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Ferraz intenta diluir el liderazgo de Díaz en la reforma laboral y destaca el papel de Calviño
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CHOQUE POR LA AUTORÍA DEL ACUERDO

Ferraz intenta diluir el liderazgo de Díaz en la reforma laboral y destaca el papel de Calviño

Este acuerdo es para la vicepresidenta segunda uno de los hitos de su gestión y sobre el que pretende impulsar su futura candidatura y marcar perfil propio frente al PSOE

Foto: La vicepresidenta primera, Nadia Calviño (i), conversa con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno. (EFE/Javier Lizón)
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño (i), conversa con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno. (EFE/Javier Lizón)

La paternidad de la reforma laboral está en disputa entre los socios del Gobierno. Los socialistas han rebajado este lunes el protagonismo Yolanda Díaz en el acuerdo alcanzado con los agentes sociales para poner en valor el papel de Nadia Calviño. La intervención de esta última en las negociaciones, junto a otros ministerios socialistas, ya generó tensiones en el seno de la coalición. Si desde que se cerró el acuerdo fue principalmente la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo quien ha comunicado el acuerdo en primera persona, que adjetivó de "histórico", ahora son los socialistas quienes intentan diluir su papel para colocar la medalla a la vicepresidenta económica o, al menos, compartirla.

El portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, alaba el consenso alcanzado y el texto de la reforma laboral que aprobará este martes en el Consejo de Ministros, y sin nombrar a Díaz reivindicaba el logro como fruto del trabajo de diferentes ministerios. De entre ellos, destacaba al "equipo económico" del Gobierno, "personificado en Nadia Calviño". Una mención que aprovechaba para celebrar el "reconocimiento a su trabajo" por su reciente designación como presidenta del Comité Financiero Internacional del FMI, el principal órgano asesor de este organismo.

Foto: Nadia Calviño, junto a Yolanda Díaz. (EFE/Javier Lizón) Opinión

Preguntado en rueda de prensa desde Ferraz por los motivos de situar a Díaz en un papel secundario, a pesar de que su departamento lideró las negociaciones desde el pasado mes de marzo, Sicilia insistió en felicitar a todos los ministerios implicados. El de Trabajo, a quien reconoció tener gran peso en el acuerdo, "pero también al de Agricultura, el de Industria y como no el de Economía, con Nadia Calviño al frente". En esta misma línea subrayó el "trabajo de muchos ministerios, entre ellos el de Trabajo, pero también de los agentes sociales", para conseguir que se cerrase un acuerdo en la mesa de diálogo social.

La reforma laboral es para Díaz uno de los hitos de su gestión en el Gobierno, junto a la subida del salario mínimo, en los que pretende apoyar su futura candidatura y marcar perfil propio frente al PSOE. La crítica soterrada de que Díaz esté utilizando el "escaparate" de su posición en el Ejecutivo ya no solo para lanzar su futura candidatura, sino para hacerlo intentando comer terreno a sus socios de Gobierno, se ha intensificado durante las últimas semanas. De hecho, el conflicto con la parte socialista por la reforma laboral supuso un punto de inflexión.

Se criticó que desde el Ministerio se intentase trasladar la percepción de que la parte socialista frenase sus trabajos para favorecer las posiciones de la patronal en la mesa de negociación. La titular de Defensa, Margarita Robles, puso palabras en público a una percepción que comparten otros miembros del Consejo de Ministros, criticando que Díaz "utilice la posición de un Gobierno para la proyección personal". "Las prioridades de un Gobierno deben ser pensar en los ciudadanos, no en clave personal", concluyó en una entrevista a finales del pasado mes de noviembre cuando ya se había reconducido la tensión por la entrada en la mesa de negociación con los agentes sociales de los ministerios económicos del Gobierno.

Foto: La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. (EFE/ Laura Serrano)

En Moncloa atribuyen en buena medida la valoración de Díaz a su exposición en el Ministerio y al uso que haga de este. Algo que, pese a ver con recelo, también tiene su parte positiva. Consideran que la vicepresidenta segunda no va a intentar romper el Gobierno antes del final de la legislatura, como habitualmente sucede en las coaliciones. Este martes será la encargada de presentar el decreto sobre la reforma laboral en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

La rivalidad electoral toma cuerpo a medida que Yolanda Díaz va marcando perfil propio. Un clásico del socio minoritario en las coaliciones de Gobierno, pero que suele relegarse a los meses previos a la convocatoria electoral. En estos momentos, ni PSOE ni Unidas Podemos quieren oír hablar de elecciones, aludiendo unos y otros a la necesidad de ofrecer estabilidad y seguir gobernando para profundizar la recuperación económica. Una vez aprobados los Presupuestos de 2022 en el pleno del Congreso que se celebrará este martes, Sánchez tiene ya todo el control sobre la decisión de cuándo apretar el botón.

Foto: El presidente de ATA, Lorenzo Amor (c), conversa con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/J.J. Guillén) Opinión
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La vicepresidenta segunda esperaba precisamente a cerrar el acuerdo sobre la reforma laboral para poner en marcha de forma oficial su plataforma para las elecciones generales. Después de las Navidades arrancará la primera fase de su hoja de ruta en la que pretende recoger las aportaciones de colectivos y profesionales de diferente índole. El protagonismo no será de los partidos, sino de los sectores de la sociedad que llevan tiempo planteando propuestas desde sus ámbitos correspondientes. También de figuras destacadas, desde la ciencia o el deporte hasta la sanidad o el medio ambiente.

El objetivo pasa por dar la batalla para diseñar un nuevo modelo de país. De ahí que se conciba a 10 años vista, de cara a poder desplegarlo en todos los terrenos en los que defienden que debe transformarse el país. No se busca a los convencidos, sino a los que puedan empatizar o quieran aportar al margen de las siglas, ensanchando así la plataforma e integrando desde la diferencia. El camino pasa por dejar en un segundo plano las posiciones ideológicas para centrarse en la "resolución de los problemas". La autoría sobre la reforma laboral, que el PSOE se resiste a regalarle de forma individual, sería así su mejor carta de presentación.

La paternidad de la reforma laboral está en disputa entre los socios del Gobierno. Los socialistas han rebajado este lunes el protagonismo Yolanda Díaz en el acuerdo alcanzado con los agentes sociales para poner en valor el papel de Nadia Calviño. La intervención de esta última en las negociaciones, junto a otros ministerios socialistas, ya generó tensiones en el seno de la coalición. Si desde que se cerró el acuerdo fue principalmente la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo quien ha comunicado el acuerdo en primera persona, que adjetivó de "histórico", ahora son los socialistas quienes intentan diluir su papel para colocar la medalla a la vicepresidenta económica o, al menos, compartirla.

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