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El mafioso que hacía pizzas en Galapagar apela a su arraigo para evitar su extradición
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Inicia una batalla legal

El mafioso que hacía pizzas en Galapagar apela a su arraigo para evitar su extradición

Gammino lucha por evitar una cadena perpetua en Italia que advierte “inconstitucional”. Dice contar con el cariño de sus vecinos y destaca trágicos precedentes familiares en prisión que le hacen temer por su vida

Foto: El mafioso italiano residente en España, con una de sus hijas. (El Confidencial)
El mafioso italiano residente en España, con una de sus hijas. (El Confidencial)

Giaochino Gammino se construyó una nueva vida en España bajo el nombre falso de Vicenzo Mormimo. Escapaba de su pasado en la Stidda, la corriente rival de la Cosa Nostra en Sicilia. Italia le reclama para cumplir una condena de cadena perpetua por un asesinato en 1989. Hace unas semanas, la Policía Nacional le puso las esposas casi 20 años después de una fuga de película. Empleó el tiempo en formar una familia y pasar desapercibido como pizzero en el municipio madrileño de Galapagar. El Confidencial ha tenido acceso a su recurso para evitar la extradición. A sus 61 años, apela a su arraigo en el pueblo y al destino familiar trágico del clan Engaglio: sus tíos Salvatore y Diego murieron tras ingresar en prisión. Entiende que no está garantizada su seguridad.

“Socialmente, es una persona muy conocida y querida en el municipio de Galapagar”, dice el recurso presentado ante la Audiencia Nacional, que ha decretado su ingreso en prisión a la espera de decidirse su futuro. El detenido ha iniciado una batalla legal para que se reconozca su arraigo y en todo caso cumplir su condena en España. En primer lugar, su abogado plantea un incidente de nulidad al entender que no ha tenido derecho a una vista en la que poder oponerse a su extradición como establece la ley, y eso le ha provocado una “absoluta indefensión”. De hecho, solicita al juez que eleve la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea por medio de una cuestión prejudicial, la misma figura que determinará el futuro del expresidente huido de Cataluña, Carles Puigdemont.

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Según informó la prensa italiana, Gioacchino Gammino era el jefe de la Stidda en la localidad italiana de Agrigento y llegó a ser investigado por el histórico juez antimafia Giovanni Falcone, asesinado en 1992. La Stidda, con fuerte presencia en las zonas rurales del sur de Sicilia, estaba enfrentada a la Cosa Nostra. En el marco de esa guerra entre familias mafiosas, un grupo mató por error en 1989 a un transeúnte en el Campobello di Licata. La Justicia italiana culpó de estos hechos a Gammino, pese a que él siempre se ha considerado inocente.

Le espera una cadena perpetua que en Italia llaman 'ergastolo', pero el recurso ante la Audiencia alega que se declaró inconstitucional

En su país, le espera una cadena perpetua que allí llaman 'ergastolo', pero el recurso ante la Audiencia Nacional alega que Italia declaró inconstitucional este tipo de condenas al vulnerar el principio de reeducación de las penas. Es por ello que el recurso advierte de que la extradición por esta sentencia iría en contra del Convenio contra la Tortura y Penas Humanas. Sin embargo, el juez central de Instrucción número dos, Ismael Moreno, en consonancia con la Fiscalía, ha activado su proceso de entrega a las autoridades italianas, desplazadas a Madrid para estar presentes en la operación de detención.

"Tiene dos hijos en España"

Gammino fue arrestado en torno a las 16:00 del 17 de diciembre y al día siguiente pasó a disposición del juez. En la vista, su abogado ya se aferró al arraigo de su cliente en España: “Reside en España desde el año 2003, tiene un arraigo más que..., lo que pasa que en la premura de este procedimiento no se ha podido acreditar, pero se podría acreditar que tiene dos hijos en España, tiene domicilio en España (...) Entendemos que debe ser valorada y como mínimo ser denegada la entrega para su cumplimiento en España. ¿Por qué?, por el arraigo al que refiero, porque no consiente y porque desea cumplir la condena”.

Foto: El general Giuseppe Governale, jefe de las unidades de élite de la antimafia de Italia. (Foto: I. Savio)

El documento glosa jurisprudencia de la Audiencia Nacional sobre las razones para favorecer el cumplimiento de una condena en España: “Se trata en definitiva de atender a los lazos familiares, laborales o sociales, que puedan existir, y a todas las circunstancias que puedan poner de manifiesto que la ejecución de la pena en España contribuiría a facilitar la reinserción de la persona”.

A juicio de la Fiscalía, “la mera alegación” de que el arrestado reside en España desde 3no basta y es necesario demostrarlo. Más allá de la queja por no haber podido hacerlo en la vista, el abogado cita la propia orden europea de detención en la que se indica que Gammino vivió en España hasta 1999. Esa fecha corresponde a una detención anterior tras una primera estancia en España. Eligió Sitges para establecerse. Allí se casó con una mujer española y tuvo una hija que ahora tiene 30 años, Ángeles G.P. Según informa el periódico italiano 'La Repubblica', Gammino fue extraditado y encarcelado en su país, pero el 26 de junio de 2002 logró escapar aprovechando el desconcierto durante un rodaje de cine en la cárcel.

En la película actuaba la actriz calabresa Vittoria Belvedere. Gammino aprovechó el trasiego en la prisión y salió confundido entre los visitantes. La prensa italiana insinúa que debió ayudarle alguien de dentro del penal. Desde aquel año 2002, las autoridades no volvieron a saber nada de él. En la nota de prensa en la que la Policía Nacional informó de su arresto el mes pasado, daba cuenta de “una larga investigación” llevada a cabo por la Udyco Central de la Policía Nacional desde el año 2017 en el marco de la red Enfast —European Network of Fugitive Active Search Teams—.

Los datos obtenidos por los investigadores españoles, junto a la información aportada por la Dirección Investigativa Antimafia italiana, permitieron finalmente localizar al fugitivo en Galapagar. Antes, habían seguido su rastro en Alemania, posteriormente en Barcelona —donde residían algunos de sus familiares—, luego en Palma de Mallorca y también en Tenerife. Finalmente, se averiguó que estaba en la localidad madrileña, “donde estaría viviendo desde hace años regentando varios negocios”, según la Policía. El abogado se basa en el propio atestado policial para acreditar en su recurso que su cliente residía desde hace tiempo en España.

Según su versión, llegó a España en 2003 y comenzó una relación con una mujer llamada Mariana L. con la que tuvo una hija, Marta, que lleva el apellido de su madre. Las investigaciones policiales dicen que el nombre falso de Vicenzo Mormimo pertenece a un individuo cercano a su círculo que reside en Italia y que previamente había denunciado la sustracción de sus documentos personales. “Utilizó el nombre de D. Vincenzo Mormmino, pero este hecho nunca fue con el objetivo de delinquir y sí con la intención de vivir en sociedad y de acuerdo al Estado de derecho”, justifica el recurso del abogado Borja Luján Lago, que reivindica la libertad de cualquier europeo a residir en el país que considere dentro de la Unión.

placeholder Giaochino Gammino, en un evento con su familia.
Giaochino Gammino, en un evento con su familia.

“Mi representado —añade— es padre de familia, que durante toda la vida de su hija de 12 años ha estado a su lado, cuidándola y protegiéndola. El traslado de su padre a una cárcel italiana supondría no solo romper una vida, sino romper una familia, el derecho de una hija de tener un padre. Finalmente, no estaríamos ejecutando una condena a Giaocchino, sino realmente estaríamos condenando a Marta y a Mariana. Que, con todos los respetos, bastante tienen con la situación que les está tocando lidiar”.

Para probar el arraigo, su abogado ha presentado el libro de familia, datos de su vida laboral o certificados del Ayuntamiento de Galapagar para sus negocios, entre ellos una pizzería. El diario 'ABC' recogió las declaraciones del exalcalde de la localidad, quien afirmaba haber sido agredido por esta persona en respuesta a la decisión de cerrarle el restaurante. La razón es que la salida de humos era ilegal y los vecinos se quejaron. El ex regidor dice que le agredió en una sucursal de lotería y el incidente se judicializó. Finalmente, llegaron a un acuerdo económico.

Todos los documentos aportados por Gammino están a nombre de su identidad falsa. Insiste el recurso en que el hombre al que Italia busca para meter en la cárcel de por vida “está socializado, con amigos, carente de antecedentes penales…”. “En conclusión, ha quedado acreditada la ausencia de motivación del auto recurrido, ha quedado acreditada la existencia de arraigo, residencia, lazos familiares, lazos laborales y lazos sociales de mi cliente y su decisión inequívoca de permanencia en España”, zanja.

Giaochino Gammino se construyó una nueva vida en España bajo el nombre falso de Vicenzo Mormimo. Escapaba de su pasado en la Stidda, la corriente rival de la Cosa Nostra en Sicilia. Italia le reclama para cumplir una condena de cadena perpetua por un asesinato en 1989. Hace unas semanas, la Policía Nacional le puso las esposas casi 20 años después de una fuga de película. Empleó el tiempo en formar una familia y pasar desapercibido como pizzero en el municipio madrileño de Galapagar. El Confidencial ha tenido acceso a su recurso para evitar la extradición. A sus 61 años, apela a su arraigo en el pueblo y al destino familiar trágico del clan Engaglio: sus tíos Salvatore y Diego murieron tras ingresar en prisión. Entiende que no está garantizada su seguridad.

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