El caos de la sexta ola asedia a los opositores: "Algunos irán a hacer el examen con covid"

La sexta ola ha dejado a mucha gente aislada estas navidades por haber dado positivo en covid o por haber estado en estrecho contacto con un infectado. Muchos de los más mayores han limitado sus movimientos ante el ascenso de la incidencia, pero también un grupo de gente de poco riesgo que no quiere que el covid le reviente su futuro: los opositores. Como ya ocurrió en verano con la quinta ola, muchos de los que preparan una oposición se han aislado para evitar que, ante la incertidumbre de los planes regionales a la hora de organizar el examen, incluso un simple contacto con un positivo tire por la borda todo el trabajo de preparación.

Desde las pruebas de acceso a la policía hasta las de notaría, pasando por las de la carrera diplomática, las de ingenieros o las de medicina, las distintas comunidades autónomas están creando planes de contingencia para poder hacer las pruebas en una situación de incidencia disparada que ya alcanza los 2.295 casos por cada 100.000 habitantes por la nueva variante ómicron. Pero a falta de un criterio único entre regiones o debido al miedo que genera entre los estudiantes no poder repetir el examen, muchos candidatos como Borja, que se prepara para entrar en el Cuerpo Nacional de Policía, tratan de evitar el virus como pueden.

“Según está todo, tienes que cuidarte incluso de tener contacto con alguien con pocas posibilidades de tener el virus estas navidades, porque te la juegas, aunque sea una comida familiar”, afirma Borja. “No está claro cuándo será el examen, pero te obligan a firmar una declaración responsable de que no has tenido contacto estrecho con un positivo ni síntomas compatibles en los últimos 15 días”.

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A pesar de ciertas relajaciones en las normativas generales, como la reducción de las cuarentenas a vacunados, las oposiciones aún tienen normativas estrictas con respecto al virus. Y en algunas oposiciones, como la de Carrera Diplomática, no han dado indicaciones sobre qué pasaría si de cara al primer examen en las próximas semanas tienes covid. “No nos han dicho qué pasaría si somos positivos… pero creo que te jodes”, explica Alberto, opositor para el cuerpo diplomático. Estas navidades en su colegio mayor en Madrid, donde residen todo tipo de opositores, ha habido un brote de decenas de positivos y, ante la inminente llegada de los exámenes en febrero y marzo y la falta de un protocolo común, muchos se preguntan qué pasará si algunos contraen el covid y llega el día de la prueba.

Sin normativa estandarizada, hasta ahora, retrasar el examen de una oposición depende del criterio de cada tribunal y comunidad autónoma. Antes del covid, por ejemplo, solo se podía posponer el examen por caso de fuerza mayor —fallecimiento de un familiar cercano o parto—. En muchas comunidades, como Canarias, Cantabria o Madrid, existe la posibilidad de mandar un escrito —que es distinto en cada lugar— al tribunal para retrasar la fecha del examen o darte una alternativa si tienes el covid. Pero diversos estudiantes consultados están convencidos de que ante la falta de criterio común, lo mejor en pruebas con tantos candidatos es "no llamar la atención'' del tribunal.

Si yo soy positivo y no tengo síntomas, voy sin decir nada. Sé que algunos irán al examen con covid. ¿Qué harías tú?

“Cuando tienes una fecha fijada, es mejor ir pase lo que pase y no decir nada si tienes el covid para que el tribunal no se 'moleste' ni se piense cosas extrañas o porque si te dejan el último tienes menos tiempo de estudio para el siguiente examen”, afirma Rodrigo, un opositor a técnico de Administración Civil. Otro estudiante de Notarías, que está esperando la convocatoria de la segunda prueba de la oposición para febrero, se muestra tajante: “Nosotros claro que estamos nerviosos por el virus ahora y estamos aislados. Si yo soy positivo y no tengo síntomas, voy sin decir nada. Sé que algunos irán al examen con covid. ¿Qué harías tú?”.

Nada cambia tras el caos del verano

En verano de 2021, en pleno proceso de vacunación, miles de estudiantes se examinaron para ser profesores y se generó un gran revuelo similar a lo ya vivido en marzo con el MIR. En el primer caso, apenas hubo información sobre qué hacer si un examinado era positivo o estaba confinado hasta los últimos días por la presión de las asociaciones de profesores, consiguiendo que en la mayoría de las regiones se añadiese una fecha posterior para los infectados, aunque no en todas.

En el MIR, sin embargo, no hubo oportunidad ni siquiera para eso. "No se puede garantizar que un segundo examen tenga el mismo grado de 'discriminación' que la prueba inicial, por lo que no se garantizaría la igualdad de oportunidades ni la equidad", afirmó el Gobierno de Pedro Sánchez ante una pregunta del Partido Popular en el Congreso.

“El curso pasado comprobamos los distintos agravios e inmensas desigualdades que se dieron en el ámbito educativo para las oposiciones y, si te soy sincero, de momento no nos han comentado ningún cambio”, explica Francisco Venzalá, presidente nacional del Sindicato de Profesores (ANPE). “Hubo comunidades que te dejaban hacer el examen en otra aula, hubo otras que te lo retrasaban… Pero hubo otras que no, pese a que el acceso a la función pública es un derecho constitucional”.

Venzalá, que este martes estaba siguiendo la reunión sectorial para tratar la vuelta al colegio, confía en que en 2022 el Ministerio de Educación asuma el liderazgo y solucione el “descontrol” a la hora de las oposiciones a profesores. “No puede ser que un profesor de matemáticas lleve preparándose dos años para un examen y su comunidad no prevea qué hacer si tienes el covid o no te lo deje muy claro. Necesitamos que, aunque cada comunidad lo haga a su manera, haya un criterio común”.

Como explica este profesor, la respuesta para los exámenes de oposiciones ha variado según las comunidades autónomas, que han ido dando respuesta según la necesidad de los exámenes. Las Islas Canarias, por ejemplo, publicó una resolución a mediados de 2021 en la que permitía una segunda convocatoria 10 días después a todo aquel que acreditara estar en cuarentena por tener el covid o estar aislado por un contacto estrecho. Pero esta historia no siempre se ha repetido por otras partes de España.

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El propio sindicato de ANPE en Castilla-La Mancha protestó porque esta y otras comunidades autónomas sí daban la opción asegurando que la respuesta del Gobierno no se adaptaba a la ley, puesto que "el derecho de acceso a la función pública es un derecho constitucional". "Todos somos trabajadores de la Administración pública", afirmaron en un comunicado.

El pasado diciembre, el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) en Melilla no dio alternativas a los candidatos que tuvieran covid. El Sindicato de Técnicos de Enfermería (USAE) propuso un aplazamiento o que los afectados pudieran hacer el examen en otro lugar, pero recibió una negativa. “No se puede realizar un aplazamiento de examen porque en el momento en el que se publicaron las bases de la convocatoria no estaba prevista la circunstancia de los contagios por el coronavirus”, se les explicó, según recogía el diario local ‘El Faro’.

“En algunos ayuntamientos en los que me he presentado permitían hacer el examen más tarde, pero en otros perdías la convocatoria, algo que no sé si es totalmente legal”, afirma Marta, otra opositora a CSACE (Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado). Borja tiene la misma duda, e incluso habla de alternativas: “Deberías tener derecho a examen, la cosa es que si haces un recurso puede que te tengas que ir a la Justicia y te puedes tirar años”.

¿Tienen sentido los protocolos?

Retrasar exámenes a nivel nacional o regional también conlleva sus dificultades. Los protocolos en muchas ocasiones están aprobados por instituciones que en el momento de redactarlos no contemplaban la situación actual, mientras que en otros casos se apuesta por la flexibilidad. Las oposiciones a judicatura, por ejemplo, causaron mucho revuelo porque el Consejo General del Poder Judicial convocó un examen extraordinario fuera de las bases para dos aspirantes que presentaron alegaciones por tener covid. “Esto huele a chamusquina”, tuiteaba un usuario.

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También se prevé lío para el MIR de 2022, que se celebra el próximo 29 de enero y no tiene pinta de que vaya a ser mucho más relajado o controlado que en 2021. Pese a que el Ministerio de Sanidad publicó el protocolo a seguir el pasado diciembre, ha despertado dudas, como recogían medios especializados como 'Redacción Médica'. ¿El punto más conflictivo? Que el protocolo permite a los contactos estrechos de coronavirus que estén vacunados con pauta completa presentarse al examen sin necesidad de test previo ni nada parecido.

Esta adaptación cuadra con los otros protocolos estatales que, por ejemplo, han retirado las cuarentenas a contactos estrechos vacunados o que hayan pasado la enfermedad en los 180 días anteriores, pero ni en este caso queda todo claro. El protocolo sí excluye a los opositores que estén contagiados en el momento del examen o incluso que tengan síntomas relacionados con esta enfermedad.