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Sánchez pide al PP que no sea "rehén de la ultraderecha" y se sume a la reforma laboral
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BALANCE ANTE EL COMITÉ DEL PSOE

Sánchez pide al PP que no sea "rehén de la ultraderecha" y se sume a la reforma laboral

El presidente hace balance en el ecuador de la legislatura ante el PSOE y en plena campaña de Castilla y León pasa de puntillas sobre la polémica de la carne y la crisis con Garzón

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Lavandeira Jr.)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Lavandeira Jr.)

La reforma laboral es el asunto clave para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y en plena cuenta atrás para su aprobación, cuando aún no se han cerrado los apoyos para su aprobación en el Congreso a finales de enero, Pedro Sánchez realizó un rotundo llamamiento a toda la oposición, sobre todo al PP al que pidió que no sea “rehén de la ultraderecha”, para que "por sentido de Estado" apruebe el acuerdo pactado con sindicatos y empresarios. Su mensaje se dirigió especialmente a las filas de Pablo Casado, a pesar de que la parte de Unidas Podemos en su Gobierno y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, prefiere sacar adelante esta reforma con el compromiso de los socios tradicionales de la investidura, ERC, EH Bildu y PNV. Las negociaciones están abiertas a todas las bandas.

Sánchez aseguró que su gobierno tiene “la mano tendida” y reclamó al PP que no sea una oposición “rehén de la ultraderecha”, como consideró que ocurre con la renovación pendiente del poder judicial, “sin proyecto político”. “Exigimos lo obvio, el deber constitucional, el respeto al diálogo social y un mínimo de respeto a la hora de hacer oposición”, sostuvo el secretario general del PSOE ante el Comité Federalde su partido en una cita que se convirtió en un repaso triunfalista del Gobierno de coalición en el ecuador de la legislatura y en un acto de campaña para las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de febrero, que pasó de puntillas sobre la crisis con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, por sus declaraciones sobre la ganadería intensiva.

El presidente del Gobierno reclamó el sí de la oposición para que se tramite la reforma laboral en el Congreso y se preguntó “qué intereses defiende la oposición si se resiste a defender los intereses de los empresarios y los trabajadores” y “qué pone por encima de los intereses de España”. “Que se sumen y arrimen esta vez el hombro porque hay argumentos y razones de sobra para defender” el acuerdo laboral, reclamó Sánchez, esgrimiendo el sentido de Estado demostrado, a su juicio, por empresarios y sindicatos.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado. (EFE/Javier Cebollada) Opinión

El líder socialista reivindicó el papel del PSOE en la reforma laboral y subrayó que se trata de un acuerdo logrado con los agentes sociales, con sindicatos y empresarios, “que representa la amplia mayoría de españoles muy por encima de ideologías, que sitúa en el centro el diálogo y la negociación colectiva y la dignificación de las condiciones laborales”. Sánchez reivindicó que ese pacto social es “un acuerdo de país”, “un buen acuerdo para España”, por eso pidió formalmente el apoyo de todos los grupos parlamentarios para la consolidación de la reforma laboral. “Cada grupo tendrá una objeción, la tiene la patronal, los sindicatos y el gobierno pero no hay acuerdo si todo y cada uno de nosotros no cedemos en algo, lo otro se llama imposición”, recalcó el presidente del Gobierno.

A su juicio el acuerdo sellado con los agentes económicos y sociales, es “ambiciosa” y logra atajar dos de los principales males del mercado de trabajo español, la precariedad y el alto dato desempleo en relación con otros países europeos, además de consolidar los ERTE, instrumento laboral que ha sido clave durante la pandemia para salvar empleo. Sánchez recordó además que esta reforma responde a las exigencias de Europa, que pide reducir la temporalidad, y enfatizó que es “buena” porque está acordada entre trabajadores y empresarios y será clave en la fase de recuperación económica para que España crezca en la salida de la pandemia.

El presidente del Gobierno prácticamente ignoró la crisis abierta en el seno del Ejecutivo por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la ganadería intensiva al periódico ‘The Guardian’ y que han provocado un estallido entre los ganadores y el campo, azuzado por el PP. Los socialistas han desautorizo al ministro y se han desmarcado de sus declaraciones, pero no han logrado frenar la crisis.

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán. (EFE/Javier Cebollada)

Sánchez utilizó el eslogan “el PSOE cumple” para reivindicar la acción de su gobierno y en el repaso a la gestión deslizó: “El PSOE cumple con nuestro sector primario y ganadero con la aprobación de la PAC y ley de cadena agroalimentaria”. Poco más dijo más allá de reivindicar la solidez del primer acuerdo de coalición en la historia de España. A la entrada, las declaraciones de los presidentes autonómicos incidían en desmarcarse del ministro de Consumo. El más claro fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ironizó sobre la supuesta falta de competencias del ministro de Consumo utilizando un refrán: “Cuando uno no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo”. García-Page eludió pedir el cese del ministro de Unidas Podemos, aunque trasladó que expresará en privado su opinión al presidente del Gobierno, lo que sí reclamó es que “cambie su criterio” y que la posición del Ejecutivo de la nación quede clara: “No se puede hacer daño gratuitamente a un sector tan importante y sobre todo sin fundamento”.

Campaña en Castilla y León

El candidato socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, proclamado en este Comité Federal, recibió el apoyo de Sánchez para abrir una “etapa de cambio y esperanza” tras las elecciones del 13 de febrero. El líder de los socialistas castellano leoneses criticó la decisión del presidente Alfonso Fernández Mañueco de anticipar las autonómicas y “dinamitar” su Gobierno con Cs, metiendo a los castellanos y leoneses “en el tablero de los juegos de poder del PP” en plena sexta ola de coronavirus. Una precipitación electoral que el candidato socialista no sólo atribuyó a la pugna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso sino también al intento de Fernández Mañueco de evitarse “un calendario judicial endiablado”, ante la proximidad de varios juicios por corrupción en las filas populares, entre otros se refirió a “la trama eólica”. Tudanca aseguró que cuando le toque elegir entre el PSOE y su comunidad dirá con claridad a Pedro Sánchez que siempre se va a poner “del lado de Castilla y León” y reinvindicó la acción del gobierno socialista en la pandemia o los datos de creación de empleo y las medidas de protección social para apuntalar el estilo de programa que aplicará en su comunidad si vence en los comicios.

El presidente del Gobierno revindicó el papel de las comunidades en la gestión de la pandemia y el Estado de las Autonomías y dejó claro que el modelo socialista es "el del volcán de La Palma" contraponiéndolo con la crisis del Prestige. Sánchez también se refirió al giro de la Unión Europea para poner etiqueta verde al gas o las nucleares, dejando claro una vez más el rechazo de su Ejecutivo y la apuesta de España por las energías renovables. Sobre la sexta ola de ómicron, el presidente subrayó que aún quedan días con cifras muy altas pero defendió que el elevado número de contagios no tiene extrapolación como en olas anteriores con ingresos hospitalarios y en UCIs, mostró "la absoluta certeza" por la protección que da la vacunación, destacando que España tendrá pronto su propia vacuna gracias a la ciencia. El arma más eficaz contra el virus, recordó, insistiendo en que hay que "aprender a convivir" con el coronavirus.

La reforma laboral es el asunto clave para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y en plena cuenta atrás para su aprobación, cuando aún no se han cerrado los apoyos para su aprobación en el Congreso a finales de enero, Pedro Sánchez realizó un rotundo llamamiento a toda la oposición, sobre todo al PP al que pidió que no sea “rehén de la ultraderecha”, para que "por sentido de Estado" apruebe el acuerdo pactado con sindicatos y empresarios. Su mensaje se dirigió especialmente a las filas de Pablo Casado, a pesar de que la parte de Unidas Podemos en su Gobierno y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, prefiere sacar adelante esta reforma con el compromiso de los socios tradicionales de la investidura, ERC, EH Bildu y PNV. Las negociaciones están abiertas a todas las bandas.

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