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Habla el 10% que aún esquiva la vacuna: "Mi sistema inmune es bastante fuerte"
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"Somos purasangres"

Habla el 10% que aún esquiva la vacuna: "Mi sistema inmune es bastante fuerte"

España cumple su primer aniversario de la campaña de vacunación con el 89,8% de la población, mayor de 12 años, vacunada. Aun así todavía hay un pequeño porcentaje que evita el 'pinchazo', estos son sus motivos:

Foto: Una profesional sanitaria prepara una vacuna. ( EFE Alejandro García)
Una profesional sanitaria prepara una vacuna. ( EFE Alejandro García)

"Somos más gente de la que parece, pero no hablan por miedo", cuenta Carmen, una mujer de 55 años que trabaja en Telefónica. "Esto es una locura colectiva. En mi entorno de trabajo no lo he dicho, lo saben cuatro personas. Cualquier día me venden", comenta preocupada. Ella es una de las casi tres millones y medio de personas adultas que todavía prefieren no vacunarse. Desde personas con carreras hasta gente sin formación, sus razones aparentemente son de lo más variadas aunque todas están arraigadas fuertemente en un sentimiento, el miedo. Precisamente, los psicoterapeutas consultados por El Confidencial, confirman que este sentimiento ha sido el filón perfecto para que algunas personas coherentes se suscriban a teorías antivacunas o negacionistas. En estas fechas, España acaba de cumplir su primer aniversario de la campaña de vacunación con el 89,8% de la población, mayor de 12 años, vacunada.

No soy antivacunas, pero...

"Claro que tengo miedo al covid. Pero si me 'pincho' y tengo una reacción adversa no sé cómo voy a reaccionar. De los médicos ya no me fío", confiesa esta madrileña. Comenta que no le avisaron de su hospital cuando empezaron a vacunar en su rango de edad. Por aquel entonces ya tenía dudas, comenta que empezó a seguir medios de información 'alternativos' con otras versiones, y cambió de opinión. "Parecía todo un poco paranoico. Ves que es raro, que todo es un poco experimental."

Martín es un murciano de 31 años, contrajo el coronavirus en marzo del 2020. Dice que prefiere la inmunidad natural propia del virus que la artificial, "con esta afirmación queda claro que no soy negacionista". "Otro de los motivos es que no creo en esta vacuna. Eso no significa ser antivacunas. No creo en esta concreta. Una vacuna normal se tardan varios años en aprobar, esta ha tardado solo unos meses".

"Hemos pasado de 1 dosis a 4 que llevan ya en Israel. Cada mes que pasa van cambiando las recomendaciones y lo que dicen los "entendidos y las grandes farmacéuticas". Se nos dijo que con al 70% lograríamos la inmunidad de rebaño. La situación actual es que en España llevamos el 90% y seguimos sin hacer vida normal". Añade que esto genera malestar y desconfianza: "No es un tema de ideología. He visto mucha gente en redes sociales totalmente contrarias unirse en este tema".

"Ni Yo ni mis hijos nos vamos a vacunar, solo el mayor lo hizo y maldita sea la hora"

Alberto por su parte es un joven valenciano de 27 años que aunque todavía no se ha vacunado, admite que si tiene pensado vacunarse, pero en un futuro lejano. "Tengo un sistema inmune bastante fuerte porque ya pasé el covid y ni me enteré. Además, basándome en los datos que han salido, la vacuna no evita los contagios. Es por eso que prefiero esperar a ver cómo se va implantando la vacuna, qué reacción genera en la gente en un plazo más largo y en ese momento decidiré cuál debo ponerme" explica.

Cuenta que como tiene pensado viajar a Europa tendrá que terminar poniéndose la vacuna. "Me gustaría esperar más tiempo, pero veo que por 'hache' o por 'be' tengo que terminar vacunándome de aquí a nada. Me da más mal rollo lo que me pueda generar la vacuna que lo que me cause el covid", remata el joven.

Maribel y Julia son dos hermanas de 51 y 53 años de Andalucía, también han decidido no inocularse ninguna dosis. Precisamente, Julia es ortodoncista: "Soy la más expuesta, pero no tengo miedo, pienso que en todas las epidemias, en la primera ola se llevan a todos los débiles. La población general se tiene que inmunizar y salir para adelante. No podemos creer que la ómicron va a paralizar el mundo", explica la sanitaria. Se define como una persona sana que cuida su salud. "Hay muchos factores que influyen y no se les da importancia. Es más fácil de decir "toma este medicamento a que no comas este alimento procesado"".

placeholder Un niño aparta la mirada mientras le pincha una enfermera. (EFE Jorge Abrego)
Un niño aparta la mirada mientras le pincha una enfermera. (EFE Jorge Abrego)

Maribel admite que ya no pone la televisión, "he dejado de verla porque me provoca angustia. No veo ni Atresmedia ni Mediaset. Solo veo El Toro TV (antigua Intereconomía) y sigo a César Vidal. Existen foros de gente silenciada que tiene secuelas. Aquí hay más intereses que la propia salud", sentencia.

Este medio ha consultado varios de esos "foros de gente silenciada", la mayoría están formados por grandes comunidades de personas. Allí se encuentra de todo, desde usuarios anónimos hasta identificados. Son chats muy activos donde se comparte contenido polémico e impactante relacionado con el coronavirus y las elites. "Menos mal que la vacuna impedía la muerte (comenta un usuario junto a un gráfico donde se compara un número de fallecidos por covid frente a otro de muertos vacunados con pauta completa. La fuente es otro canal de Telegram). "Entonces la vacuna mata !!", responde alterada otra usuaria. No pasa ni medio minuto y ya hay más de 100 reacciones.

El 'bombardeo' en Telegram

Leticia es una usuaria de estos grupos, tiene 56 años y vive en Extremadura. "Ni Yo ni mis hijos nos vamos a vacunar, solo el mayor lo hizo y maldita sea la hora". No se considera antivacunas, pero afirma rotundamente que no cree en el coronavirus. "No conozco a nadie que haya muerto de esto", dice con toda la calma. Explica que su nuera de más de 70 años y otras cuatro personas de su entorno murieron tras vacunarse y que eso le dio "mieditis". "Mira yo esto no me lo pongo porque da problemas al corazón", sentencia.

Miguel Perlado es psicoterapeuta especializado en procesos de adoctrinamiento y sectas. Señala que basándose en su experiencia clínica hay multiplicidad de factores y distintos niveles de argumentación. Comenta que un argumento común en este tipo de discursos es la idea de que hay una conspiración externa, que se escapa a nuestro control. Los medios de comunicación son tomados como medios de control social. "Su discurso es básicamente que el enemigo está fuera, y que tienen una verdad oculta que muy pocos saben. Su comunicación es muy circular porque siempre empieza y termina en el mismo puntos".

Foto: El líder de los antivacunas, Lorenzo Damiano, en un programa. (YouTube)

Aclara que las personas que pueden tener miedo ante la incertidumbre del momento pueden tener más facilidad para suscribir estas ideas. "Este resorte del miedo es un filón perfecto para ciertas narrativas y la gente busca una seguridad en discursos simples, sobre todo si busca un enemigo externo". "Es un marco conceptual que te da sentido a las cosas, aunque tenga derivas a veces fuera de contacto con la realidad". El problema es que esto tranquiliza a corto plazo, pero con el paso del tiempo empiezan a generar ansiedad, sostiene el experto.

Perlado señala que este tipo de comportamientos a la larga pasan factura, ya que lo está viendo a través de sus pacientes. "Si observamos el bombardeo de inputs que hay en este tipo de canales, la gente puede llegar a infoxcarse. Hay muchos usuarios de sus canales que pueden poner un filtro, pero habrá que no y eso es una saturación brutal. No puedes canalizar tanta información tan reservada y potente".

"El único antídoto contra esta otra pandemia es la tolerancia, flexibilidad y estar abierto al pensamiento único de la otra persona"

El miedo es el acicate que estimula esto. "Se ven capaces de detectar la manipulación de los medios de comunicación y las farmacéuticas, que es algo que puede darse, pero al mismo tiempo se vuelven progresivamente incapaces en detectar la manipulación de las narrativas anticovid. Al final acabas empachado y terminas reventando.

El experto aconseja que a la hora de tratar con personas que piensan de esta forma no hay que perder la capacidad de escucha, estar abiertos, y estar abierto al diálogo. "Muchas veces incurrimos en señalar a que el fanático es otro y eso nos genera un punto ciego, visiones segadas de la realidad. No debemos perder el sentido comú. El único antídoto contra esta otra pandemia es la tolerancia, flexibilidad y estar abierto al pensamiento único del otro", sentencia.

"Somos más gente de la que parece, pero no hablan por miedo", cuenta Carmen, una mujer de 55 años que trabaja en Telefónica. "Esto es una locura colectiva. En mi entorno de trabajo no lo he dicho, lo saben cuatro personas. Cualquier día me venden", comenta preocupada. Ella es una de las casi tres millones y medio de personas adultas que todavía prefieren no vacunarse. Desde personas con carreras hasta gente sin formación, sus razones aparentemente son de lo más variadas aunque todas están arraigadas fuertemente en un sentimiento, el miedo. Precisamente, los psicoterapeutas consultados por El Confidencial, confirman que este sentimiento ha sido el filón perfecto para que algunas personas coherentes se suscriban a teorías antivacunas o negacionistas. En estas fechas, España acaba de cumplir su primer aniversario de la campaña de vacunación con el 89,8% de la población, mayor de 12 años, vacunada.

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