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Guerra entre clanes de narcotraficantes frente a la vivienda de la infanta Elena
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Operación 'Ríosucio-Muskiz'

Guerra entre clanes de narcotraficantes frente a la vivienda de la infanta Elena

La Infanta nunca lo supo, pero a escasos metros de su casa un grupo de narcos trató de robar droga a otra organización criminal. Lo evitaron sus escoltas

Foto: La infanta Elena. (EFE)
La infanta Elena. (EFE)

Brillaba el sol en el cielo. El verano daba sus últimos coletazos y la temperatura todavía era agradable. Un coche aparcó frente a la vivienda de la infanta Elena. Se trata de un barrio de Madrid pudiente, donde residen personas con alto poder adquisitivo. Dentro del vehículo había dos individuos: los hermanos Pachón, uno sentado en el lugar del conductor y otro en la parte de atrás. A este último, costaba más verle porque el utilitario llevaba las ventanas tintadas de negro. Los escoltas de la Casa Real detectaron enseguida el coche, y tras observar a los ocupantes durante un buen rato, concluyeron que su comportamiento no era normal y decidieron identificarse e intervenir.

Cuando los agentes se acercaron al vehículo, el conductor del coche los detectó, maniobró con rapidez y abandonó el lugar con presteza antes de que pudieran solicitarles el DNI. Los escoltas, por una cuestión de prudencia, apuntaron la matrícula y dieron parte de lo ocurrido. Era 30 de septiembre de 2020. La novedad se le comunicó a Guardia Civil y Policía Nacional. Los agentes que la recibieron cotejaron la matrícula en sus bases de datos y se percataron de que ese vehículo estaba inmerso en una investigación policial en la que se perseguía a una organización altamente profesionalizada que se dedicaba a dar vuelcos, es decir, cuando unos criminales se disfrazan de agentes del orden para robar droga o dinero a otros narcotraficantes. La ventaja de este tipo de delincuencia es que las víctimas no pueden denunciar que les han robado pastillas, hachís, cocaína o heroína.

Foto: El rey emérito y la infanta Elena comparten aficiones y un vínculo especial. (EFE/Mariscal)

Los investigadores acudieron corriendo al inmueble. Ante el revuelo montado, el portero de una finca cercana, se acercó a ellos y les dijo: “Ese coche que ha huido, no es la primera vez que está por aquí aparcado con personas en el interior. Un vecino me ha dicho que los ha visto más veces”.

Los agentes hablaron con el vecino que les dio datos de días y horarios en los que el vehículo de los hermanos Pachón había estado aparcado en la zona. Con esta información, los investigadores acabaron concluyendo que estaban vigilando a un narcotraficante de la zona, con mucho poder adquisitivo y camuflado en ese entorno, al que querían dar el palo. La presencia de los escoltas de la infanta Elena los disuadió. Con el tiempo, estos delincuentes y toda su organización fue desarticulada gracias a la cooperación entre Policía Nacional y Guardia Civil de Madrid, Jefatura y Comandancia.

La operación se denominó “Ríosucio-Muskiz” y si participaron los dos cuerpos policiales fue porque ambos investigaban al tiempo a la misma organización criminal. La Guardia Civil de Tres Cantos trataba de resolver un homicidio cometido en una gasolinera de El Molar. En aquella ocasión, durante un vuelco, uno de los criminales apuntó a través de la ventanilla de un coche a un narco con la pistola. Este se resistió a darle la droga. Forcejearon y se le escapó un tiro que acabó con la vida del conductor del vehículo.

Foto: La actriz Tania Mendoza durante una entrevista (YouTube)

Los guardias sabían en qué coche habían huido los asesinos, pero no lo encontraban por ningún lado. Al final, en ese ejercicio de colaboración, acabaron descubriendo que el vehículo se aparcó aquella misma noche en un parking y allí lo dejaron enfriarse durante dos años, por si alguien lo estaba buscando. También descubrieron que los miembros de la organización criminal tenían casi una docena de coches de cobertura y donde escondían el dinero de los vuelcos era en garajes diseminados por toda la capital con nombres de otras personas y sin que estuviesen asociados a una vivienda. De esta forma, si entraban a registrar sus casas, la policía no encontraría nada.

Los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil acabaron deteniendo a la banda entera. Unos resolvieron el asesinato y los otros numerosos vuelcos que se habían dado en Madrid. Las detenciones se llevaron a cabo en diciembre de 2021. Se registraron casas y coches, pero donde se encontró más material para cometer delitos fue en el vehículo que se utilizó para huir del crimen de El Molar: rotativos de policía, placas falsas identificativas de la Guardia Civil y de la Policía, dispositivos GPS, grilletes, equipos inhibidores y de trasmisión, micro cámaras de vigilancia… Un auténtico arsenal que pertenecía a una de las bandas más profesionalizadas en vuelcos que se ha visto hasta ahora en España.

Brillaba el sol en el cielo. El verano daba sus últimos coletazos y la temperatura todavía era agradable. Un coche aparcó frente a la vivienda de la infanta Elena. Se trata de un barrio de Madrid pudiente, donde residen personas con alto poder adquisitivo. Dentro del vehículo había dos individuos: los hermanos Pachón, uno sentado en el lugar del conductor y otro en la parte de atrás. A este último, costaba más verle porque el utilitario llevaba las ventanas tintadas de negro. Los escoltas de la Casa Real detectaron enseguida el coche, y tras observar a los ocupantes durante un buen rato, concluyeron que su comportamiento no era normal y decidieron identificarse e intervenir.

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