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Sánchez desaprueba la negociación de Díaz en la reforma laboral por introducir cambios
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ERC ADVIERTE QUE "LA ALTERNATIVA ES CS"

Sánchez desaprueba la negociación de Díaz en la reforma laboral por introducir cambios

Fuentes de la parte socialista del Gobierno argumentan que "hay que preservar el acuerdo" con los agentes sociales, rechazando que pueda modificarse para incluir las demandas de los socios de investidura

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en Moncloa esta semana tras reunirse con el canciller alemán Olaf Scholz. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en Moncloa esta semana tras reunirse con el canciller alemán Olaf Scholz. (EFE/Mariscal)

La parte socialista del Gobierno cierra la puerta a que las negociaciones para la reforma laboral conlleven cambios en el texto pactado con los agentes sociales. "Nada de cambios", explican tajantes fuentes de Moncloa en referencia a la posibilidad de que se acepten las demandas de los socios para que prevalezcan los convenios autonómicos sobre los estatales.

Precisamente, este es el punto que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está negociando con los socios de investidura para atraer sus votos y salvar la convalidación del decreto en el Congreso. Fuentes del PSOE conocedoras de las negociaciones argumentan que "hay que preservar el acuerdo" con los sindicatos y patronal, desaprobando así las gestiones que está realizando la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición.

Otro ministro socialista justifica esta posición aduciendo que los sindicatos tampoco estarían de acuerdo con introducir la prelación de convenios autonómicos. Desde la CEOE, Antonio Garamendi ya advirtió en el arranque de las negociaciones que no aceptarían cambios y, respecto a la demanda de los socios del Ejecutivo para salvaguardar la prevalencia de los convenios autonómicos, argumentó que, de aceptarse, se "rompería la unidad de mercado".

Foto: Yolanda Díaz y Aitor Esteban, en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Las negociaciones por parte del PSOE las está liderando el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Según ha podido saber este diario, no ha empezado a negociar con Ciudadanos, formación que los socialistas pretenden sumar al acuerdo. Con todo, desde el Ejecutivo añaden que la intención del ministro pasa por "hablar con todos", incluido el PP, para empujar un acuerdo lo más amplio posible.

Fuentes de Unidas Podemos ven en esta estrategia un ánimo de romper el bloque de investidura. De "deshacer" lo que impulsó Pablo Iglesias, explican respecto a su pulso con los socialistas en las negociaciones con los primeros presupuestos de la legislatura para preservar el apoyo de ERC y EH Bildu frente al de Ciudadanos. Entonces, se impuso el acuerdo con el bloque de investidura y se reforzó hasta el punto de convertirse en un bloque de legislatura. Los independentistas pasaron de la abstención al voto favorable. La “dirección de Estado”, según lo apodó el entonces vicepresidente, Pablo Iglesias.

La vía que está explorando Díaz con PNV pasa por una modificación en el Estatuto de los Trabajadores para aclarar que los convenios autonómicos prevalezcan sobre los estatales

Los socialistas buscan recuperar la geometría variable. Volver a incluir a Ciudadanos en la ecuación de la reforma laboral, siempre manteniendo como socio prioritario al PNV. Unidas Podemos, con Yolanda Díaz encabezando las negociaciones, se cierra de plano a esa posibilidad. Esta percepción del cambio de ciclo, de viraje en Moncloa, comienza a cundir también entre los socios de Sánchez.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. (EFE/Juan Carlos Hidalgo) Opinión

Llegado el ecuador de la legislatura y con el mandato de cuatro años asegurado tras aprobarse unos presupuestos que podrán prorrogarse, el PSOE quiere modificar el relato que lograron imponer sus socios de Gobierno. La penalización electoral es uno de los principales motivos, pero también una agenda económica prevista para la segunda mitad de la legislatura y comprometida con Bruselas que cuenta con elementos difícilmente digeribles para sus socios. Su desplante a la reforma laboral, considerada insuficiente al rebajar expectativas para incluir en el acuerdo a los representantes de los empresarios, es solo un aviso.

La vía que está explorando Díaz con PNV y otras formaciones del bloque de investidura pasa por una modificación en el Estatuto de los Trabajadores para aclarar que los convenios autonómicos prevalezcan sobre los estatales. Algo que desde el PNV entienden como "absolutamente necesario" para dar su apoyo al decreto de la reforma laboral. Los republicanos y los soberanistas vascos también han puesto el foco en esta cuestión, que podría desatascar la negociación y salvar la convalidación del decreto, que ahora está en el aire por el rechazo de la oposición.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha reclamado a los grupos parlamentarios que busquen "una salida razonable" y sobre este debate llamó la atención, porque "los convenios sectoriales de ámbito vasco siguen perviviendo exactamente igual que antes, sigue habiendo un acuerdo interconfederal para dotar de seguridad a esos convenios sectoriales de ámbito vasco y, por tanto, la situación sigue como hasta antes de ayer".

Rufián anticipa un frente común de rechazo

El portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, se ha mostrado especialmente crítico con la estrategia negociadora del Ejecutivo por su negativa a introducir cambios sustanciales en la reforma laboral. "Si nos dicen que no se toca ni una coma, no están planteando una negociación", ha recriminado. Una posición que ha recriminado por igual a PSOE y Unidas Podemos, deslizando que estarían más cerca de buscar una alternativa con la derecha.

En esta línea, para dar su apoyo al texto, ha vuelto a poner sobre la mesa una serie de reivindicaciones, más allá de la prevalencia de los convenios autonómicos, como son el aumento por la indemnización por despido, recuperar los salarios de tramitación, aumentar los recursos de la Inspección de Trabajo o dejar en manos de las administraciones autonómicas la autorización de los ERE.

Foto: El ministro de Universidades, Joan Subirats, durante una rueda de prensa al término de un Consejo de Ministros. (EFE/Javier Lizón)

Desde ERC, se muestran pesimistas y anticipan la posibilidad de formar un frente común de rechazo a la reforma laboral con otras fuerzas como EH Bildu y BNG, pero también Más País. De articularse este frente, el Gobierno necesitaría abonarse a una fórmula en la que coincidiesen Ciudadanos y PNV, además de otras formaciones como PDeCAT. Los republicanos rechazan también la opción puesta sobre la mesa por parte de Trabajo de aprobar la reforma laboral en dos fases.

Esto es, convalidar ahora el decreto, sin modificaciones respecto a lo pactado con los agentes sociales, y entrar en los matices que exigen los grupos parlamentarios más adelante, en un segundo paquete legislativo o incluyendo disposiciones transitorias. "Humildemente, en nuestra experiencia negociadora con el Gobierno, y hablo de PSOE y Unidas Podemos, lo que no cierras ahora no lo vas a cerrar nunca".

La parte socialista del Gobierno cierra la puerta a que las negociaciones para la reforma laboral conlleven cambios en el texto pactado con los agentes sociales. "Nada de cambios", explican tajantes fuentes de Moncloa en referencia a la posibilidad de que se acepten las demandas de los socios para que prevalezcan los convenios autonómicos sobre los estatales.

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