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Los adultos que toman leche materna: entre el negocio, la falta de ética y el riesgo
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Los adultos que toman leche materna: entre el negocio, la falta de ética y el riesgo

Nodrizas se postulan como potenciales amamantadoras de clientes que así lo desean mientras expertas inciden en la necesidad de leche materna en los bancos de donación

Foto: Un vaso de leche. (CC/Flickr/Josh James)
Un vaso de leche. (CC/Flickr/Josh James)

"Estoy convencidísimo de que gran parte de las parejas de España han experimentado, durante sus relaciones sexuales, cómo el pecho femenino expulsaba gotas de leche mientras era estimulado". Eso es lo que afirma Roberto Sanz, psicólogo y sexólogo, al ser preguntado por la lactofilia: la excitación de ser amamantado por una mujer. Más allá del morbo que pudiera observarse en un primer momento, esta conducta también tiene consecuencias desde la perspectiva nutricional, incluso éticas, como declaran diversas especialistas en la materia. Pese a que no es una experiencia demasiado frecuente en España, algo más arraigada en Estados Unidos, ya existen páginas web que ofrecen a los interesados, convertidos en clientes, la posibilidad de ser amamantados por parte de nodrizas para así satisfacer su deseo sexual.

Las filias, en un listado, se contarían por miles. Definidas como “una variación fuera de la norma en el terreno de la erótica” por el propio Sanz, la respuesta a cómo se llega a ellas no está demasiado clara. “Generalmente, se tiene una experiencia previa asociada, una primera toma de contacto mezclada entre la excitación que puede suponer y la parte prohibida de esa misma excitación”, agrega el sexólogo de la Fundación SexPol. Filias, por otra parte, también son otras muchas variaciones no tan castigadas a nivel social, como el uso de tacones y prendas de cuero.

"La sesión dura 30 minutos de lactancia de los pechos llenos de leche de la nodriza"

La vergüenza que aún predomina a la hora de verbalizar estas preferencias en el acto sexual encuentra su por qué “al puritanismo mayoritario en la sociedad, asociadas muchas veces a problemas mentales, o de la infancia, lo que conlleva un gran estigma”, esgrime el propio Sanz. Así pues, si una mujer está en periodo de lactancia y se tiene en cuenta que el pecho femenino es uno de los mayores estímulos eróticos, no es demasiado raro que la nueva función de esa zona interactúe en el contexto sexual. “Puede ser algo muy normal, incluso inevitable en algunas ocasiones, pues el pecho puede soltar leche en cualquier momento. Así es como se llega a este tipo de situaciones eróticas, aunque habrá gente que piense que a los adultos que le gusta tomar leche materna la compran en un sitio oscuro y se la beben en un tazón en su casa”, explica el profesional de la psicología.

Nada parece sorprender que las inercias del sistema capitalista predominante en todo el mundo hayan convertido cualquier necesidad y deseo en mercancía. Así lo saben, y lo explotan, los administradores del club de lactofilia Amamántame. Con presencia en más de 22 países, sobre todo latinoamericanos, se dedican a poner en contacto a los potenciales clientes con las nodrizas dispuestas a amamantar a un adulto. Mediante un lenguaje que potencia la sexualización de la relación, pues a las mujeres las denomina como “mamis”, la web también invita a cualquier mujer lactante a hacerse socia del club.

placeholder Una mujer amamantando. (EFE/Sáshenka Gutiérrez)
Una mujer amamantando. (EFE/Sáshenka Gutiérrez)

“La sesión dura 30 minutos de lactancia directa de los pechos llenos de leche de la nodriza”, informan en el portal digital. Antes de ello, cualquier interesado deberá haber aportado los 20 euros que le permitirán acceder a los “lactapass”, del mismo coste, una vez adquirida la “membresía VIP”. Por cada uno de estos pases, el lactófilo puede elegir a cualquier nodriza, quien a partir de ese momento le prestará sus servicios siempre que el cliente lo desee. “La sesión de lactancia es el pago que harás a la nodriza cada vez que veas a tu nodriza elegida (80 euros), dicho pago se lo darás en sus manos a ella, esto es el costo que ella cobra por sus servicios de lactancia, nosotros solo somos un puente entre usted y ella”, explican en Amamanta.me, también con presencia en España aunque aún sin nodrizas inscritas, en contraposición, por ejemplo, con Perú, donde ya han participado en este negocio casi dos decenas de mujeres. En el reglamento del club también indican que el hotel es un gasto paralelo que deberá abonar el cliente.

Dicha normativa establece, además de un reglamento sanitario, qué se puede hacer durante la sesión: succionar sus pezones con total libertad, pero sin morder o lastimar; tocar sus pechos con delicadeza y respeto; beber su leche materna directamente de sus pechos; y apretar suavemente sus pechos con los dedos y sacar la leche. Un siguiente apartado parece enumerar lo que está vedado, ya que se presenta bajo el título contradictorio de “lo que no está prohibido”. En esos puntos recogen que no está permitido tocar a las mujeres de cintura hacia abajo; intentar besarlas; que el cliente se toque los genitales o hacer actos que las ofenda; ofrecerles dinero para que accedan a otras proposiciones; e intentar grabar a las nodrizas, entre otros aspectos. Además, permiten que si la nodriza considera que el lactófilo está faltando al reglamento de manera fragrante pueda cancelar la sesión e irse sin posibilidad de reembolso del dinero abonado.

Laia Rovira, experta en lactancia materna y portavoz del Collegi de Nutricionistes i Dietistes Catalunya, expone que la leche de una madre es el mejor alimento para un recién nacido dada su completa composición: agua, grasas que el bebé necesita en las proporciones adecuadas, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y anticuerpos. A su vez, esta dietista y nutricionista materno infantil asegura que “estimular el pecho para una mamá bien nutrida no supone ningún problema, ya que el cuerpo de la mujer produce una cantidad de leche en función de su demanda: a más estimulación, mayor secreción”.

"Puede llegar a transmitir enfermedades infecciosas en el caso de que las hubiera"

Asimismo, esta dietista incide en una de las principales características de la leche materna: es un fluido vivo. “Independientemente del motivo por el que se tome, hay que tener muy en cuenta la parte sanitaria de los riesgos, pues puede llegar a transmitir enfermedades infecciosas en el caso de que las hubiera”, profundiza la colegiada catalana. Algo así nunca llegaría a pasar en los bancos de leche materna, agrega, pues en esos centros la almacenan para aquellos bebés que la necesiten. “Ahí se analiza, se ve que no esté contaminada y se pasteuriza y manipula con mucho cuidado”, enuncia Rovira.

Se trata de lugares algo desconocidos por parte de la sociedad en los que siempre necesitan una mayor cantidad de leche, pues la que hay se suele utilizar en los bebés prematuros: “Ojalá la leche materna alcanzase tasas de éxito y más madres lactantes donaran a los bancos para que de ahí se destinaran a los bebés, que son quienes la necesitan”, apuntilla esta nutricionista materno infantil a la vez que alega que “es un producto de tal calidad que no se puede fabricar artificialmente, un aspecto que éticamente habría que tener en cuenta para valorar quién se puede beneficiar de ella”.

La leche materna es el principal alimento del recién nacido durante sus primeros meses de vida. Entre muchas de sus funciones, ayuda a desarrollar la musculatura. Elena Veiga, vocal de Atención Primaria en la Asociación de Matronas de Madrid, comenta que “la caseína, esta proteína que favorece el desarrollo de los músculos, fue lo que hizo que hace unos seis o siete años algunos deportistas de élite la empezaran a utilizar”. Aunque el organismo de los deportistas la podía absorber mediante la caseína animal, esta no producía tanto beneficio como la humana. Por otra parte, pese a que apenas hay estudios científicos al respecto, algunas de las investigaciones actuales se centran en cómo la leche materna puede aplicarse frente a enfermedades intestinales, como el colon irritable, afirma Veiga.

Foto: Ilustración: El Herrero.

Esta matrona tampoco se olvida de la perspectiva ética en relación a la lactofilia: “Primero le estamos quitando la leche a quien realmente la necesita, que son los bebés, y, después, es importante tener en cuenta de que hablamos de la explotación del cuerpo de la mujer”. Veiga, además, también ve cierto debate ético con el uso de leche materna para mejorar el desarrollo muscular y las complicaciones intestinales, más allá del amamantamiento de adultos con fines sexuales. De esta forma, zanja el asunto aludiendo a lo ya enunciado por Rovira: “Sabemos que la leche materna salva vidas y los bancos siempre están muy justos. Quitarle ese beneficio a un recién nacido por cualquier otra cuestión me parece que plantea un debate ético muy importante”.

"Estoy convencidísimo de que gran parte de las parejas de España han experimentado, durante sus relaciones sexuales, cómo el pecho femenino expulsaba gotas de leche mientras era estimulado". Eso es lo que afirma Roberto Sanz, psicólogo y sexólogo, al ser preguntado por la lactofilia: la excitación de ser amamantado por una mujer. Más allá del morbo que pudiera observarse en un primer momento, esta conducta también tiene consecuencias desde la perspectiva nutricional, incluso éticas, como declaran diversas especialistas en la materia. Pese a que no es una experiencia demasiado frecuente en España, algo más arraigada en Estados Unidos, ya existen páginas web que ofrecen a los interesados, convertidos en clientes, la posibilidad de ser amamantados por parte de nodrizas para así satisfacer su deseo sexual.

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