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El general Miguel Ángel Ballesteros asume la estrategia de Moncloa en la crisis con Rusia
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El Gobierno contempla todos los escenarios

El general Miguel Ángel Ballesteros asume la estrategia de Moncloa en la crisis con Rusia

El militar se incorpora al gabinete de crisis, junto a los ministros de Exteriores y Defensa, para monitorizar los movimientos con EEUU y la OTAN. Moncloa trabaja ya en la cumbre de junio

Foto: El general Ballesteros, mano derecha de Sánchez. (EFE/J. Alvarado))
El general Ballesteros, mano derecha de Sánchez. (EFE/J. Alvarado))
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El general Miguel Ángel Ballesteros está ejerciendo un papel destacado como asesor principal del presidente en materia de seguridad y defensa durante el actual conflicto con Rusia. El jefe del Departamento de Seguridad Nacional forma parte del comité de crisis que, centralizado en Moncloa, decidió, el pasado jueves, dar un paso al frente y anunciar el respaldo militar a EEUU y la OTAN. España quiere presentarse en la escena internacional como un aliado preferente de Biden y plantear a la Alianza Atlántica una alfombra roja en la cumbre de Madrid de junio.

Adelantar el envío de la fragata Blas de Lezo y ofrecer cazas de combate a la OTAN no fue una decisión improvisada. Sánchez venía cocinándola a fuego lento desde finales del año pasado, según explican fuentes gubernamentales. Por eso, el Consejo de Ministros autorizó el 21 de diciembre el envío de más tropas al este de Europa y por eso Margarita Robles visitó el contingente español desplegado en Letonia el penúltimo día del año pasado junto al Jemad, Teodoro López Calderón.

El sanedrín de Sánchez para esta crisis lo conforma un trío de su círculo más cercano. Son Robles, José Manuel Albares y el citado general Ballesteros. El militar se incorporó en 2018 al núcleo duro de Moncloa y desde entonces es la persona que aconseja al presidente en asuntos relacionados con geopolítica.

Foto: Albares y Blinken, en Washington. (EFE/Lenin Nolly)

Ballesteros es general de Brigada de Artillería y, aunque no fue la primera opción para ocupar el despacho del Departamento de Seguridad Nacional (el elegido era el coronel Pedro Baños, pero su nombramiento se truncó), su trabajo silencioso y constante le ha convertido en un imprescindible para Sánchez. Dirige el famoso búnker de Moncloa y se encarga de remitir al presidente informes sobre seguridad y geoestrategia. En la crisis con Ucrania, destacan desde Moncloa, su papel es clave.

Robles, por su parte, lleva en el Consejo de Ministros desde la moción de censura y el presidente tiene depositada en ella su máxima confianza. No dudó en volver a hacer depender de ella el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y eso, en este momento de tensión, es importante por la información que puedan aportar los servicios de Inteligencia aliados y especialmente la CIA norteamericana.

Con Albares, el tercer integrante del sanedrín de mando, habla varias veces al día. Él y Félix Bolaños son los ministros con mayor peso político del Gobierno, los pretorianos de Sánchez. El diplomático ya trabajó con el presidente en su primera etapa en Moncloa para más tarde, por motivos personales, poner tierra de por medio y marcharse destinado a la embajada en París. Pero en julio el teléfono de Albares sonó para regresar a Madrid con galones. El madrileño recibió el encargo de pacificar la situación con el Magreb y lleva volcado en ello desde verano. El movimiento táctico con EEUU y la OTAN va en esa dirección, en el intento de cortejar a la Casa Blanca y solucionar, por fin, la situación con los países del sur. Albares se reunió el pasado martes en Washington con el secretario de Estado de Biden, Antony Blinken.

Foto: Parlamento Europeo. (EFE/ Olivier Hoslet)

Desde Moncloa, destacan que la decisión anunciada el jueves pasado, pero, como decimos, trabajada con intensidad desde hace semanas, va teniendo sus frutos. Sánchez habló ayer con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que le agradeció el compromiso de España con la Alianza Atlántica y el envío de la fragata de la Armada a la zona tensionada. "He hablado con el presidente Pedro Sánchez para preparar la cumbre de la OTAN en Madrid. Le he dado las gracias por la vital contribución de España a la OTAN, siendo el último ejemplo el despliegue de la fragata Blas de Lezo".

"Somos sus aliados preferentes y vamos al unísono con la OTAN", destacan fuentes gubernamentales sobre la predisposición hacia EEUU. En los informes oficiales, añaden, se contempla en este momento cualquier escenario, aunque oficialmente proclaman que "es el tiempo del diálogo". "La posición de España, como de la OTAN en su conjunto, es que la respuesta sea diplomática y haya una desescalada", expuso la titular de Defensa, Margarita Robles, hace unos días, un mensaje reafirmado por Moncloa. "La OTAN va a proteger y defender la soberanía de cualquier país que quiera entrar", añadió. Posición inequívoca, en definitiva, a la espera de que el Gobierno ruso no entierre ese diálogo. "Si se rompe, habrá una respuesta", aseguran desde el Gobierno en consonancia con la Alianza Atlántica. En el Ejecutivo de Sánchez, hablan de "sanciones económicas" a Rusia, anticipando un escenario de inestabilidad.

El general Miguel Ángel Ballesteros está ejerciendo un papel destacado como asesor principal del presidente en materia de seguridad y defensa durante el actual conflicto con Rusia. El jefe del Departamento de Seguridad Nacional forma parte del comité de crisis que, centralizado en Moncloa, decidió, el pasado jueves, dar un paso al frente y anunciar el respaldo militar a EEUU y la OTAN. España quiere presentarse en la escena internacional como un aliado preferente de Biden y plantear a la Alianza Atlántica una alfombra roja en la cumbre de Madrid de junio.

Moncloa OTAN Pedro Sánchez Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Ucrania
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