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El PP busca nuevo candidato para el TC ante la próxima baja de un magistrado enfermo
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El PP busca nuevo candidato para el TC ante la próxima baja de un magistrado enfermo

Alfredo Montoya sufrió a finales de agosto un ictus que ha provocado que, en los últimos meses, el tribunal funcione con 11 de sus componentes en lugar de los 12 habituales

Foto: Sede del Tribunal Constitucional. (EFE)
Sede del Tribunal Constitucional. (EFE)
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La enfermedad que sufre desde el pasado agosto el magistrado del Tribunal Constitucional Alfredo Montoya, de 84 años, está a las puertas de convertirse en una baja definitiva y el Partido Popular, que le propuso en 2017, ha comenzado ya a buscar un sustituto. Montoya sufrió a finales de agosto un ictus del que se recupera desde entonces y que ha venido provocando que, en los últimos meses, el TC funcione con 11 de sus componentes en lugar de los 12 habituales.

Pese a que el magistrado no ha expresado por el momento su intención de renunciar a la plaza por la incapacitación que sufre, fuentes jurídicas consultadas aseguran que alargar la ausencia comienza a ser insostenible y se impone, por tanto, el reemplazo. La urgencia se produce además a pocos meses de la renovación pautada de otras cuatro plazas cuya designación se reparten, dos a dos, el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial. Esta marcará el fin de la mayoría conservadora en el tribunal de garantías. Al reemplazo de este tercio, que provoca quebraderos de cabeza por su dificultad, se suma ahora el 'quinto elemento' de la plaza de Montoya.

Foto: Periodistas toman imágenes de la fachada del Tribunal Constitucional. (EFE)

El PSOE y el PP alcanzaron en octubre un primer pacto de renovación del Tribunal Constitucional. El acuerdo permitió la sustitución de cuatro de sus magistrados con el mandato caducado y la entrada de cuatro nuevos: dos de ellos designados por el PP y dos por el PSOE. Sin embargo, la verdadera batalla por el control del TC se jugará el próximo verano. El Ejecutivo ha comenzado ya a diseñar su estrategia para lograr el vuelco en unos meses y hacerse con la mayoría. La Constitución impone que el TC se renueve por ciclos. Cada uno de sus magistrados es designado por un periodo de nueve años y van cambiando por terceras partes cada tres años. Cuando llega el momento del cambio —que afecta a aquellos que se encuentran en la última fase de su mandato—, este depende por turnos de distintos órganos. En junio de este año tocarán ya los nombramientos que se realizan a propuesta del Gobierno y del Consejo General del Poder Judicial, dos magistrados cada uno.

placeholder Alfredo Montoya (c), durante el acto de su toma de posesión como miembro del TC. (EFE/Javier Lizón)
Alfredo Montoya (c), durante el acto de su toma de posesión como miembro del TC. (EFE/Javier Lizón)

Cuando llegue ese momento, en el grupo de magistrados salientes habrá tres conservadores y un progresista. Deberán ser sustituidos en concreto el nuevo presidente, Pedro González-Trevijano, y los magistrados Antonio Narváez, Santiago Martínez Vares y Juan Antonio Xiol. El Ejecutivo se encontrará entonces con dos escenarios que ya ha comenzado a preparar. Como la renovación depende del Gobierno y del CGPJ, de forma simultánea, se encontrará con el problema de que, si no hay cambios, el órgano continuará caducado y no podrá designar a los dos magistrados que le tocan.

Foto: Sede del Tribunal Constitucional. (EFE)

No hay precedentes en que la unidad de la designación conjunta Gobierno-Consejo se haya roto, pero desde Moncloa argumentan que nada impide que el Ejecutivo nombre a sus dos jueces aunque el Consejo no pueda hacerlo. Otra de las posibilidades barajada es una nueva reforma legislativa que elimine el veto de nombramientos del Consejo en el caso específico del TC para que se hagan los cuatro a la vez. Una tercera apunta a la posibilidad de que la reforma, que ha sido recurrida por el PP, sea declarada inconstitucional, facilitando, también por esta vía, que esos cuatro nombramientos se efectúen.

Con este movimiento, el PSOE lograría sumar dos nuevos miembros al bloque progresista, ya que quedarían sustituidos los dos jueces que fueron designados hace nueve años por los de Mariano Rajoy. En este escenario, la plaza de Montoya es un bien preciado para el PP, que no renunciará a atribuírsela a un magistrado conservador que equilibre mínimamente las cuotas de cada bando.

La enfermedad que sufre desde el pasado agosto el magistrado del Tribunal Constitucional Alfredo Montoya, de 84 años, está a las puertas de convertirse en una baja definitiva y el Partido Popular, que le propuso en 2017, ha comenzado ya a buscar un sustituto. Montoya sufrió a finales de agosto un ictus del que se recupera desde entonces y que ha venido provocando que, en los últimos meses, el TC funcione con 11 de sus componentes en lugar de los 12 habituales.

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