Yolanda Díaz lanza su reforma fiscal: subir impuestos a ricos y grandes empresas

Lleno hasta la bandera en la sala de columnas del Círculo de Bellas Artes para asistir a uno de los eventos más importantes de la trayectoria política de Yolanda Díaz. El invitado es una de las personas más cotizadas por la izquierda europea y el tema central le venía como anillo al dedo a la vicepresidenta segunda: la igualdad y la desigualdad. Thomas Piketty y Díaz dialogaron, como preludio al "proceso de escucha" que arrancará próximamente la ministra de Trabajo, sobre asuntos que afectan a todas las generaciones, pero especialmente a los jóvenes. Fue la presentación en sociedad de sus líneas de trabajo para lo que queda de legislatura, una vía hacia el 'nuevo laborismo' que pretende impulsar y la reforma fiscal que va a defender. Pocos en la izquierda quisieron perdérselo. Incluso el PSOE quiso 'flirtear' con varios representantes entre el público.

Yolanda Díaz demostró tener un tirón importante entre las nuevas generaciones de izquierdas. En la cola, que daba la vuelta a la esquina y avanzaba por la calle Alcalá, quedó demostrado que los jóvenes, perfil mayoritario entre los asistentes, querían escuchar a la vicepresidenta segunda. Su visión sobre el asunto es clara: cree en "un proyecto de país basado en la igualdad y en el que los poderes públicos no solo intervengan durante las crisis". "Me inclino hacia la opción política de la igualdad", defendió Díaz, destacando los ERTE como uno de los mayores hitos de los últimos años. Recordó que no fue fácil aprobarlos en el inicio del confinamiento, rememorando aquellas fuertes discusiones que tuvieron lugar en el Consejo de Ministros.

La batalla por la reforma fiscal

Díaz puso este viernes las bases sobre la reforma fiscal por la que va a pelear en el seno del Gobierno. La vicepresidenta segunda habló de que España asiste a un "proceso de desfiscalización" por parte de quienes más tienen y reclamó abrir el debate sobre los ingresos públicos. "No hay proceso ni proyecto social de emancipación sin progresividad fiscal", destacó. Ante las reticencias que está observando en la otra área del Gobierno de coalición, la ministra de Trabajo pidió abordar el debate con "una enorme valentía para explicar a la gente lo que necesitamos".

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"No hay igualdad sin impuestos" y "sin ingresos no hay servicios públicos", añadió. Se preguntó por qué los tipos máximos del IRPF se encuentran actualmente en el 45%. También expuso si "alguien en nuestro país comprende por qué las socimis tienen un tipo impositivo de cero". Y puso el acento en por qué las grandes tecnológicas pagaron en 2019 únicamente 30 millones de euros en el Impuesto de Sociedades. "Solo digo que se compare", reclamó Yolanda Díaz.

"El proyecto en el que yo trabajo es que hay que ir con un discurso y unas políticas fuertes en materia tributaria. No se trata de subir o bajar impuestos, sino de decirle a los hiperricos y a las grandes corporaciones que tenemos que conformar un nuevo contrato social. Y que ellos tienen que formar parte de los proyectos de sociedades que tenemos. Si no hablamos de esto nos vamos a equivocar", afirmó. Y concluyó este apartado relativo a la fiscalidad con otra pregunta: "¿Por qué en nuestro país tenemos una enorme anomalía tributaria, a 6% de distancia fiscal de Europa? Son 75.000 millones menos".

De las "empresas monárquicas" a las "democráticas"

Yolanda Díaz puso también sobre la mesa ante Piketty uno de los asuntos que el Ministerio de Trabajo va a abordar este 2022. Habló de "democratizar las empresas". "El modelo de empresas en España es una el de compañías monárquicas", dijo, citando a Umberto Romagnoni. Un modelo que buscará transformar para incorporar a los trabajadores a los procesos de toma de decisiones. "Para la transformación social y del modelo productivo en términos de sostenibilidad e igualdad necesitamos que en la toma de decisiones también participen los trabajadores", expuso.

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Una especie de "cogestión", entre empresarios y trabajadores, para "pergeñar" una "sociedad democrática". Puso el ejemplo de Navantia y también predijo que se iba a abrir un debate interesante en torno a este 'nuevo laborismo' que ella representa. También defendió que habría que definir cuáles son los sectores estratégicos para el país para separarlos de lo que es el "puro mercado".

Unidas Podemos, el PSOE y un espontáneo

La ministra de Trabajo jugaba en casa. Acudieron a escucharla algunos representantes del PSOE, que tomaron nota de este tirón de Díaz. Se vio al exdiputado Eduardo Madina, a la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández. El moderador fue Daniel Fuentes, exnúmero dos del Departamento de Asuntos Económicos de Moncloa. Y había también algún 'topo' de Ferraz. Podemos también quiso dejarse ver, con la secretaria de Organización, Lilyth Verstrynge, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, al frente. También estuvo su equipo más cercano, con Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado, y Josep Vendrell, jefe de gabinete.

Pero jugar en casa no evitó la aparición de un espontáneo. Un militante del Frente Obrero, según fuentes de la organización, que recriminó a gritos a Yolanda Díaz el acuerdo alcanzado en la reforma laboral. Calificó ese pacto como "nimio". La seguridad lo desalojó de la sala.