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El caballo como medio de transporte, la última propuesta contra la contaminación
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no para viajes largos ni ciudades

El caballo como medio de transporte, la última propuesta contra la contaminación

Veterinarios, técnicos agrícolas y expertos en hípica hablan de los pros y contras de esta tradición que, según estimaciones, ayudaría a reducir el 25% de los gases de efecto invernadero

Foto: Aportaría "beneficios ambientales, además de turísticos", dicen los expertos. Fuente: Pixabay
Aportaría "beneficios ambientales, además de turísticos", dicen los expertos. Fuente: Pixabay

Aunque el transporte a caballo comenzó su declive a principios del siglo XX con la llegada de los coches, recuperar los equinos para algunos desplazamientos aportaría "beneficios ambientales, además de turísticos" y evitaría que este animal terminara corriendo "riesgo de extinción". Así lo han asegurado a Efe varios conocedores del mundo del caballo como la ingeniera técnico agrícola y ambientóloga Nuria Gil, que pertenece al estudio Agroamsa y se lamenta de que este animal "cada día se utiliza menos", a pesar de que España es el cuarto país de la UE con mayor número de ejemplares -más de 681.000- y figura en la lista de los diez países del mundo con más competiciones de la Federación Ecuestre Internacional.

Reutilizar estos équidos para desplazarse ayudaría, en su opinión, a reducir el 25% de emisiones de gases de efecto invernadero de España que según los datos del Ministerio de Transición Ecológica provienen del sector del transporte, si bien su uso "no parece muy viable en las ciudades porque es muy complicado mantener dentro de una urbe las instalaciones e infraestructura necesarias".

Mejor en los pueblos

Así, "las cuadras no pueden estar a menos de 500 metros del casco urbano y hay que disponer además de una determinada superficie para tener a los animales", sin contar con el problema del estiércol que generan, que "no puede aplicarse directamente a los jardines debido a su elevado nivel de amoníaco". Sin embargo, su uso podría extenderse en el mundo rural y "de hecho en los pueblos circulan sin problema" porque "no tienen riesgos para el ecosistema: si transitan por un camino de zahorra el impacto ya se generó y si usan senderos nuevos, su paso es mejor que el de un vehículo motorizado".

Es la misma opinión de Jesús Muiños, que ha recorrido "la Península de norte a sur a lomos de un caballo" y en la actualidad es propietario de Caminos Galicia, empresa que ofrece la posibilidad de peregrinar cabalgando a Santiago de Compostela. "Podemos viajar a caballo a cualquier punto de España pero hay que conocer los caminos alternativos, que no están bien marcados ni publicitados, para evitar las ciudades" donde hay múltiples trabas: desde la obligación de atravesar algunas con camiones hasta la de llevar en otras un equipo de limpieza detrás para evitar que dejen excrementos.

Requisitos del jinete y su montura

El Reglamento General de Circulación, que se aplica también a los animales incorporados al tráfico en vías de uso común, exige que los jinetes sean mayores de edad con capacidad para controlar a sus monturas en todo momento y advierte de que deben circular por el arcén, sin poder usar autovías ni autopistas ni galopar cerca de peatones o de otros animales.

En todo caso, "un caballo prefiere irse de ruta que estar dando vueltas en una pista", comenta la veterinaria Teresa Gamonal, especializada en etología equina, que recomienda no emprender viajes de larga distancia a no ser que el animal "esté entrenado, tenga al menos 5 años y la marcha incluya materiales adaptados para no provocarle rozaduras" pues las heridas pueden tardar en curar.

Muiños confirma este apunte asegurando que "una herida con la montura al caballo puede tardar en curarle un mes, mientras que una tendinitis le llevará un año". Por eso es importante la experiencia del jinete a la hora de plantearse un viaje, ya que "la manera de sentarse de alguien que acaba de empezar va a ser mucho más dura para el animal" y puede sufrir su peso más que el de una persona experimentada, señala Gamonal.

La veterinaria añade que con un caballo se puede recorrer entre 15 y 25 kilómetros diarios yendo al paso, en trayectos de entre 6 y 8 horas, "dependiendo de la inclinación del terreno" pero lo recomendable es alternar la monta con caminar a su lado.

Aunque el transporte a caballo comenzó su declive a principios del siglo XX con la llegada de los coches, recuperar los equinos para algunos desplazamientos aportaría "beneficios ambientales, además de turísticos" y evitaría que este animal terminara corriendo "riesgo de extinción". Así lo han asegurado a Efe varios conocedores del mundo del caballo como la ingeniera técnico agrícola y ambientóloga Nuria Gil, que pertenece al estudio Agroamsa y se lamenta de que este animal "cada día se utiliza menos", a pesar de que España es el cuarto país de la UE con mayor número de ejemplares -más de 681.000- y figura en la lista de los diez países del mundo con más competiciones de la Federación Ecuestre Internacional.

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