Vox exhibirá en Castilla y León su plan de natalidad inspirado en Hungría y Polonia

Los ultraconservadores gobiernos de Hungría y Polonia son el espejo donde Vox quiere mirarse; sus hermanos mayores en la derecha europea. Las políticas desplegadas por Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki son un ejemplo para Santiago Abascal en muchos ámbitos, pero especialmente en la defensa de la familia tradicional. Y la lucha contra el llamado invierno demográfico, precisamente, plantea en este momento uno de los debates fundamentales en las elecciones de Castilla y León, donde el partido aspira a dar el salto definitivo y donde exhibirá su plan de fomento de la natalidad. Ayudas directas, préstamos sin intereses o rebajas fiscales en función del número de hijos, sobre todo a partir del cuarto, son su fuente de inspiración.

El pensamiento de Vox en esta materia no es una novedad, pero Castilla y León es la primera oportunidad real de aplicarlo como parte de un Gobierno si se cumplen sus expectativas. La estrategia del partido pasa por denunciar la inacción del PP y el PSOE ante el éxodo juvenil y presentarse como la alternativa. "No es una España vaciada, es una España abandonada", señalan una y otra vez en la formación. De hecho, la elección de un treintañero con estudios como líder para el 13-F dejó entrever la pretensión de conectar con un público más joven y representar a las generaciones que hicieron las maletas.

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La situación es preocupante. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de edad en este territorio roza ya los 50 años, con una fuga constante de los jóvenes y una tasa de natalidad de 5,71 (más de dos puntos por debajo de la media). El último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, entidad adscrita a a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, refleja que además es la región con un mayor índice de jóvenes de entre 16 y 34 años que viven en otra comunidad. El 16,2% de los castellanoleoneses de hasta 29 años reside fuera, mientras que hasta 34 años el porcentaje rebasa el 30%.

Aunque Vox no ha dado a conocer todavía su programa electoral, Santiago Abascal y Juan García-Gallardo ya han señalado en varios mítines que la natalidad es un asunto capital y esta misma semana alumbraron cuál es el modelo a seguir para que la región deje de ser un semidesierto demográfico. El candidato García-Gallardo nombró en una entrevista en Toro TV a Hungría y Polonia como los perfectos ejemplos de cuál es el camino para revertir el crecimiento negativo en la comunidad, con ayudas directas o incentivos fiscales a las familias como dos de las fórmulas.

Medidas estrella

Los dos gobiernos, ubicados en el extremo más derechista de Europa, presumen de un 'baby boom' tras décadas de pérdida de población. Polonia intensificó este tipo de programas a partir de 2015 y, según los datos del Ejecutivo, ha habido hasta 20.000 nacimientos más por ejercicio. Entre las críticas y reproches de la oposición, que tildaron de "populistas" sus iniciativas, el Gobierno de Ley y Justicia ha ido incrementando progresivamente los subsidios a las familias. En un país de 40 millones de habitantes y donde el salario medio ronda los 1.000 euros, se implantó una ayuda de 110 euros (500 zlotys al cambio en la moneda polaca) mensuales a partir del segundo hijo y para el primero en casos de exclusión social. En 2019, amplió la cobertura y el pago se universalizó, independientemente de los pequeños y los ingresos.

Hungría da ayudas de hasta 30.000 euros y exime del impuesto sobre la renta a las familias con cuatro hijos o más

El caso de Hungría, con cerca de 10 millones de habitantes, es aún más paradigmático. El Plan de Acción de Protección a la Familia de Fidesz (el partido de Orbán) incluye una batería de medidas en varios frentes, que van desde ayudas para la compra de coches más grandes a cuantiosas rebajas fiscales o préstamos sin intereses y casi a fondo perdido. Todo para evitar la inmigración. El Gobierno entrega hasta 30.000 euros a los matrimonios de entre 18 y 40 años, completamente respaldado por el Estado y con la posibilidad incluso de no asumirlo. Con cuotas mensuales de 150 euros a 20 años, si el matrimonio en cuestión tiene dos hijos no abonará una tercera parte del crédito, mientras que si tiene tres o más en ese periodo no deberá devolver absolutamente nada.

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Con el requisito indispensable de que los hijos sean dentro del matrimonio, el Ejecutivo de Hungría prevé más beneficios para las familias de cuatro o más descendientes. En este supuesto, estarán exentos de por vida en el impuesto sobre la renta. "No necesitamos números, necesitamos que nazcan más niños húngaros", dijo el presidente de Hungría, en una declaración aplicable al plan de natalidad, pero sobre todo a su rechazo a la inmigración. Otro elemento común de Vox y sus socios.

Sin presencia en ningún Gobierno, el partido de Abascal no ha ido tan al detalle con este tipo de políticas, pero es cierto que ya ha propuesto iniciativas en el Congreso para fomentar la familia en el mundo rural. Las exhibidas por Hungría y Polonia, además, son casi un calco de las que plantea la denominada Agenda España, el decálogo de Vox para cualquier Administración. "Siguiendo el modelo de éxito de otros países europeos, creación de incentivos a la formación de familias y la maternidad. Se aprobarán ayudas directas progresivas por número de hijos, bonificaciones fiscales para familias numerosas, préstamos sin intereses o avales bancarios a parejas jóvenes con hijos", expone la agenda en uno de sus epígrafes, que nació con la idea de confrontar el "globalismo" de la Agenda 2030.

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La precampaña de Vox en Castilla y León continuará los próximos días con actos en Burgos, Soria, Palencia y Segovia, con la presencia de figuras de peso como Iván Espinosa de los Monteros, Javier Ortega Smith o Macarena Olona. Este mismo jueves, Santiago Abascal hizo lo propio con Juan García-Gallardo en León.