar y aglutinar todo el voto del centro derecha. Sacó todo el repetorio. Subidas de impuestos, mentiras del Gobierno, instrumentalización de las instituciones, pandemia... Fue en ese punto donde lanzó un guiño clave para Mañueco al compartir su gestión contra el covid: "Lo hemos sorteado juntos".
"Nosotros estamos en un proyecto muy claro de valores que une de izquierda a derecha a los ciudadanos en torno a la libertad pero huyendo por completo de los mantras socialistas. La unión de centro derecha es fundamental", añadió la presidenta madrileña.
En el PP son plenamente conscientes de que Vox es un problema. También los de Abascal lo han percibido y se sienten cómodos en el escenario actual. Saben que a sus rivales la campaña "se les ha hecho bola". El plan de los populares publicado por El Confidencial, que plantea incluso repetir las elecciones para evitar que entren en el Gobierno, les ha espoleado. "Están muy nerviosos, pero nosotros a lo nuestro", dijo el lunes pasado el portavoz político de la formación, Jorge Buxadé.
Mitin cargado de simbolismo
El mismo Buxadé viajará este mismo fin de semana a uno de los feudos populares en Castilla y León. La visita no entraña tanto interés por el seguimiento popular en otras elecciones, sino por el hecho de que es el pueblo de Isabel Díaz Ayuso. El también eurodiputado se desplazará el domingo con el candidato del partido por Ávila, José Antonio Palomo, a Sotillo de la Adrada, una localidad al sur de esta provincia con poco más de 4.500 habitantes.
Claramente a la caza del voto conservador, y sobre todo a salvo de competir de tú a tú con Ayuso, Vox ha incluido a la localidad en sus actos de campaña para este fin de semana. Un gesto cargado de simbolismo en pleno pulso electoral, ya con la líder madrileña metida de lleno. Aunque no la pueden votar, también juega.
Sotillo de la Adrada, aunque pequeña, es una fortaleza del PP en Castilla y León. La izquierda jamás ha ganado en esta localidad, ni en los tiempos de Felipe González, ni con José Luis Rodríguez Zapatero ni mucho menos con Pedro Sánchez. La victoria más ajustada de los populares fue en los comicios de abril de 2019, cuando registró el peor dato de su historia en toda España. Los vecinos de Sotillo respaldaron a Casado con un 30% de los votos, frente al 27% de apoyos a Sánchez. Fue una excepción.
A nivel local y autonómico el azul también ha sido siempre el color predominante. El actual alcalde, Juan Pablo Martín, acumula tres mayorías absolutas, continuación de las cuatro anteriores, relevo de varios gobiernos municipales de UCD en los primeros años de democracia. Alfonso Fernández Mañueco sacó hace dos años y medio el 47% de los votos, casi el doble que el PSOE, que obtuvo el 26%. Y aunque Vox se quedó entonces en poco más del 8%, los últimos números le invitan a ser optimista, en la misma línea ascendente que en el resto de España. El 10 de noviembre de 2019 alcanzó el 20% del electorado.
Isabel Díaz Ayuso echará el resto para ayudar a Alfonso Fernández Mañueco en la recta final en Castilla y León. La pérdida de fuerza en las últimas encuestas y el ascenso sostenido de Vox han reactivado la maquinaría del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid doblará sus apariciones en los mítines con el candidato popular el 13-F. Aunque en un principio solo estaba previsto que participara en dos, Burgos y Valladolid, lo ha ampliado a Segovia y Ávila. Desde su equipo, además, no descartan que también pueda unirse al cierre de la campaña al final de la semana que viene.