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Una ola con más contagios y menos muertes: así llegamos a Navidad
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Parece un 'deja vù', pero no

Una ola con más contagios y menos muertes: así llegamos a Navidad

Otra vez, la sanidad cerca del colapso, los test agotados en las farmacias y las recomendaciones para las cenas. ¿Estamos igual que hace un año?

Foto: España, en riesgo alto por contagios de coronavirus. (EFE/Escobar)
España, en riesgo alto por contagios de coronavirus. (EFE/Escobar)

Hace un año, a pocos días de la Nochebuena, el repunte de contagios de la tercera ola del covid preocupaba a toda España. Las reservas para hacerse una prueba PCR o de antígenos antes de compartir mesa con familiares y amigos alcanzaban picos de demanda y el miedo a pillarlo justo en la recta final del año quitaba el sueño a todos a medida que aumentaban los contagios y contactos estrechos.

12 meses después, la sensación es de 'déjà vu'. Los centros de salud vuelven a estar colapsados, no quedan test en muchas farmacias ni en centros privados y multitud de cenas de Navidad están en el aire por el goteo de contagios y aislamientos en las familias.

Y, aunque parezca que estamos reviviendo paso por paso diciembre de 2020, la fotografía ahora dista mucho de la de entonces. Empezando por las malas noticias, el número de casos hoy es ya muy superior al que había hace un año. Además, los incrementos semanales de contagios estos días están también entre los más altos registrados desde que comenzó la pandemia. En la quinta ola, la del verano pasado, la velocidad de contagio con variante delta llegó a duplicar el número de casos entre una semana y otra.

Ahora, las tasas de crecimiento se aproximan a esa tendencia, pero, además, hay muchísimos más positivos que entonces. Y eso que el colapso en la atención primaria está provocando una situación de infradiagnóstico que no permite conocer la situación real, sino una versión más suave, a lo que se suman los habituales retrasos en la notificación de contagios.

Encaramos la Navidad con más contagios de partida de los que alumbró la fatídica tercera ola, que trajo las peores consecuencias en enero de este año con más de 11.000 fallecidos, el peor mes de este año y el segundo de la pandemia por detrás de abril de 2020.

Pero aquí está la otra gran diferencia, al menos de momento. Si hace un año el número de fallecidos diarios se aproximaba a 200, ahora la cifra está en torno a 35. Y, si las vacunas no estuvieran frenando la mortalidad, a estas alturas, dos meses después de que los contagios comenzasen a subir de nuevo en nuestro país, el número de fallecidos ya llevaría semanas creciendo. En cambio, por ahora, la media se mantiene estable. Y así sucede también en otros países donde ómicron llegó antes.

El último informe del Instituto de Salud Carlos III respalda que la letalidad cae respecto a otros periodos epidémicos. "Hay un descenso en la hospitalización de los casos, a partir de los 40 años, así como un descenso en la letalidad entre los casos y entre los hospitalizados, a partir de 60 años, en el último periodo epidémico con respecto a los previos. Ambas observaciones podrían estar afectadas por retraso en la notificación y debe consolidarse en las próximas semanas", advierten desde el centro.

También el perfil del contagiado en esta ola hace que las cifras de fallecidos queden lejos de las del año pasado. Aunque la incidencia ya está muy extendida en todos los grupos de edad, fue entre el grupo de los menores de 11 años entre quienes los casos comenzaron a despuntar a mediados de noviembre. Ahora, los que tienen entre 20 y 29 años registran la mayor tasa de contagios a nivel nacional.

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Y, en el lado opuesto, los mayores de 70 años resisten con los datos de incidencia más bajos si se atiende a la edad, gracias a que más del 80% de ellos ya ha recibido la dosis de refuerzo de la vacuna. Su protección es ahora mayor de cara a los contagios de la sexta ola.

Sin embargo, que las muertes por coronavirus todavía no repunten no es motivo suficiente para bajar la guardia. La explosión de contagios de estos días, que en buena medida ya puede achacarse a la variante ómicron, más contagiosa que todas las anteriores, sí que está tensionando los hospitales y las unidades de cuidados intensivos.

La cifra de hospitalizados sí es muy similar a la que había hace justo un año, lo cual puede indicar que, aunque muera menos gente, muchos casos continúan desarrollando infección grave. Sabemos que la probabilidad de ingresar en la UCI es menor entre los vacunados que entre los no vacunados. Por ejemplo, para la población de 60 a 80 años, la tasa de ingreso en UCI es de 13,86 por 100.000 para los no vacunados y de 0,58 para los que sí lo están, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Pero, en vista de la evolución los últimos días, es posible que lo peor de esta ola a nivel sanitario esté por llegar, ya que la irrupción de ómicron está siendo explosiva.

12 provincias superan ya el 25% de ocupación en las UCI por pacientes con covid-19, el límite del umbral a partir del cual Sanidad considera que el riesgo es "muy alto". La situación es peor ahora mismo en Girona, Huesca, Lleida y Palencia, donde prácticamente la mitad de las camas en estas unidades están ocupadas por enfermos de coronavirus. Y solo en siete de las 52 provincias españolas la capacidad asistencial estaría controlada en lo que respecta a las UCI.

En este proyecto de El Confidencial, con datos actualizados a diario, puede consultar cómo de saturadas están las UCI en cada provincia y poner esa cifra en contexto. En Girona, la región más afectada ahora, la tasa de ocupación es ya superior a la de hace un año.

Hace un año, a pocos días de la Nochebuena, el repunte de contagios de la tercera ola del covid preocupaba a toda España. Las reservas para hacerse una prueba PCR o de antígenos antes de compartir mesa con familiares y amigos alcanzaban picos de demanda y el miedo a pillarlo justo en la recta final del año quitaba el sueño a todos a medida que aumentaban los contagios y contactos estrechos.

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